Ya llegó el Talgo a tu ciudad

Igual que con el avistamiento de platillos volantes en los años cincuenta del siglo pasado o con las apariciones de barcos fantasma en la época de los descubrimientos, cuando se populariza un medio de transporte automáticamente surgen las historias de fantasmas y las maldiciones alrededor de este medio.
En este caso, el tren no podía ser menos. Dice Mike Ashley en la breve introducción de esta antología, que sólo en Inglaterra ocurrían cientos de accidentes al año con cientos de víctimas mortales. ¿El precio del progreso? En cualquier caso, no es de extrañar que debido a tanto accidente y tanta muerte empezaran a surgir, casi desde el comienzo, historias sobre trenes y estaciones encantadas.


Mike Ashley, el editor de esta colección, divide el libro en tres partes: Departures in the Light, que contiene los relatos más clásicos sobre el tema, Approaches inthe Dark, donde nos sumerge en el mundo del metro y los trenes subterráneos (Cortázar tiene algún relato terrorífico sobre el tema) y Return to the Light, que a través de los relatos de Scott Fitzgerald y Campbell nos devuelve a la luz del día para completar un viaje desde principios del siglo XIX hasta finales del siglo XX.


The Platform Edge destaca por la buena selección de los relatos hecha por Mike Ashley. Ashley, que no es nuevo en esto, pues ya ha colaborado con otras tres antologías a esta colección y además ha sido el editor jefe de otra maravillosa colección de la British Library, en este caso la de Classic Science Fiction, demuestra su conocimiento y su buen hacer. No sólo es que incluya un relato de un autor desconocido para el público que se editó hace más de cien años en un periódico de San Francisco, por poner un ejemplo, es que el relato merece la pena ser leído. No opta por lo más clásico o lo más conocido, que tampoco sería malo (aquí no encontrarás El guardavía de Dickens), sino que prefiere ofrecer relatos y autores menos conocidos.


Todavía me sigue maravillando que una institución como la British Library se dedique a rescatar y dar a conocer joyas de la literatura popular de los últimos dos siglos. Lo hace con su colección de Ciencia Ficción, con la de Crímenes, con la de Mujeres escritoras y lo hace con esta de weird fiction. Y me maravilla que existan editores como Mike Ashley, que demuestran con libros como este su cariño y su profundo conocimiento sobre el tema en cuestión. ¿Veremos algo así en España? ¿Alguien se dedicará a recuperar esas joyas ocultas del pulp? Siempre nos quedará Valdemar.