'The Dead Hours of Night' de Lisa Tuttle: terror a la vuelta de la esquina
La obra de Lisa Tuttle todavía sigue asociada a la literatura infantil y juvenil, lo cual no es necesariamente malo, y a su expareja el escritor George R. R. Martin. Esto último sigue pesando como una losa en su carrera, ya que parece que lo único que ha escrito en su vida ha sido una novela, Windhaven, a cuatro manos junto a Martin. Afortunadamente el movimiento feminista de los últimos años, que ha recuperado a autoras como Elizabeth Engstrom, también ha puesto en valor la obra de Lisa Tuttle, especialmente en lo referente al género de terror y los relatos. La colección más recordada y más potente de Lisa Tuttle es Nido de pesadillas, recopilación de relatos escritos entre los setenta y los primeros ochenta. Este The Dead Hours of Night es su sucesor. Recoge relatos de distintas épocas, pero sobre todo se centra en los escritos en los últimos quince años.
En Objects in Dream May Be Closer Than They Appear la protagonista recibe un email de su exmarido Michael, que le manda una captura de pantalla de la casa donde vivieron cuando estuvieron casados. Eso lleva a la protagonista a rememorar esa relación y la búsqueda de esa casa. Antes de encontrar esa casa, en un viaje por la campiña, descubrieron la casa perfecta, pero fueron incapaces de dar con ella, descubriendo la leyenda que pesa sobre esa casa: da mala suerte verla, pero entrar en ella es la perdición. La protagonista se encuentra con su exmarido en una fiesta de unos amigos comunes, y después del evento, deciden ir en búsqueda de esa casa maldita. Objects in Dream May Be Closer Than They Appear es un relato que pasa de lo costumbrista a lo terrorífico casi sin darte cuenta. En Closet Dreams, la protagonista, una niña, es secuestrada y violada hata que logra escapar. Es un misterio cómo la ha conseguido. La policía no logra dar con el secuestrador, pero eso no impide a la protagonista seguir con su vida. Muchos años después identifica a su agresor en un centro comercial, pero antes de llamar a la policía decide seguirlo hasta casa. Como en La noche boca arriba de Julio Cortázar, hay una subversión entre sueño y realidad. En Born Dead la protagonista es una mujer con una carrera profesional exitosa y que debe elegir entre seguir con esta carrera, empezar otra nueva por su cuenta o tener pareja e hijos. Su actual jefa y dueña de la empresa le contará su secreto para no renunciar a nada. En Replacements el protagonista es un hombre. Condescendiente con su pareja, no podrá con los celos de ver a su mujer compartir su amor con su nueva mascota, una especie de vampiro que se alimenta de su sangre. Y sobre todo, el protagonista acabará resentido por perder lo más importante: el control que ejercía sobre su pareja.
El terror, como nos enseña Lisa Tuttle, está en lo cotidiano, y te lo puedes encontrar al doblar la esquina. Puede ser una relación abusiva, el patriarcado o una depresión posparto. A veces ese elemento de terror se manifiesta abiertamente, y otras veces su presencia es algo más sutil. La influencia de su obra y su particular voz se pueden sentir en la obra de escritoras más jóvenes, como Lynda E. Rucker, Mónica Ojeda, Mariana Enríquez o Anna Starobinets. También gracias a editoriales como Valancourt, que rescataron su Nido de pesadillas en 2020 y que publicaron este The Dead Hours of Night al año siguiente. En castellano algo se ha publicado de su obra gracias a Gigamesh, Nevsky y La Biblioteca del Laberinto. De momento no hay noticias sobre una posible traducción de este The Dead Hours of Night.
Tuttle, L. (2021). The Dead Hours of Night. Valancourt Books.
Tuttle, L. (2015). Nido de pesadillas. Nevsky Prospects.
Tuttle, L. (1986). A Nest of Nightmares. Sphere.
Tuttle, L. (2020). A Nest of Nightmares. Valancourt Books.
Ojeda, M. (2021). Las voladoras. Páginas de espuma.
Starobinets, A. (2012). Una edad difícil. Nevsky Prospects.
Ojeda, M. (2021). Las voladoras. Páginas de espuma.
Starobinets, A. (2012). Una edad difícil. Nevsky Prospects.
Rucker, L. E. (2013). The Moon Will Look Strange. Karoshi Books.
Rucker, L. E. (2016). You'll Know When You Get There. The Swan River Press.
29 de septiembre de 2022, 8:39
Con el tiempo que ha pasado desde el último volumen de Canción de hielo y fuego, y el disgusto del público con la serie, al menos sacamos el que a Lisa Tuttle dejen de presentarla como colaboradora de Martin, y de paso, que a este último se le haga más caso más allá de Poniente.
Me apunto este Dead hours porque Nido de pesadillas me gustó mucho, y me gustaría leer algo suyo más reciente (lo de que en un relato suyo salga una captura de pantalla me ha hecho pensar "es verdad, que estamos en el siglo XXI" XD). Los suyos no son relatos de terror "de disfrutar" como podrían ser cualquier antología en general o una de los señores de entreguerra, sino que transmiten cierta incomodidad de la misma forma que también consigue hacerlo Mariana Enriquez: detrás de lo sobrenatural está la soledad, el desequilibrio psicológico o la violencia ejercida de forma específica hacia las mujeres. Un paisaje al que no es agradable asomarse regularmente pero una vez lo haces, es imposible dejar de mirar hasta que se termina el libro.
29 de septiembre de 2022, 21:20
Es que si fuese su pareja actual ya estaría feo, pero que se la relacione con un ex de hace décadas es absurdo, por muy famoso que sea ahora. Y es que además la obra de Tuttle no necesita de eso, se sostiene por sí sola.
Este The Dead Hours of Night me aprece muy recomendable, sobre todo si te gustó Nido de pesadillas. Y para picotear algo anterior de su obra, más tirando a la ciencia ficción, A Spaceship Built of Stone, otra colección de relatos, casi todos escritos en los ochenta, muy potente.
Ahora no recuerdo si en ese relato citaba explícitamente una "captura de pantalla", pero vamos, hablan del Google Street View. Que al final es lo de menos. Fíjate que pensé que a lo mejor era un relato sobre terror informático y nada, casa encantada en la campiña inglesa xD.
La lectura de señores de entreguerras generalmente la hago en piloto automático, como bien dices, para disfrutar. Pero con Tuttle, Enríquez y unas cuantas señoras victorianas siempre me encuentro con universos desasosegantes, atmósferas cargadas y una sensación de amenaza inminente. Asomarse a esos libros es sentir fascinación por esos mundos pero también alivio cuando los terminas y dejas de mirar por esa rendija.
Ahora estoy con una colección de relatos de Elizabeth Engstrom que publicó Valancourt. A ver si investigo un poco y encuentro alguna novela interesante de Lisa Tuttle. O sigo con Engstrom, que todavía tengo pendiente When Darkness Loves Us, de la que hablaron en Todo tranquilo en Dunwich.