'Sole Survivor' (1984): no te subas al avión

Sole Survivor es una película de terror dirigida por Tom Eberhardt y estrenada en 1984. Es una producción muy pequeñita, y supuso el debut como director de cine de Eberhardt. Un director con una trayectoria muy corta y muy olvidable, cuya película más conocida es la comedia de terror La noche del cometa, estrenada en el mismo año que Sole Survivor. La película está protagonizada por Anita Skinner, una actriz que debutó con buenas críticas en 1978 y que después de esta película no volvió a actuar.

Aquí el título no engaña: la película narra la historia de Denise Watson, una mujer joven que sobrevive a un accidente de avión. De hecho, es la única superviviente. Mientras se recupera en el hospital, conoce e inicia una relación amorosa con su médico, Brian. Cuando sale del hospital empiezan a ocurrir cosas extrañas, siempre en presencia de otro personaje que se la queda mirando fijamente. Pronto descubrimos que la muerte posee cuerpos de gente muerta y los usa para perseguir a Denise y matarla. Debería de haber muerto en el accidente de avión y al no hacerlo ha trastocado los planes de la muerte. 

La película es una serie B con muy pocos medios que sabe disimularlo muy bien, pues siempre parece más grande por el número de localizaciones y personajes. En IMDB le estiman unos 350.000 dólares de presupuesto, lo que es escasísimo. Se rodó en menos de un mes, con un reparto mínimo de actores y actrices desconocidos, tirando de amigos como figurantes y con tácticas de guerrilla para ahorrar. Muchos exteriores fueron rodados sin permiso alguno, la escena del hospital que incluye helicóptero les salió gratis porque el propio hospital quería presumir de equipo nuevo, Eberhardt puso su propio coche a disposición del rodaje y aprovechó que estaba trabajando en televisión para rodar en el estudio donde estaba trabajando. Así que aunque Sole Survivor es una producción de medios escasos, parece una película más grande. 

La muerte intentando acabar con un superviviente de un accidente y esa especie de zombis persiguiendo a la protagonista recuerdan a dos películas, Destino Final e It Follows. En el caso de la primera, poco hay que comentar. La influencia parece obvia. En cuanto a It Follows la inspiración parece más sutil, pero no deja de ser un monstruo que te persigue sin descanso para acabar contigo. Y si Sole Survivor ha podido influir en el cine de terror a pesar de ser una película bastante olvidada, también bebe de otras fuentes anteriores. El carnaval de las almas (1962) es una referencia obvia. Protagonista femenina que sufre un accidente y que después de este parece ser perseguida por alguien que busca acabar con ella. También Muertos y enterrados (1981), la película de Gary Sherman, con su tono The Twilight Zone puede haber influido en Sole Survivor. Además de títulos como The Survivor (1981) que adapta una novela de James Herbert que trata sobre otro superviviente de un accidente de avión. La diferencia respecto a Sole Survivor es qué entidad o entidades persiguen a este superviviente.

En definitiva, Sole Survivor es una de tantas películas de serie B que quisieron imitar el éxito de Halloween, pero que para hacerlo optaron por explorar otros caminos. No pretender copiar al dedillo la cinta de Carpenter es lo que convierte a Sole Survivor en una película diferente que sabe mezclar muy bien referencias anteriores para construir una historia y una mitología bastante originales, además con un estilo, el de Eberhardt a la dirección, bastante personal. Y todo ello aprovechando el máximo los pocos medios disponibles. Sole Survivor es una película que suscita interés por la influencia posterior que ha tenido pero cuyo visionado, más allá de la mera curiosidad, merece mucho la pena. Terror setentero en la década de los ochenta. 




La dos Sicilias de Alexander Lernet-Holenia: nostalgias imperiales

Las dos Sicilias es una novela fantástica y de misterio del autor austriaco Alexander Lernet-Holenia. Publicada en 1942, un año después de Marte en Aries, era la favorita del autor. Y quizás también debido a los problemas que le supuso Marte en Aries con el régimen nazi, el argumento de Las dos Sicilias es mucho más blanco y acrítico. Aunque nunca simpatizó con las ideas nazis, sí fue un tipo bastante conservador y aristocrático. De ahí la adopción de su segundo apellido y la nostalgia que recorre casi toda su obra. Una nostalgia por el paraíso perdido del Imperio autrohúngaro y su capital, Viena.

La trama transcurre en la Viena de posguerra de 1925, donde en una fiesta, uno de los integrantes del antiguo regimiento de Las dos Sicilias que está haciendo la corte a la hija del coronel es asesinado. A partir de aquí, se suceden las muertes de distintos miembros del regimiento, que uno a uno son siendo asesinados o muertos en extrañas circunstancias. Como centro de esta trama parece estar la hija del coronel, Gabrielle, que parece actuar como mujer fatal atrayendo la muerte a todo hombre que se acerque a ella.

En Las dos Sicilias Lernet-Holenia narra una historia desde distintos puntos de vista. Cada capítulo está dedicado a un personaje. Así, va construyendo una realidad que es más poliédrica de lo que podría parecer en un primer momento, y convierte lo que en otras manos sería un libro de misterio en otra cosa. Porque aquí el misterio del primer asesinato se convierte en una excusa y un símbolo para hablar de otros temas. La vida, el destino, la muerte y cómo afrontarla, son algunos de los temas que trata Lernet-Holenia en la novela, así como el tema del doble y la identidad. También juega mucho al equívoco, con un sentido del humor muy sutil. Es difícil no esbozar una sonrisa cuando los personajes tratan de dilucidar en qué regimiento de ulanos sirvió uno de los sospechosos. ¿Pero es el noveno o el octavo? ¿Es el ruso o el húngaro? Y también es difícil no admirar el potencial, no explotado por Lernet-Holenia, para una novela de terror: un antiguo regimiento que combatió en la I Guerra Mundial y que debió perecer en ella ahora es perseguido por la muerte, que acaba uno a uno con todos sus miembros. Una especia de Destino final pero ambientada en la Europa de entreguerras. También da para giallo con asesino de manos enguantadas liquidando oficiales de un antiguo regimiento militar. 

