La araña y otros cuentos macabros y siniestros es una recopilación de relatos del escritor alemán Hanns Heinz Ewers editada y publicada por (quién si no) la editorial Valdemar. Como sudece con Strobl y su Lemuria, estamos ante una operación de rescate. Además gracias a Valdemar podemos disfrutar de dos de sus novelas, Mandrágora y Vampiro.

Como sucede con Rimbaud, la vida de Ewers no desmerece en nada a su obra: viajero trotamundos, espía en EEUU durante la I Guerra Mundial, filósofo, místico, bohemio decadente, guionista de cine, escritor... y nazi. Porque como sucede con Strobl, Ewers hacía cosas nazis. Fue su participación en este movimiento y sus luchas internas lo que llevó a Ewers a una situación desesperada, ya que sus obras fueron prohibidas en la Alemania nazi y sus propiedades confiscadas. Aunque gracias a sus contactos consiguió recuperar estas últimas y volver a publicar, su individualismo unido a su muerte antes de que acabase la guerra en 1943 llevó a su obra al olvido y dejó al autor en una tierra de nadie: ni querido por unos a los que no dejaba de irritar con su obra ni querido por otros que no perdonaban su pasado nazi. Así ha tenido que pasar el tiempo para que su obra vuelva a ser publicada, en este caso por primera vez, en lengua castellana. Salvo algún relato, especialmente este que da título al libro, La araña, que ha sido incluido en alguna recopilación lovecraftiana y su novela Mandrágora, no es mucho lo que hemos podido disfrutar de Ewers en nuestra lengua.

En La araña y otros cuentos macabros y siniestros Ewers da rienda suelta a toda una tradición, la del Romanticismo alemán, que sabe conjugar con otras influencias, como la de Poe, pero no para copiarlas, sino que las mimetiza y crea un estilo propio, una voz única. Ya he citado un par de veces a Strobl, amigo de Ewers. Es cierto que beben de las mismas fuentes, que comparten un mismo origen, pero estilísticamente no tienen nada que ver. Eso sí, el componente macabro y cierto humor están presentes en la obra de Ewers. Sobre todo lo macabro: hay incestos, suicidios, necrofilia, seres de otra dimensión, sexo, asesinatos, más sexo... Vamos, que es Juego de Tronos antes de Juego de Tronos, al menos en espíritu. Es algo que no deja de sorprender si tenemos en cuenta la época en la que fueron publicados estos relatos. Y luego está el humor: en su relato El carnaval de Cádiz Ewers describe el enfrentamiento entre los lugareños y un tronco animado. ¡Un tronco animado! En Del diario de una naranjo da rienda suelta a la transformación de un hombre en un naranjo. Y se queda tan ancho. Y luego está esa combinación de influencias: está presente el folclore alemán y su mundo de hadas macabras, pero también el vudú, las civilizaciones perdidas, otras dimensiones y hasta Oscar Wilde se hace unos cuantos cameos por sus relatos.

Sólo queda agradecer, una vez más, la labor de la editorial Valdemar por la publicación de estos diecinueve relatos. Otra tentación más para aprender alemán. Un poco por culpa de Mariana Enríquez y otro poco porque soy así, me gusta imaginarme a Ewers como una estrella de rock. La última. Así que haceos un favor y escuchad sus discos. ¡Elvis está vivo!