'La niebla': historias alrededor de la hoguera
La niebla, estrenada en 1980, iniciaba la década prodigiosa de John Carpenter. Aunque con altibajos en cuanto a taquilla, con algún fracaso en su haber, las películas de esta década se encuentran entre lo mejor de su producción cinematográfica. Carpenter, tras un debut algo flojo en 1974, enseguida se recuperó con Asalto a la comisaría del distrito 13 y La noche de Halloween. Parece increíble que en tan pocos años se sucedieran La niebla, 1997: Rescate en Nueva York, La cosa, Christine, Starman, Golpe en la pequeña China, El príncipe de las tinieblas y Están vivos.
Antonio Bay es un pequeño pueblo costero que se prepara para celebrar el centenario de su fundación. Hace cien años, unos marineros engañados por la luz de una hoguera, naufragaron y se ahogaron en Antonio Bay. La leyenda dice que cuando vuelva la niebla, volverán los fantasmas de los marineros ahogados para vengarse. Y la niebla vuelve, acercándose desde el mar poco a poco al pueblo. Dentro de esa niebla, manejándola, están los fantasmas del pasado.Suceden cosas extrañas los días antes del centenario, la tripulación de un pequeño pesquero es asesinada en extrañas circunstancias. Conforme se acerque el día, la niebla se acerca más y más, hasta que cubre todo el pueblo y aísla a los personajes, que no pueden escapar de ella y de sus fantasmas. Las tramas que al principio parecían inconexas, se entrelazan y convergen en un final coherente, algo no tan habitual en el género.
Aunque con pocos recursos, Carpenter hace de la necesidad virtud. Al igual Spielberg se las tuvo que ingeniar en Tiburón, Carpenter hace lo mismo en La niebla, obtando por suplir la falta de recursos materiales con ingenio. No es necesario mostrar para asustar, basta con una buena historia y la banda sonora adecuada. Insinuando, creando una atmósfera desasosegante, Carpenter logra una de las mejores películas de fantasmas jamás rodada. El principio de La niebla se inicia con un anciano contando a unos niños una historia de fantasmas alrededor de una hoguera. No hay mejor metáfora para describir esta película.
29 de febrero de 2016, 14:44
Durante los ochenta, Carpenter lo mismo que se marcaba un relato de fantasmas clásico, que una de horror lovecraftiano, que una de acción que una comedia fantástica.
La niebla siempre me recordó mucho a los relatos marinos de William Hope Hogdson y donde además de la estructura de relato, completamente cerrada, aprovecha al máximo todas las carencias que puede tener debido a la falta de presupuesto: las escenas de la niebla son claramente ilustraciones, los fantasmas, siluetas de ojos luminosos y de aspecto de pesadilla...que pese a todo, son mucho más evocadores que sus versiones infográficas en el remake.
29 de febrero de 2016, 19:52
Me sigue sorprendiendo que con dos duros y mucha imaginación fuera capaz de rodar esta película. Creo que esa limitación en cuanto a presupuesto le llevó a aguzar el ingenio y crear una atmósfera, tan característica en él, de pesadilla.
Los fantasmas, es lo que dices, no se parecen a 'Casper'. Qué pena que Carpenter esté medio retirado...