Es fácil ver por qué Lernet-Holenia, al igual que Perutz, gustaba tanto a Borges. Porque si hay un fantástico parecido al europeo de entreguerras es el fantástico rioplatense que cultivaron, entre otros, Borges, Bioy Casares, Arlt y Cortázar. Aunque en Lernet-Holenia este fantástico siempre está impregnado de una nostalgia por un pasado imperial. Como le pasaba a Perutz con la Praga judía de su juventud, destruida y perdida por la guerra, Lernet-Holenia eleva un canto por una Viena y una Austria venidas a menos que ya no reconoce como suyas. Su refugio en el pasado da lugar a obras como esta Las dos Sicilias, con su atmósfera onírica y sus reflexiones líricas sobre la muerte.

Lernet-Holenia, A. (2003). Las dos Sicilias. Espasa Calpe.



'El retrato de Dorian Gray' de Oscar Wilde: sobre caricatos y diletantes

El retrato de Dorian Gray es la única novela de Oscar Wilde, más conocido por sus obras de teatro y su poesía. Publicada por primera vez en 1890, es una novela que también funciona como catálogo que recoge todas las ideas y obsesiones de Wilde. Y también con un estilo muy teatral, donde los protagonistas, como en una película actual, miran a cámara mientras declaman su discurso.

A diferencia de parnasianos como Baudelaire y simbolistas como Rimbaud, auténticas estrellas de rock, Oscar Wilde juega a provocar pero sin llegar hasta las últimas consecuencias. Ridiculiza a la sociedad y a su clase social pero no puede vivir sin ella. Lo de escandalizar, la bohemia y el decadentismo son más pose estética que actitud vital. Todo dentro de unos límites. Y eso que se le acabó yendo de las manos, condenado a pena de cárcel por homosexual y después pobre y exiliado en París. Apartado de la sociedad.

La historia de la novela gira alrededor del protagonista, Dorian Gray, un joven que posa como modelo el pintor Basil Hallward. En casa de Hallward conocerá a Lord Henry Botton, que alabará su belleza y ejercerá una mala influencia sobre el joven Gray llenándole la cabeza de ideas y teorías decadentistas. Gray, sabedor de su belleza perecedera, maldecirá a Basil y a su retrato, que no envejecerá ni un instante mientras él tendrá que afrontar la corrupción de la edad. En un arrebato, expresa su deseo de vender su alma a cambio de no envejecer y de que envejezca su retrato en su lugar. Sin embargo, como muchos de estos deseos, tiene otro reverso no deseado. Pasan los años y Dorian Gray no envejece, pero sí lo hace su retrato. Y no sólo eso, sino que funciona como retrato de su alma. En la idea de que nuestra apariencia, nuestra cara, es un reflejo de eso que llaman alma, el retrato de Dorian se transforma cada vez que comete una mala acción. Y esto es bastante a menudo. Incluso cuando Dorian quiere cambiar y ser buena persona, las cosas no le salen como desea. Al final, en otro arrebato fatal, acaba apuñalando el retrato que, como todos sabemos, no deja de ser él mismo. Los sirvientes descubren el retrato de un joven Dorian junto al cuerpo de un viejo deforme apuñalado.

En El retrato de Dorian Gray desfilan todas las ideas sobre arte y belleza de Oscar Wilde. También las críticas a la sociedad de su época, y sin quererlo, también un retrato poco amable de esa sociedad. Como en Stevenson y su El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde, subyace la dualidad de la sociedad bien victoriana. Una dualidad que refleja la hipocresía de su moralidad, que mientras predican una cosa, hacen la contraria. Algo que todavía se puede observar en la sociedad británica, que mientras te dan un empujón, sonríen pidiéndote disculpas. Es el eterno debate entre el fondo y la forma. En la sociedad victoriana puedes ser lo que quieras, pero tienes que aparentar lo contrario. Dorian es una persona sin moral y sin escrúpulos, dedicado a experimentar con todo lo que se puede experimentar: drogas, mujeres, hombres, mentiras... Mientras que toda esa corrupción no se refleje en su aspecto físico, puede seguir engañando a la sociedad en la que vive. Es el retrato el que paga las consecuencias de sus acciones.

El retrato de Dorian Gray es mi primera relectura del año. Igual hace, fácilmente, quince años de la última vez que lo leí. Y con Oscar Wilde me pasa como me pasa con algunos grupos de música que escuchaba de adolescente. Que están bien pero que ahora me gustan otras cosas diferentes. Wilde, más allá de nostalgias por otros tiempos, es una lectura adolescente. Como Poe, o como más adelante otros autores como Bukowski que me fascinaron, con el paso de los años pierden su brillo. Y es más fácil verles los defectos. Pero si uno es un poco indulgente, se pasan por alto esos defectillos y se disfruta de su lectura. El retrato de Dorian Gray es un libro que recordaba diferente y también mejor, pero que he disfrutado bastante. ¿Quién no quisiera ser siempre joven? Sobre todo ahora, que aparecen las primeras canas y las primeras arrugas. Aunque siempre está la opción de envejecer como Nick Cave. 
 

