The Dark Tapes es una película dirigida por Vincent J. Guastini y Michael McQuown y escrita por el propio McQuown. Guastini tiene una larga trayectoria dentro del mundo del cine en el apartado de maquillaje y efectos especiales, llegando a participar en películas como El último mohicano y Super Mario Bros, mientras que para McQuown The Dark Tapes es una de las primeras incursiones en el cine. Esta película es una antología, con cuatro segmentos que tienen en común pertenecer al género del metraje encontrado. Desde unos científicos investigando los terrores nocturnos que acaban en otra dimensión a una casa encantada con un giro final inesperado. Demonios, espíritus, seres de otra dimensión, asesinos en serie e historias de dominación y muerte se dan la mano en esta película, que por ser la primera, peca precisamente de querer meter un poco de todo. Es casi como ver varios episodios de Más allá del límite, que uno podía ser más de ciencia ficción y otro de terror. También a nivel de producción es bastante televisivo, sin nada que destaque demasiado, con cierta sensación de ir de más a menos. Tampoco hay que perder de vista su presupuesto, unos 65000 dólares. Por compararla con otra cinta parecida, podríamos hablar de V/H/S, que casi la quintuplica en presupuesto, así que hay que perdonarle ciertas cosas. Más allá de eso, una película para pasar el rato.

The Atticus Institute es una película escrita y dirigida por Chris Sparling. La película está protagonizada por William Mapother y Rya Kihlsted, en un reparto bastante televisivo donde precisamente Mapother es la cara más conocida después de haber interpretado al doctor Ethan Rom en Perdidos. El propio director también tiene una interesante carrera como guionista, habiendo escrito Buried, la película de Rodrigo Cortés con Ryan Reynolds encerrado en un ataúd. The Atticus Institute narra la historia del doctor West, que a principios de los setenta funda este instituto para investigar lo paranormal desde la ciencia. Un Walter Bishop, vamos. Telekinesis, clarividencia... lo más que consisgue, son pruebas no concluyentes. Hasta la llegada de Judith Winstead, que supera cualquier expectativa. Pronto se da cuenta de que lo que está sucediendo es demasiado, y la CIA y los militares acaban implicados en su proyecto, que intentan convertir a Judith en un arma. Pero no hay manera de controlar a la entidad que ha poseído a Judith. El gran fallo de la película es la decisión de ambientarla en los setenta. Funciona como un falso documental ambientado en la actualidad que utiliza imágenes grabadas en los setenta. Para crear esas imágenes se utiliza un filtro que simula el grano setentero muy mal. Obtar por otro género y otra ambientación le hubiesen sentado mejor a la película, que también tiene el problema de tener que utilizar actores y actrices que interpreten al reparto de jóvenes en lo setenta y de mayores en la actualidad.

El último exorcismo es una película dirigida por Daniel Stamm y escrita por Hugh Botko y Andrew Gurland. Un pequeño equipo de documentalistas sigue al reverendo Cotton Marcus en su último exorcismo en un pequeño pueblo de Luisiana. Cotton heredó esta profesión de su padre, también pastor y dueño de una pequeña iglesia. Y lo mismo que exorcista podría haber sido agente comercial de seguros o teleoperador de Jazztel que te despierta a mitad de la siesta, porque lo suyo es vender humo. Siempre se mueve entre la estafa y una especie de terapeuta que adopta la forma de exorcista. Si tú crees que estás poseído, va a montar un teatrillo para sacarte el dinero pero también para curarte. Y eso es precisamente lo que quiere captar el documental en lo que va a ser el último exorcismo de Cotton Marcus. La película maneja muy bien cierto tono de comedia mezclado con drama y terror. Además, a nivel de guion, el giro final me pareció que aunque se podía intuir, no dejaba de ser sorprendente. Y el juego entre lo sobrenatural y la locura, que planea durante toda la película, está muy bien ejecutado. Es de largo la película que más me ha gustado de estas tres, y tiene una segunda parte que todavía no he visto.

Tanto The Dark Tapes como The Atticus Institute y The Last Exorcism tratan el mismo tema, las posesiones o supuestas posesiones demoníacas. Es verdad que en The Dark Tapes mezclado con otros temas, pero ahí está. Lo interesante es que cada una de estas tres películas lleva ese tema a un lugar diferente: seres de otras dimensiones, científicos de los setenta y la Luisiana rural.

Venimos de aquí: