El carnaval de las almas es una película de terror dirigida por Herk Harvey y protagonizada por Candace Hilligoss. Estrenada en 1962, es una película bastante atípica para la época, donde el terror iba por otros derroteros. Por su duración de poco más de ochenta minutos, y por cómo se desarrolla y se resuelve la trama, se asemeja más a un capítulo largo de Twilight Zone que a una película de terror de la época. 

El carnaval de las almas fue, tanto para su director como la estrella protagonista, su única incursión en el cine. Harvey dirigió muchos cortos, pero nunca más rodó una película, y Hilligois, que todavía sigue vive, apenas participó en tres o cuatro proyectos más, nunca como protagonista. La propia película, una serie B de la época, más que título de culto, ha sido durante muchas décadas una gran desconocida. Sus reediciones en DVD y Blu-ray, su inclusión en varios catálogos de streaming y su difusión en programas como la versión moderna de Creature Features han aupado a El carnaval de las almas a Título de culto en los últimos años. Afortunadamente, uno bastante accesible.

En un cruce, mientras esperan a que el semáforo se ponga en verde, dos coches se ponen de acuerdo para iniciar una carrera. En una escena ya vista en otras películas y series, que documenta un hecho real, las competiciones entre adolescentes conduciendo, los dos coches atraviesan un puente de madera, cuando uno de ellos se cae al río sin dejar ninguna pista de dónde está el coche y sus ocupantes. Mary, una de las ocupantes de este coche, aparece horas después, completamente empapada, sin recordar qué ha pasado, junto a la orilla del río. El coche y el resto de ocupantes siguen sin aparecer. Mary, que es organista profesional, se muda a un nuevo pueblo donde empezará su nuevo trabajo de organista en una iglesia. La música de órgano será la principal banda sonora de la película.

Mike Oldfield preparando el Tubular Bells


Como le recuerdan a Mary, para tocar música no sólo hacen falta conocimientos técnicos, también necesitas alma. En un doble sentido que alude, precisamente, a esa falta de alma de Mary, mujer independiente y descreída que acepta el trabajo de organista de iglesia como lo que es, un trabajo asalariado. Esta supuesta falta de alma dará bastante juego durante la película. Mary se muda a este nuevo pueblo, donde vivirá en una pequeña casa junto a su casera y otro inquilino más, que acosará a Mary hasta conseguir de ella una cita. Y hablando de acosos, ya en el viaje de ida a su nuevo destino, Mary se verá acosada por la figura de un hombre muerto, que la perseguirá allá donde vaya. Se contrapone la luz del día y la oscuridad de la noche, pero también la vigilia y el sueño. Cada vez más, se suceden episodios en los que Mary, además de ser perseguida por este hombre, es atraída por una vieja feria abandonada a orillas de un lago. Durante estos episodios, Mary sufrirá sordera y será incapaz de ser vista o de comunicarse con nadie; o con ningún alma viva. A la vez que estos trances de Mary se vuelven cada vez más frecuentes, también se incrementa la atmósfera surrealista y onírica de la película, donde las cosas no son lo que parecen. 

Después de cuatro años en Reino Unido coges color blanco nucelar


A pesar de ser una cinta de bajo presupuesto tiene cosas a nivel de realización que están bastante bien, como los zooms locos, un recurso barato y efectivo, algunos planos subjetivos de Mary conduciendo, cierta cualidad expresionista en algunos planos, especialmente en las escenas rodadas en la feria abandonada, algún plano cenital, contrapicados... Harvey hace gala de recursos en una producción con pocos medios, y le acompaña Hilligoss con una muy buena interpretación. Además de la historia, el cómo está rodada y la interpretación de la actriz principal es lo que elevan esta cinta de mera serie B olvidable a título de culto.

La cara de la gente los lunes por la mañana en el transporte público


También es interesante observar el papel del automóvil en la cultura estadounidense. Es lo que otorga libertad, no sólo de movimiento, a los individuos. Mary es una mujer con estudios, independiente, soltera y sin ningún interés en los hombres. El coche no sólo es su medio de transporte, es lo que le permite aceptar un trabajo en otro pueblo y ganarse la vida. También puede decidir libremente y sin depender de un hombre su destino, literal y figurado. Cuando Mary va perdiendo gradualmente esa libertad, al perder su trabajo, su alojamiento y su coche, se va adentrando cada vez más en ese otro mundo que la acecha.

El carnaval de las almas es una película muy entretenida y a la vez diferente a lo que se estaba haciendo en el Hollywood en esos años. Más que del cine clásico de la Universal bebe y se inspira en el nuevo cine europeo de la época. Y aunque de manera lejana y remota, no es difícil imaginarse El carnaval de las almas como inspiración para otras películas, desde La noche de los muertos vivientes (1968), Sole Survivor (1984) y Survivor (1987) hasta El sexto sentido (1999), Destino Final (2000) e It Follows (2014). Incluso juegos como Silent Hill tienen cosas de El carnaval de las almas. No está nada mal para un título que pasó desapercibido en su momento y que décadas después se ha convertido en cinta de culto. Una película que tiene la cualidad de unir tristeza y soledad en un mundo onírico, como La invención de Morel o Pedro Páramo en literatura.