Tres días, tres citas II
Más allá de la polémica con su editor, Gordon Lish, o del lugar que le han asignado dentro de la Literatura, Raymond Carver es uno de los mejores aurotes de relatos. Una frase o el silencio de un personaje bastan para dar verosimilitud a sus relatos, pero también con una frase o un silencio hace acto de presencia lo inesperado. La violencia, la apatía, la locura o el tedio están sintetizados en ausencias y sobreentendidos, creando una sensaciación de cotidianeidad inquietante, basada en lo irracional e incomprensible de la misma. Por eso Carver no es un autor costumbrista, dedicado a capturar en sus narraciones pequeños pedazos de vida, sino que escribe sobre pequeñas epifanías de lo cotidiano y las emociones y sensaciones que éstas generan. A partir de la frase «Él pasaba la aspiradora cuando sonó el teléfono.» es capaz de crear un trasfondo verosímil y de extraer de él una sensación de absurdidad y desconcierto. La cita que transcribo a continuación es un pequeño fragmento de De qué hablamos cuando hablamos de amor.
Creo que en el amor no somos más que principiantes. Decimos que nos amamos, y nos amamos, no lo dudo. Yo amo a Terri y Terri me ama a mí, y también vosotros os amáis. Ya sabéis a qué tipo de amor me refiero ahora. Al amor físico, ese impulso que te arrastra hacia alguien concreto, y al amor que inspira el ser de la otra persona.
11 de septiembre de 2016, 19:13
No había leído a Carver, pero entre lo breve, y que me interesa ese estilo tan vago, o más bien ambiguo, me ha llamado la atención.
Con Cthulhu estoy igual...he escuchado, y alguna vez llegado a pronunciar Cetulu, Cetuljú, Chulchul...Por el momento he decidido quedarme con un discreto Tulu XD.
12 de septiembre de 2016, 11:04
La ambigüedad en Carver tiene que ver con el uso de la elipsis. Un relato suyo puede ser una conversación de un hijo con su madre en la que aprentemente no pasa, pero son las cosas que no se dicen, los sobreentendidos, lo que crea esa sención de angustia y desconcierto en el lector. Muy recomendable.