Escucha la canción del viento y Pinball 1973 son las dos primeras obras de Haruki Murakami que, hasta este año, permanecían inéditas en nuestra lengua. Publicadas en un único tomo, este incluye un prólogo del propio autor en elq ue reflexiona sobre sus obras y el contexto en el que fueron escritas. También sirver este prólogo de aviso a navegantes, donde se avisa del estilo peculiar que gasta el autor.

Estas dos novelas son el principio, el origen y búsqueda de una voz propia por parte de un autor primerizo. Como un tanteo en la oscuridad, ya se apuntan elementos que serán característicos en su obra posterior. La alienación, la incomunicación, el individualismo, la alteridad siempre amenazante de otro mundo, etc., forman parte del universo particular de este autor que no suele dejar indiferente a nadie.

Se aleja de la tradición literaria japonesa y, como explica en el prólogo, escribe en inglés su primera novela y luego la traduce al japonés. Ese mecanismo de escritura, ese método para encontrar la propia voz, revela a las claras por un lado la personalidad del autor y por otro el porqué de su triunfo fuera de su país. Ha tenido que soportar el rechazo de parte de establishment de la cultura de su país, siendo considerado el escritor japonés menos japonés de la historia, pero ha ganado una legión de fans haciendo referencia y escribiendo sobre un imaniario colectivo, el de la globalización, que comparte medio mundo. Mujeres misteriosas, gatos, discos de rock y de jazz... puro pop conel que esmuy fácil conectar.

Son dos novelas que hay que leer con curiosidad y sin grandes expectativas. Las dos son un intento del autor por encontrar su propia voz y, como tal, están llenas de imperfecciones. Lo que las hace interesantes, sobre todos para aquellos lectores y lectoras que hayan seguido la carrera literaria de Murakami y conozcan su obra, es indagar en la creación de un estilo propio.