Wilde, O. (2001). El retrato de Dorian Gray. Espasa Calpe.



'The Outcast and The Rite' de Helen de Guerry Simpson: sutilidad australiana

Ya he traído por aquí varios libros de Melissa Edmundson, algunos de los cuales, como Women's Weird: Strange Stories by Women, 1890-1940Women´s Weird 2: More Strange Stories by Women, 1891-1937 y Avenging Angels: Ghost Stories by Victorian Women Writers he disfrutado muchísimo y me han proporcionado otro buen montón de buenas lecturas. Este The Outcast and The Rite: Stories of Landscape and Fear, 1925-1939 es el primero que me deja un poco frío.

Melissa Edmundson es profesora de la Manchester Metropolitan University especializada en Literatura Victoriana, además de editora antologista de numerosos libros. Sus estudios y sus intereses están dirigidos a la la literatura victoriana y eduardiana escrita por mujeres, especialmente la de temática sobrenatural. Así, ha rescatado a autoras como Clotilde Graves y Elinor Mordaunt. También está a punto de publicarse una recopilación de relatos de D. K. Broster. The Outcast and The Rite es el dedicado a la australiana Helen de Guerry Simpson.

En Grey Sand and White Sand la autora narra una historia sobre perseguir lo inalcanzable. Un artista busca su obra maestra pintando el cuadro de un paisaje, pero este siempre es cambiante, nunca puede reproducirlo tal como es. Al igual que su relación de pareja. Hay algo dentro que te impele a buscar esa perfección, pero nunca llega. En The Rite una joven decide internarse en un bosque como manera de huir. Tiene que elegir con quién casarse, si con quien de verdad quiere o con quien puede darle el nivel de vida que anhela. Una mirada muy cínica sobre el matrimonio y la pareja repleto de simbolismos. As Much More Land describe una habitación maldita y la historia que la rodea. Al final se convierte en toda una reflexión sobre el miedo como experiencia, que puede ser divertida. Pasar miedo, hasta cierto punto, y en un ambiente controlado, es algo disfrutable.
Disturbing Experience of an Elderly Lady es la historia de una mujer que se enfrenta a la tradición representada por la nueva casa. Gracias a la herencia recibida tras la muerte de su marido, por fin puede disfrutar de la libertad que da tener dinero y poderlo gastar a como quiera. Acaba comprando una vieja casa y gastando mucho dinero en reformarla, aunque comprobará que la casa se resiste a ser cambiada.

Los relatos de The Outcast and The Rite bordean lo sobrenatural. A veces caen en ello, pero generalmente son más sutiles y sobre todo más simbólicos, y si pertenecen a algún género, este es el realismo. Helen de Guerry Simpson tiene algo parecido a lo que tiene la obra Daphne du Maurier, sin llegar a crear esas atmósferas tan asfixiantes y opresivas. Mucho más simbólica, a veces sutil, su obra tiende más hacia el realismo con algunos toques fantásticos. De todas las autoras rescatadas por Melissa Edmundson, es la que me ha parecido menos interesante. También por las expectativas puestas. Había leído recientemente el libro de Elinor Mordaunt, abiertamente de temática sobrenatural, muy variado, y esperaba algo similar en tono y forma. Algunos relatos están bien, y otros son más olvidables. En cualquier caso, encantado de haber podido conocer a otra autora más.

Edmundson, M. (2018). Avenging Angels: Ghost Stories by Victorian Women Writers. Victorian Secrets.
Edmundson, M. (2019). Women's Weird: Strange Stories by Women, 1890-1940. Handheld Press.
Edmundson, M. (2020). Women´s Weird 2: More Strange Stories by Women, 1891-1937. Handheld Press.
Mordaunt, E., & Edmundson, M. (2021). The Villa and The Vortex: Supernatural Stories, 1916-1924, Handheld Press.
Graves, C. & Edmundson, M. (2021). A Vanished Hand and Others. Swan River Press.
Broster, D. K., & Edmundson, M. (2022). From the Abyss: Weird Fiction, 1907-1940, Handheld Press.
de Guerry Simpson, H., & Edmundson, M. (2022). The Outcast and The Rite: Stories of Landscape and Fear, 1925-1939. Handheld Press.




'Las manos de Orlac' de Maurice Renard: secretos y mentiras

Las manos de Orlac es una novela fatástica del escritor francés Maurice Renard. Mezcla de misterio, ciencia ficción y terror, el libro está como el autor, a medio camino entre dos épocas: la del folletín decimonónico y la del pulp. Nacido en 1875, Maurice Renard no ha tenido la suerte de ser tan traducido como su compatriota Jules Verne o como algunos anglosajones de la época. De hecho, esta novela bebe mucho del estilo de uno de esos autores anglosajones como es H. G. Wells. 

Stéphen Orlac es un joven y famoso pianista que sufre un accidente ferroviario. Su esposa, que esperaba su regreso en una estación de París, lo encontrará moribundo en los restos de uno de los vagones. Trasladado a la clínica del doctor Cerral, un polémico doctor y cirujano, stéphen salvará la vida para descubrir que sus manos ahora son torpes y diferentes, lo que lo sumirá en la depresión. También, empiezan a suceder misteriosos hechos: robo y posterior devolución de joyas, una misteriosa banda de ladrones, sesiones espiritistas y médiums, asesinatos... Y Stéphen parece estar en el epicentro de estos acontecimientos.

