John Wyndham es uno de los mejores escritores británicos de ciencia ficción del pasado siglo. Aunque llega a publicar algunas obras en los años veinte, es a partir de 1951, año de publicación de El día de los trífidos, cuando logra el reconocimiento. También sería una novela germinal, ya que el éxito de El día de los trífidos hizo Wyndham repitiera esquemas en sus siguientes novelas. El kraken despierta y Los cuclillos de Midwich son buena muestra de esto: una amenaza venida del espacio que amenaza con exterminar a la raza humana. Las crisálidas está ambientada ya en ese mundo postapocalíptico y Dificultades con los líquenes puede ser interpretado como un preludio a ese desastre. En cualquier caso, y pese a que cada novela pone el foco en un momento temporal diferente, el tema siempre es el mismo: los problemas intrínsecos de la humanidad y la amenaza exterior de una forma de vida superior.

En Dificultrades con los líquenes John Wyndham plantea el problema de extender la vida humana unos cuantos de cientos de años. Dividida en tres partes, la primera nos presenta a varios personaejes, entre ellos a la protagonista, Diana Brackley. Sorprende mucho encontrarse con un personaje de una mujer fuerte e independiente y con un discurso tan claramente feminista en una novela de 1960. Diana es una joven que desafía las convenciones de la época. Desafía las expectativas de sus padres, sobre todo de su madre, de sus profesoras, de su entorno... Además de guapa y atractiva según los cánones heteronormativos, es muy inteligente. Quiere seguir estudiando, no casarse y tener hijos. Obtiene una beca para estudiar en la mejor universidad donde se especializa en bioquímica. De ahí, da el salto a la empresa privada, empezando a trabajar para el doctor Francis Saxover, cuyos laboratorios están especializados en descubrir nuevos componentes y sustancias para patentarlos. Como ciertos líquenes con propiedades antibióticas. Es así como Francis descubre de casualidad las propiedades antienvejecimiento de un determinado tipo de líquen. Y cómo oculta este descubrimiento, despertando la curiosidad de Diana, que investiga por su cuenta llegando a las mismas conclusiones de Francis y abandonando la empresa.

La segunda parte de la novela, ambientada catorce años después del descubrimiento de las propiedades antievejecimiento de un cierto tipo de líquen, narra la historia de cómo este hecho, oculto, amenaza con salir a la luz. Francis ocultó este descubrimiento porque entrevió las consecuencias negativas de dicho decubrimiento. El primero de todos es que no hay líquenes para todos, y no ha descubierto la manera de sintetizar esa sustancia de manera artificial. Así que si anuncia su descubrimiento, sería sólo para provocar caos y guerras que servirían además para crear una casta de casi inmortales. Pero es que si descubriera la manera de sintetizar esas sustancia artificialmente y hacer accesible el tratamiento antiedad a toda la población, también estaríamos ante un problema: la superpoblación. Algo muy de la ciencia ficción de la época, pero que aquí está desarrollado de una manera realista y hasta sus últimas consecuencias. Vivir cuatrocientos años tiene implicaciones prácticas devastadoras para la humanidad. Sin embargo, Diana, que se ha establecido como empresaria con Nefertiti, una compañía de productos antienvejecimiento femeninos, parece que piensa diferente de Francis y que tiene su propia agenda sobre el tema. Y es una agenda feminista. Como su tía abuela sufragista que reventaba escaparates, Diana trata con lo que llama Antigerome, la sustancia antienvejecimiento, a mujeres de hombres importantes de manera secreta. De tal manera que cuando se descubra la verdad, éstas presionen a sus maridos para que se legalice esta sustancia. Además, lo hace con la creencia de que ayudará a la liberación de la mujer, que dejará de ser una madre y una esposa para convertirse en una compañera.

El virus Wyndham crece y se expande como un tumor en tu biblioteca


Por último, la tercera parte de la novela desarrolla las consecuencias de que la verdad sobre los líquenes y sus propiedades salgan a la luz. Ya estaba de antes, pero aquí el humor y la fina ironía de Wyndham se despliegan en su máximo esplendor. Como Capek en La guerra de las salamandras, y como otras obras de Wyndham en las que el periodismo tiene un papel importante, hace mofa de la profesión y de la sociedad de su época. Los sindicatos y los laboristas están en contra de un producto que prolonga la vida de los trabajadores cientos de años porque aumenta la explotación de estos. Los conservadores ni sí ni no, a verlas vernir. La asociación de funerarias en contra, porque acaba con su negocio. La Iglesia se lo sigue pensando. El bloque occidental dice una cosa, los soviéticos otra... Y así un largo etcétera donde Wyndham no deja títere con cabeza.

Además de su discurso feminista, de alertar de los peligros que conlleva la ciencia en malas manos y de dar unos palitos a su profesión, el periodismo, John Wyndham también sorprende por introducir en esta novela un discurso ecológico. Se centra en algo muy de su época, la superpoblación, pero va más allá. Critica la tendencia del ser humano a posponer los problemas. Como no me van a afectar, que los herede la generación siguiente. Alargar la vida supone también tener que hacer frente a esos problemas, ya que por primera vez nos van a afectar las consecuencias de nuestros actos. ¿Alguien dijo cambio climático?

Dificultades con los líquenes es, de lejos, la novela que más me ha gustado y que más he disfrutado de John Wyndham. El recuerdo de El día de los trífidos es bueno, El kraken despierta me gustó aunque tenía ciertos pasajes que no habían envejecido bien y Los cuclillos de Midwich con sus parrafadas y divagaciones filosóficas casi se me atraganta, pero Dificultades con los líquenes ha sido cogerlo y no soltarlo hasta llegar al final. Me parece que va en línea de autores como Capek y Chesterton. Igual no tan loco La krakatita o El hombre que fue Jueves, donde casi casi se llega al absurdo, pero Dificultades con los líquenes es igual de divertido. Siguiente parada, Chocky.

Wyndham, J. (1987). Trouble with Lichen. Penguin.