Los cuclillos de Midwich o como durante muchos años conocí a esta novela, Los cuchillos de Midwich (hola dislexia), es una novela de ciencia ficción del británico John Wyndham. Un Wyndham que nacido en 1903 disfrutó de lo lindo del siglo XX: se comió las dos guerras mundiales, la Guerra Fría y la descolonización. Y también al que le costó conseguir el reconocimiento de su obra. Las primeras novelas publicadas bajo pseudónimo entre finales de los veinte y mediados de los cuarenta bajo pseudónimo no recibieron demasiada atención. No fue hasta 1951 con la publicación de El día de los trífidos, que John Wyndham obtuvo el éxito y descubrió una fórmula que, con distintas variantes, explotaría en sus próximas novelas.

Los cuclillos de Midwich es la historia de una invasión alienígena a la que se enfrentan un grupo de merry men ingleses. Como en El kraken despierta, el libro abre con la historia de un hecho misterioso: se desconoce la razón, pero una cúpula invisible cubre un pequeño pueblo de la campiña inglesa, Midwich, y todo aquel que se adentra en ella acaba perdiendo el conocimiento. Volando a una altura prudencial, algunos aviones de reconocimiento fotografían un objeto que parece ser el centro donde se origina esta misteriosa cúpula. Aquí ya se apunta al origen extraterrestre de la invasión. En su primera parte Wydham narra este hecho aparentemente inexplicable para la mayoría y sus consecuencias, además de un inesperado efecto secundario. Las consecuencias es que algunas personas, sobre todo ancianas, mueren. Unas por exposición al frío y otras por accidentes como incendios, ya que al perder el conocimiento, murieron abrasadas. Y el efecto secundario es que todas las mujeres en edad fértil que se encontraban en el pueblo cuando ocurrió ese hecho, están embarazadas. Eso le da pie a Wyndham a narrar una historia paralelea, la de cómo las mujeres se organizan para tratar estos embarazos, porque las casadas, ni tan mal, pero las solteras, a ver cómo lo explican. Pueblo pequeño, Inglaterra de los cincuenta... ser madre soltera no está bien visto. La segunda parte de la novela narra la historia de los Niños, como son conocidos, y de sus aviesas intenciones. Quizás las adaptaciones cinematográficas siempre han tirado más por el lado terrorífico antes que por el de la ciencia ficción. En la novela Wyndham plantea un problema: qué puede hacer la humanidad cuando, aunque superior en número, se enfrenta a una especie más inteligente. Porque los Niños forman una especie de mente colmena, lo que sabe uno, lo saben todos. Y gracias a esa conexión, ejercen un control mental que, sólo en unos años, ya es aterrador. Por otra parte, descubrimos que el caso de Midwich no es un caso aislado. Como en El kraken despierta, en el que misteriosos meteoritos caían al agua en distintos puntos del globo, en Los cuclillos de Midwich el mismo suceso paranormal tiene lugar en diferentes partes. También descubrimos que los Niños, todos, están conectados entre sí. Ahora de lo que se trata es de intentar parar la invasión.

Wyndham divaga sobre política, políticos y filosofía en exceso. Como le sucedía a Robert A. Heinlein, aquí Wyndham opta por introducir un personaje, el de un señor mayor, que ejerce de álter ego suyo y que nos da lecciones de esto y de aquello. No es un problema que un autor exprese ideas diferentes a las mías, pero lo es cuando te mete parrafadas y parrafadas que, estando o no de acuerdo, acaban lastrando la narración. Y es algo que está presente en El kraken despierta y El día de los trífidos. La principal diferencia sería el final. En las dos primeras hay tres actos bien diferenciados: un hecho que marca el comienzo de la invasión, la invasión y destrucción de la civilización, y la posterior reconstrucción. En Los cuclillos de Midwich sólo asistimos a la primera, el comienzo de la invasión. Tiene un final que, a diferencia de sus adaptaciones cinematográficas, sobre todo la de Carpenter, es muy anticlimático. Faltarían las dos últimas partes, saber cómo se desarrolla esa invasión, el colapso civilizatorio que vendría después y la esperanza de un nuevo comienzo como final. 

Los cuclillos de Midwich es una novela muy entretenida con algunos fallos. También hay que tener claras las expectativas: si te acercas a la novela no busques terror. Es ciencia ficción, que utiliza un acontecimiento fantástico para hablar y divagar de otros temas. Uno muy presente en Wyndham es el de la incredulidad. Ni siquiera los protagonistas son capaces de llegarse a creer que unos extraterrestres les estén invadiendo. Parafraseando lo que decía ese señor mayor, ¿dónde están que yo los vea? Pues eso, que si para los testigos directos es difícil de creer, imagínate para el resto de la población. Otro tema presenta es la incapacidad de las instituciones para dar respuesta a este problema. Al menos las instituciones democráticas. Porque en el libro descubrimos que en la Unión Soviética ya no hay Niños. Y cómo no, está presente la vida idílica de la campiña inglesa y sus habitantes.

Wyndham, J. (1986). Los cuclillos de Midwich. Gaviota.