En Las manos de Orlac la trama se vuelve más alocada hacia el final. Con un inicio bastante convencional, la historia se adentrando en un territorio pulp con las idas y venidas de los personajes y las diversas subtramas que introduce Renard, jugando con el posible elemento sobrenatural. Algo que descarta Renard dando a la novela un final razonable y racional a tanta trama alocada. La explicación, después de todo lo sugerido anteriormente, puede llegar a decepcionar un poco. En cualquier cosa, es una novela que se lee y se disfruta por el viaje que se hace con ella, no porque plantee un misterio. Si Stéphen Orlac combate a dioses primigenios en las catacumbas de París o si acaba persiguiendo al mismísimo Arséne Lupin es lo de menos. Por eso el final no desmerece, aunque si Renard no hubiese buscado una explicación racional, tampoco habría pasado nada.

Publicada en 1920, Las manos de Orlac pronto conoció una adaptación cinematográfica de la mano del alemán Robert Wiene en 1924. No es El gabinete del doctor Caligari pero también está muy bien. En 1935 llegaría la versión de Hollywood con Peter Lorre como protagonista. También hay otra adaptación británica de 1960 con Christopher Lee y una versión bastante libre de la historia de 1991 titulada Cuerpo Maldito con Jeff Fahey de protagonista, el Lapidus de Perdidos. Esta última me parece la más divertida y alocada de todas las adaptaciones de la novela. También porque parte de un mismo planteamiento pero lleva la historia por otros derroteros. En definitiva, la novela es un buen ejemplo del pulp de la época, heredero de los folletines del siglo anterior, y uno de los primeros ejemplos de body horror en la literatura.

Renard, Maurice (2021). Las manos de Orlac. Libros del Tiempo.



'Picnic en Hanging Rock' (1975): escuela de señoritas

Picnic en Hanging Rock es una película de terror y misterio australiana dirigida por el también australiano Peter Weir. Basada en la novela Joan Lindsay del mismo título, Picnic en Hanging Rock es una de las películas más importantes dentro del terror australiano, que en la década de los setenta vivió su edad de oro. Títulos como La última ola, también de Peter Weir, Despertar en el infierno, Walkabout o Largo fin de semana así lo atestiguan. Y en todas esas películas, de un modo o de otro, el paisaje y la naturaleza australianas están presentes.

Picnic en Hanging Rock relata la historia de la desaparición de tres alumnas y una maestra en una excursión al campo. En un prestigioso y elitista internado para chicas, el día de San Valentín de 1900 realizan una excursión a Hanging Rock, un monte perdido en medio de la nada. Suceden varios hechos misteriosos que predecen a la desaparición, como que todos los relojes se paren a las 12 o que todos caigan dormidos también al mismo tiempo. Y se ofrecen algunas explicaciones racionales, como el electromagnetismo y el calor. Ya es problema del espectador aceptar esas explicaciones o no. Miranda, una de las alumnas del internado, lidera una excursión a la cima con otros tres alumnas. En un moemento determinado, como en un sueño, desaparecen miranda y otras dos compañeras más, además de una profesora que había ido, sin saber muy bien por qué, en su busca.

En la película se tratan varios temas, además del misterio. Unos sugeridos abiertamente y otros tratados de manera más sutil. Picnic en Hanging Rock es una película de época que critica la educación femenina de la época. Trasplantan la sociedad victoriana inglesa de la época a un paraje inhóspito como Australia. Las mujeres tienen que vestir con su corsé. sus medias, sus mil prendas interiores y guantes, porque eso es lo que hacen las señoritas. La directora del internado es un buen ejemplo de hipocresía victoriana, más preocupada por su prestigio y el qué dirán que por sus alumnas. Cuando la única de las alumnas desaparecidas aparece viva, lo más importante es que "esté intacta". La virginidad es un valor en una sociedad que trata a las mujeres como mercancia. También se insinúa una posible relación lésbica entre Sara, la huérfana estudiante, y Miranda, que es descrita en un momento de la película como "un ángel de Botticelli". Sara es el cervatillo abandonado y condenado. También, a través de otros personajes, vemos las relaciones de clase existentes entre la élite gobernante y la clase trabajadora. Y todo esto, la crítica social a la educación y a la sociedad de la época, está envuelto en un halo de misterio y de simbolismo. El ascenso a la cima, al cielo, es la muerte y la iluminación. Ángela, descrita como un ángel, lidera esa excursión a la cima en un monte, Hanging Rock, donde parece habitar el dios Pan griego.



Una de las cosas que hace muy bien Peter Weir es lo de insinuar posibles culpables. Como en una novela de Agatha Christie, los espectadores estamos acostumbrados a culpar al mayordomo. Pero Picnic en Hanging Rock funciona de manera distinta. Weir frustra nuestras expectativas cuando los posibles culpables son los responsables de rescatar a la única superviviente de la desaparición. Porque lo importante es todo lo que rodea al misterio más que el misterio en sí. Y porque no existe una epifanía final que revele dicho misterio. Desaparecen cuatro personas, sólo se encuentra a una y nunca llegamos a saber realmente qué es lo que pasó. Y es precisamente esta falta de resolución y la manera en la que está contada la historia lo que ha hecho que se convierta en leyenda. Algo de lo que podrían haber aprendido en las últimas temporadas de Perdidos, por cierto. Hay muchas teorías y libros intentando dilucidar el misterio de las desapariciones de Hanging Rock, pero quizás el hecho más curioso es que esta ficción se haya convertido en una leyenda urbana que se cuenta como si de verdad hubiese sucedido. Es una historia que se ha incorporado al folclore nacional australiano y donde ya poco importa que esté basado en un hecho real o no. Fascinante.

