Publicada por primera vez en 1965, El cocinero ha sido hasta hace poco una novela de culto bastante desconocida. Si exceptuamos algunas reediciones de mediados de los ochenta, de las cuales me he podido agenciar una de Black Swan por unos peniques, no ha sido hasta tiempos recientes que este El cocinero ha vuelto a ver la luz.

Harry Kressing es el pseudónimo de Harry Adam Ruber, este desconocido autor. Poco sabemos de él, salvo que nació en Nueva York en 1928 y murió en un pueblo de Minessota en 1990, lo que todavía confiere un aura más de misterio a la novela. Es un caso similar a La conjura de los necios, autores que por un motivo u otro (en el caso de Kennedy Toole fue su suicidio) sólo escriben uno obra de culto y desaparecen del radar. Aunque el caso de La conjura de los necios es diferente, tanto su protagonista, Ignatius J. Reilly, como Conrad Venn, el protagonista de El cocinero, comparten la misma visión cínica de la vida, aunque se comporten de manera distinta. Ambos son producto de la época en la que fueron escritos, los primeros sesenta.

El cocinero es la historia de Conrad Venn, un tipo bastante peculiar: delgado, extremadamente alto, su aspecto recuerda, como lo definen en el libro, al de un águila hambrienta. Conrad llega al pueblo de Cobb montado en su bicicleta. Este pueblo está dominado por dos familias, los Hill y los Vale, que comparten un pasado común y que esperan unirse en matrimonio: por un lado Daphne Vale, por el otro Harold Hill. Conrad entrará al servicio de los Hill como su cocinero. A través de la persuasión, la manipulación, alguna vez la violencia y sobre todo la comida, Conrad irá escalando peldaños en su posición dentro de la familia Hill y de Cobb. Porque El cocinero, a parte de muchas otras cosas, es sobre todo la historia del ascenso social de Conrad, cueste lo que cueste. Y este ascenso tiene como protagonista la comida. Conrad, a través de la comida, manipula y maneja a su antojo a todo el que se cruce con él. La comida fascina, es fuente de salud y de enfermedad, y se convierte en una obsesión para todos. 


Conrad, como Detritus en La cizaña, es un personaje despiadado y egoísta que sólo busca su propio beneficio, y lo hace a través de la gastronomía. Unos personajes engordan, otros adelgazas, unos enferman y otros recuperan la salud. Pero sobre todo, sus vidas giran alrededor de la comida y de Conrad. Así es como consigue convertirse en dueño y señor de la casa, primero de manera informal, y al final de manera legal. Es sobre todo este tramo de la novela el más kafkiano: los personajes se desdibujan y pracecen estar atrapados en una pesadilla. Como curiosidad, en 1970 la obra fue adaptada al cine con el título de Something for Everyone, convirtiendo a Conrad en mayordomo y eliminando el humor y el surrealismo de la obra de Kressing, y salvo por Angela Lansbury, merece el peor de los olvidos.

Conrad Cave, el cocinero

El cocinero fue publicado en castellano por la editorial argentina La Bestia Equilátera, adelantando por la izquierda a Valancourt Books, que publicaría la obra en inglés un año después. Tanto una edición como otra siguen disponibles, siendo posible conseguir alguna copia de segunda mano en inglés de alguna edición ochentera. Sabemos qué pasó cuando Harry encontró a Sally y ahora también sabemos qué pasó cuando Kafka conoció a Arguiñano.

Kressing, H (1985). The Cook. Black Swan.
Kressing, H. (2015). The Cook. Valancourt Books.
Kressing, H. (2014). El cocinero. La Bestia Equilátera.