Terror ciego es una película británica dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Mia Farrow. Farrow venía de pegar el pelotazo unos años antes con La semilla del diablo y todavía le costaría otros cuantos años más salir de este tipo de papeles. Por contra, Fleischer ya era por aquel entonces un director todoterreno, cosa que seguiría demostrando a lo largo de toda su carrera: lo mismo te dirigía Conan el destructor que Cuando el destino nos alcance que Los vikingos y 20000 leguas de viaje submarino, eso por no hablar de las exploitation de El padrino y Rocky El Don ha muerto y El hombre más duro. Esta versatilidad llevó a Fleischer a tocar casi todos los géneros, esta Terror ciego es un ejemplo de su incursión en el giallo británico o thriller británico a la italiana.


Mia Farrow interpreta el papel de Sarah, una joven que se ha quedado ciega debido a un accidente y que va a pasar unos días de vacaciones a la casa señorial de sus tíos ricos. Dividida en tres actos, el primero, el de la presentación, se adentra en el pasado de Sarah, de la que conocemos su pasado antes de la ceguera, sus planes de futuro y cómo estos se ven alterados por su accidente, además de constatar que es una mujer fuerte e independiente que ha heredado el carácter de su madre. El segundo acto es de tensión. Algo le ha ocurrido a su familia y Sarah, ciega, es ajena a ello. Esa tensión está muy bien llevada, y crece y crece hasta desembocar en el tercer y último acto, quizás el más loco, que es el de la persecución.

Hay tres cosas que los ingleses han dado al mundo: la primera es la kettle, las otras dos no me acuerdo...

Terror ciego es un intento de giallo a la británica. ¿Quién vigila al vigilante? Pues no lo sabemos, pero si el cine italiano se puso a copiar cosas de aquí y de allá, los británicos decidieron que copiar al copión no debía de ser tan malo. De hecho la otra película estrenada ese mismo año por el director es El estrangulador de Rillington Place, otro giallo británico protagonizado por Richard Attenborough, Judy Geeson y John Hurt. Y si en los giallo estaba de moda el punto de vista subjetivo que nos mostraba las manos del asesino, generalmente con guantes de cuero negro, Fleischer le da una vueltita a eso y decide presentarnos a su asesino no con un subjetivo sino con un plano de sus botas, de cuero también. Aunque a veces hace trampa y nos muestra las manos para poder ver qué hace, pero la intención de buscar ese elemento distintivo que son las botas está ahí.

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Ti West homenajea a Terror ciego en La casa del diablo (2009). Si en Terror ciego el personaje de Sarah deambula ciega por la casa de sus tíos sin tener ni idea de lo que sucede y de lo que se le viene encima, en La casa del diablo es Samantha la que baila despreocupada por una casa en la que está su perdición. El desconocimiento por parte de la protagonista de lo que está sucediendo es lo mejor de la película,  ya que nosotros sí sabemos lo que ha ocurrido y estamos esperando a que Sarah lo descubra. Quizás lo que viene después no es tan interesante y no está tan bien construido, resultando más formulaico. Tiene que haber un girito antes de desvelar la identidad del asesino y un falso final. Pero teniendo en cuenta el conjunto, aunque no sobresaliente, Terror ciego es una película más que entretenida con una Mia Farrow en estado de gracia. Yo siempre a favor de Azarías.