A nivel de realización está muy bien dirigida. Nos podríamos preguntar, parafraseando a los Monty Python, qué nos ha dado Peter Weir. Y no, no han sido acueductos y un sistema de alcantarillado como los romanos, pero sí películas como El show de Truman, El club de los poetas muertos, Master and Commander, El año que vivimos peligrosamente, Único testigo, La costa de los mosquitos, La última ola o esta Picnic en Hanging Rock. En el caso de esta última, un cine evocador, de atmósfera, que provoca sensaciones a través de imágenes y que crea su propio mundo. ¿Dónde está Miranda ahora? Probablemente convertida en ninfa o en el verso de un poeta






 

'De noche, bajo el puente de piedra' de Leo Perutz: el paraíso perdido

Leo Perutz es uno de los escritores más importantes del fantástico europeo de principios del siglo XX. Nacido en Praga en 1882 en el seno de una familia judía, participaría en la I Guerra Mundial y se exiliaría a Palestina durante la II Guerra Mundial. Forma parte, junto a Alexander Lernet-Holenia, Gustav Meyrink, Frank Kafka, Stephan Grabinski, Maurice Renard, Aleksandr Belaiev, Aleksandr Bogdánov, Stephan Grabinski y otros más, de una nómina de escritores europeos que revolucionó el género fantástico a principios del siglo pasado.

De noche, bajo el puente de piedra, publicada en 1953, es una de las últimas novelas de Perutz y está considerada como su obra maestra. Y lo de novela habría que cogerlo con pinzas, pues la propia estructura de la novela la componen catorce relatos independientes entre sí pero interconectados por varios personajes y lugares, es este caso el barrio judío de Praga. Cronológicamente se sitúa la acción entre finales del siglo XVI y principios del XVII, justo coincidiendo con el reinado de Rodolfo II y los sucesos inmediatamente posteriores a su muerte que anteceden la Guerra de los Treinta Años. Es precisamente el emperador Rodolfo II uno de los protagonistas de esta novela.

Con la excusa de narrar los amores imposibles entre Rodolfo II y la judía Esther Meisl, Perutz se adentra en una Praga judía de los siglos XVI-XVII fantástica y llena de elementos de la cábala, la alquimia y la astrología. Es el gran rabino Loew el que, presionado por Rodolfo II bajo la amenaza de acabar con los judíos en su reino, consiente en entregar a Esther al emperador. Pero lo hace de una forma especial, convirtiéndolos en romero y rosal durante el sueño. Esther está casada con Mordejai Meisl, judío prestamista protegido del emperador que también articulará muchos de sus relatos. De hecho es Jakob Meisl, un estudiante de medicina, el depositario de estos relatos y el que transmite esta herencia a Leo Perutz. De noche, bajo el puente de piedra, es la obra más abiertamente fantástica de Leo Perutz. Siempre sobrevuela el elemento fantástico en sus novelas, pero aquí no hay duda. Los catorce relatos, que no siguen un orden cronológico, forman parte de una narración fragmentada que nos sumerge de lleno en una Praga irreal y en sus habitantes, empezando por el excéntrico emperador Rodolfo II. 

En el epílogo final del libro Perutz establece un paralelismo entre esa Praga que él vivió antes de la I Guerra Mundial y la Praga de Rodolfo II antes de la Guerra de los Treinta Años. En cualquiera de los dos casos, esa ciudad murió sumida en un periodo de destrucción absoluto y el libro es un canto melancólico, además de fantástico, a ese tiempo dorado mitificado por la memoria. Como teselas de un mosaico, Perutz hilvana una narración que va de lo particular a lo general, demostrando su inmenso talento como escritor. De noche, bajo el puente de piedra es una novela subyugadora y que bien merece la fama que tiene de obra maestra.

Perutz, Leo (2016). De noche, bajo el puente de piedra. Libros del Asteroide.



'Dificultades con los líquenes' de John Wyndham: feminismo y ecología

John Wyndham es uno de los mejores escritores británicos de ciencia ficción del pasado siglo. Aunque llega a publicar algunas obras en los años veinte, es a partir de 1951, año de publicación de El día de los trífidos, cuando logra el reconocimiento. También sería una novela germinal, ya que el éxito de El día de los trífidos hizo Wyndham repitiera esquemas en sus siguientes novelas. El kraken despierta y Los cuclillos de Midwich son buena muestra de esto: una amenaza venida del espacio que amenaza con exterminar a la raza humana. Las crisálidas está ambientada ya en ese mundo postapocalíptico y Dificultades con los líquenes puede ser interpretado como un preludio a ese desastre. En cualquier caso, y pese a que cada novela pone el foco en un momento temporal diferente, el tema siempre es el mismo: los problemas intrínsecos de la humanidad y la amenaza exterior de una forma de vida superior.

En Dificultrades con los líquenes John Wyndham plantea el problema de extender la vida humana unos cuantos de cientos de años. Dividida en tres partes, la primera nos presenta a varios personaejes, entre ellos a la protagonista, Diana Brackley. Sorprende mucho encontrarse con un personaje de una mujer fuerte e independiente y con un discurso tan claramente feminista en una novela de 1960. Diana es una joven que desafía las convenciones de la época. Desafía las expectativas de sus padres, sobre todo de su madre, de sus profesoras, de su entorno... Además de guapa y atractiva según los cánones heteronormativos, es muy inteligente. Quiere seguir estudiando, no casarse y tener hijos. Obtiene una beca para estudiar en la mejor universidad donde se especializa en bioquímica. De ahí, da el salto a la empresa privada, empezando a trabajar para el doctor Francis Saxover, cuyos laboratorios están especializados en descubrir nuevos componentes y sustancias para patentarlos. Como ciertos líquenes con propiedades antibióticas. Es así como Francis descubre de casualidad las propiedades antienvejecimiento de un determinado tipo de líquen. Y cómo oculta este descubrimiento, despertando la curiosidad de Diana, que investiga por su cuenta llegando a las mismas conclusiones de Francis y abandonando la empresa.

La segunda parte de la novela, ambientada catorce años después del descubrimiento de las propiedades antievejecimiento de un cierto tipo de líquen, narra la historia de cómo este hecho, oculto, amenaza con salir a la luz. Francis ocultó este descubrimiento porque entrevió las consecuencias negativas de dicho decubrimiento. El primero de todos es que no hay líquenes para todos, y no ha descubierto la manera de sintetizar esa sustancia de manera artificial. Así que si anuncia su descubrimiento, sería sólo para provocar caos y guerras que servirían además para crear una casta de casi inmortales. Pero es que si descubriera la manera de sintetizar esas sustancia artificialmente y hacer accesible el tratamiento antiedad a toda la población, también estaríamos ante un problema: la superpoblación. Algo muy de la ciencia ficción de la época, pero que aquí está desarrollado de una manera realista y hasta sus últimas consecuencias. Vivir cuatrocientos años tiene implicaciones prácticas devastadoras para la humanidad. Sin embargo, Diana, que se ha establecido como empresaria con Nefertiti, una compañía de productos antienvejecimiento femeninos, parece que piensa diferente de Francis y que tiene su propia agenda sobre el tema. Y es una agenda feminista. Como su tía abuela sufragista que reventaba escaparates, Diana trata con lo que llama Antigerome, la sustancia antienvejecimiento, a mujeres de hombres importantes de manera secreta. De tal manera que cuando se descubra la verdad, éstas presionen a sus maridos para que se legalice esta sustancia. Además, lo hace con la creencia de que ayudará a la liberación de la mujer, que dejará de ser una madre y una esposa para convertirse en una compañera.

El virus Wyndham crece y se expande como un tumor en tu biblioteca


Por último, la tercera parte de la novela desarrolla las consecuencias de que la verdad sobre los líquenes y sus propiedades salgan a la luz. Ya estaba de antes, pero aquí el humor y la fina ironía de Wyndham se despliegan en su máximo esplendor. Como Capek en La guerra de las salamandras, y como otras obras de Wyndham en las que el periodismo tiene un papel importante, hace mofa de la profesión y de la sociedad de su época. Los sindicatos y los laboristas están en contra de un producto que prolonga la vida de los trabajadores cientos de años porque aumenta la explotación de estos. Los conservadores ni sí ni no, a verlas vernir. La asociación de funerarias en contra, porque acaba con su negocio. La Iglesia se lo sigue pensando. El bloque occidental dice una cosa, los soviéticos otra... Y así un largo etcétera donde Wyndham no deja títere con cabeza.

Además de su discurso feminista, de alertar de los peligros que conlleva la ciencia en malas manos y de dar unos palitos a su profesión, el periodismo, John Wyndham también sorprende por introducir en esta novela un discurso ecológico. Se centra en algo muy de su época, la superpoblación, pero va más allá. Critica la tendencia del ser humano a posponer los problemas. Como no me van a afectar, que los herede la generación siguiente. Alargar la vida supone también tener que hacer frente a esos problemas, ya que por primera vez nos van a afectar las consecuencias de nuestros actos. ¿Alguien dijo cambio climático?

Dificultades con los líquenes es, de lejos, la novela que más me ha gustado y que más he disfrutado de John Wyndham. El recuerdo de El día de los trífidos es bueno, El kraken despierta me gustó aunque tenía ciertos pasajes que no habían envejecido bien y Los cuclillos de Midwich con sus parrafadas y divagaciones filosóficas casi se me atraganta, pero Dificultades con los líquenes ha sido cogerlo y no soltarlo hasta llegar al final. Me parece que va en línea de autores como Capek y Chesterton. Igual no tan loco La krakatita o El hombre que fue Jueves, donde casi casi se llega al absurdo, pero Dificultades con los líquenes es igual de divertido. Siguiente parada, Chocky.

Wyndham, J. (1987). Trouble with Lichen. Penguin.








'La maldición de los Bishop' (1971): los sueños rotos

La maldición de los Bishop, título con el que se estrenó en España Let's Scare Jessica to Death, es una película de terror ditigida por John D. Hancock. Cuenta con guion del propio Hancock y de Lee Kalcheim, además de atribuir a Sheridan Le Fanu el origen de la historia. Junto a Muerte de un jugador, estrenada un par de años después y que cuenta con un jovencísimo De Niro en su reparto, son de las pocas películas conocidas Hancock, un director con una carrera muy modesta y pocos títulos.

Esta La maldición de los Bishop es un buen ejemplo del cine de guerrilla estadounidense de esa época. Desde La noche de los muertos vivientes de Romero, muchos cineastas se lanzaron a la aventura de rodar películas de bajo presupuesto y muchas compañías y estudios cinematográficos se embarcaron en la tarea seleccionar la película que triunfase y les diese un alto rendimiento económico a cambio de una inversión irrisoria. Se estima que La maldición de los Bishop costó unos 250.000 dólares, cifra similar a los 325.000 de Halloween en el año 78 o los 300.000 de la Phantasm de Coscarelli un año después; o los poco más de 100.000 dólares que se gastó Romero en  La noche de los muertos vivientes, por ofrecer un poco más de contexto. Todo este tipo de producciones comparten características como pocas localizaciones, un reparto desconocido e incluso a veces amateur, pocos o ningún efecto y realizaciones en su mayoría bastante torpes. Muy en la línea de lo que se hacía en otros países. Lucio Fulci siempre trabajó con presupuestos irrisorios para rodar sus películas. 

Edward Hopper estaría contento


La maldición de los Bishop es una película de terror psicológico, al menos en sus dos terceras partes de metraje. Narra la historia de un matrimonio, Duncan y Jessica, que junto a un amigo, Woody, dejan Nueva York para empezar una nueva vida como agricultores en una granja recién adquirida por Duncan con sus últimos ahorros. Jessica ha pasado seis meses en el hospital debido a un brote psicótico, y ahora que parece curada, deciden cambiar los aires convulsos de la gran ciudad por la tranquilidad del campo. A la llegada a su nuevo hogar descubren a una ocupa, Emily, a la que invitan a quedarse con ellos. Porque esta película se estrenó en 1971 y refleja el mundo hippie y sus sueños rotos. Duncan es un afamado músico de una filarmónica que decide irse a cultivar patatas al campo. Como Woody, su amigo. O la nueva chica del grupo, Emily, que deja la universidad varias veces para vagabundear de un sitio a otro. Viven en una casa sin luz eléctrica, se bañan en el río y venden parte del mobiliario para poder comer hasta que la cosecha esté lista. Son tan pintorescos que hacen la mudanza de Nueva York a esta granja en un coche fúnebre, porque es la opción más barata. Pero lejos de idealizar esta vida, La maldición de los Bishop nos muestra la resaca posterior a la gran fiesta, un sueño roto semilla del desencanto posterior. La revolución conservadora que se está incubando es producto del fracaso de los sesenta, es su reverso oscuro.

Empezar y acabar con un mismo plano está al alcance de pocos


La película tiene un ritmo pausado y a veces contemplativo: los efectos de sonido, sobre todo del viento, los paisajes de la granja y el lago, la niebla... Juega también con la idea de realidad y sueño. O en este caso más concreto, realidad o locura. Jessica sigue escuchando voces en su cabeza. A veces son susurros de personas desconocidas y otras veces son sus propios pensamientos. Para eso se utiliza el recurso de la voz en off. Jessica nunca está del todo segura de si las cosas que ve son reales o no. Un poco como sucedía con los protagonistas de Imágenes (1972) y Amenaza en la sombra (1972), que parecen perder la cordura. Jessica es una mujer frágil, rota y dependiente incapaz de salir de su propio laberinto. Su enfermedad mental tiene un costo, material e inmaterial, en su vida. Estar enferma supone para Jessica la quiebra de su matrimonio y la quiebra económica. El fracaso de un proyecto colectivo también acarrea el fracaso personal y muchas vidas rotas por el camino. 



La maldición de los Bishop también se la puede catalogar de gótico sureño. Un gótico sureño muy libre, pero gótico sureño al fin y al cabo. El título en español alude a la familia Bishop, antigua propietaria de la granja en la que ahora viven el grupo de amigos, y también a su maldición. En 1880 se ahogó Abigail Bishop en el lago que hay junto a la granja. Aquí la película hace un batiburrillo de fantasmas, vampiras y zombis que dan como resultado una macedonia sobrenatural bastante indigesta. Se insinúa que Emily, la chica que vivía de ocupa en la casa, puede ser esa Emily Bishop. O como una especie de Carmilla, una vampira que seduce a los hombres de la casa y los acaba convirtiendo en una especie de zombis con un final que rompe con todo lo que venía siendo el tono sutil de la película. Si nos fijamos en el póster, ya nos da una idea de cómo se quería vender la película: otra de zombis. La sombra de Romero era alargada, y La maldición de los Bishop no pudo o no supo sustraerse de esta influencia. A pesar de lo cual, de un final que desmerece lo que estábamos viendo hasta ese momento, La maldición de los Bishop es una película que, si te gusta el grano gordo setentero, merece la pena ver. 






 


'El grito de la muerte' (1970): llega el invierno y llegan los lobos

El grito de la muerte es una película de terror del director Gordon Hessler. De padre danés y madre inglesa, creció en Reino Unido hasta que su familia se mudó a Estados Unidos. Dirigió muchos documentales, series de televisión, colaboró con Alfred Hitchcock y entre finales de los sesenta y principìos de los sesenta rodó varias adaptaciones de Poe y películas de terror para la American International Pictures con Vincent Price como protagonista. Una etapa final que, como le pasó a la Hammer por esos años, incluía más dosis de sangre, colores intensos y tetas. Estrenada en 1971, El grito de la muerte es una de esas películas.


En el siglo XV, Lord Edward Whitman, personaje interpretado por Vincent Price, es un magistrado cruel que persigue a la brujería en su demarcación. Los viejos dioses siguen vivos en sus tierras, y Lord Edward está dedicido a acabar con ellos. Además lo hace desde el descreimiento. La brujería es vista como un desafío al establishment que él representa, no como un poder real. Y como tal desafío, está decidio a acabar con esa amenaza a su poder. Lo hace de una manera cruel. Es un magistrado que impone sus medidas al pueblo de una manera sanguinaria y arbitraria. Es la ley, y puede abusar de cualquiera, aunque se considera una persona recta. Es algo que no gusta a su joven esposa, Patricia, ni a sus hijos Harry y Maureen. Sólo el sádico Sean parece seguir el mismo camino de su padre, que con su banda de jóvenes, más que proteger la ley abusa de ella en su beneficio. 


Lord Edward descubre en unas ruinas a un viejo culto pagano liderado por Oona. Acaba con muchos de ellos pero deja a Oona libre para que sufra por la pérdida de sus seguidores. No la considera una amenaza real. Lo que ella hace es maldecirle y maldecir a su familia. Para ello invocan a un espíritu que resulta ser Roderick, el joven amante de Maureen, la hija de Lord Edward. Roderick es un bnashee, un espíritu, un sidhe en la vieja lengua, que acaba poseído por la voluntad de Oona y su círculo para matar y llevar a cabo la maldición sobre los Whitman. Para ello adopta una forma lobuna, motivo por el cual la muerte de Sean, el salvaje hijo de Lord Edward, se atribuirá a un perro rabioso. O más adelante, a un perro embrujado. Roderick es una criatura sin alma nacida del fuego y que sólo puede morir por el fuego.


La película podría entrar dentro de la categoría del folk horror. Vemos un poder cristiano que se enfrenta a su contraparte pagana. Aunque este culto pagano tiene mucho de satanista. Los asesinatos de Manson estaban muy recientes todavía y todo el terror y paranoia satanista estaba creciendo. Oona lidera un grupo de culto pagano a los antiguos dioses pero acaban invocando a lord Satan, como lo llaman en la película, para clamar venganza. ¿Qué pinta el demonio en todo esto? Aún así y pese a esta incosistencia, y algún detallito más, creo que se ajusta bien a la categoría antes mencionada. Luego la película tiene algunos problemas más, como el tema de diseño y producción. Muchas veces da la sensación de que la gente va disfrazada. Algunas escenas en las que se incluyen peleas son un poco sonrojantes. Sin llegar al nivel de Están vivos de Carpenter, pero casi. Lo que nos debería hacer apreciar más a James Wan y Maligno. Y luego hay un personaje, Mickey, que es el enterrador del cementerio y ladrón de tumbas, que introduce un contrapunto cómico que no acaba de cuadrar del todo bien con el tono de la película. Si convenimos que no es la mejor de las películas y que tiene sus fallos, podemos disfrutar de ella. Además, aparece Vincent Price. Ya sólo por eso merece la pena.









'El rojo en los labios' (1971): más rápida que el día

El rojo en los labios es una película belga de terror dirigida por el también belga Harry Kümel y estrenada en 1971. Película que le sirvió para financiar Malpertuis, la adaptación de la obra del también belga Jean Ray y la obra más conocida de Kümel, que se estrenó el mismo año. Si para Malpertuis tuvo la suerte y el dinero para contar con un reparto encabezado por Orson Welles, en El rojo en los labios todo es mucho más modesto, aunque cuenta con la francesa Delphine Seyrig que está magnífica en esta película.

El rojo en los labios es la historia de un matrimonio de recién casados que se hospedan en un hotel fuera de temporada en Ostende. Allí llega, un poco después, la misteriosa condesa húngara Isabel Báthory y su secretaria Ilona. Lo que podemos intuir, ya desde el primer momento, es que algo raro hay en la condesa. El mismo recepcionista del hotel recuerda haberla visto hace cuarenta años en el hotel, con el mismo aspecto. A esto hay que unir los misteriosos crímenes que están teniendo lugar en Brujas, una ciudad cercana, donde aparecen los cadáveres de cuatro jóvenes asesinadas, sin una hota de sangre en el cuerpo. Vamos, que blanco y en botella. La condesa enseguida se ve atraída por Valerie, la joven Mrs. Chilton, e inicia su juego de seducción, que al principio Valerie rechaza. Porque la el joven matrimonio de los Chilton tiene su propia historia. Ella, suiza, y él británico, se han conocido hace poco en Suiza y se han casado hace un día. Es una relación extraña donde ella, joven ingenua y plebeya y él, aristócrata de familia bien y autoritario, se van descubriendo poco a poco. Valerie descubre que su marido, como buen lord inglés, es un sádico y un maltratador al que le excita la violencia y la muerte. Además de un poco tonto. En un momento le llega a decir a la duquesa que "él es un hombre y ella (por Valerie) es mía".

Kümel y la sutilidad de los símbolos fálicos

El rojo en los labios es una película que se aleja de muchos de los tópicos del cine de vampiras lesbianas de la época. Un cine más preocupado en proporcionar material excitante a señoros que en contar una historia de terror. Aunque la sexualidad está presente en la película, y aunque es un poco turbia, juega más la carta de la sensualidad implícita que del sexo explícito, sin que distraiga demasiado de la historia. Una historia que es bien simple. La condesa Báthory quiere a Valerie, y hará todo lo posible por conquistarla. Es como una niña pequeña y caprichosa, quiere que todos la quieran. El rojo en los labios también es una película diferente porque está centrada en esta historia y el horror de ese joven matrimonio, no en el terror de los asesinatos, que salvo el brazo lívido de una víctima cuando se la lleva la ambulancia, no vemos nada. Sí vemos un par de accidentes, con muertes muy chorras, todo hay que decirlo, y poco más. Lo demás es todo subtexto y alegorías más o menos sutiles. Los labios rojo a los que alude el título de la condesa e Ilena y los tropecientos fundidos a rojo son un buen ejemplo.

Las vampiras hacen punto

El rojo en los labios se puede definir como una mezcla entre El cuerpo y el látigo, de Mario Bava, y el cine de Nouvelle Vague francés. La puesta en escena, los diálogos, la fotografía, las imágenes alegóricas y simbólicas, como la tormenta, todo eso contribuye a crear una atmósfera decadente donde la condesa Báthory es la reina. Interpretada por Delphine Seyrig y con un aire a Marlene Dietrich, la condesa acaba controlando todo y a todos, que parecen existir sólo para complacer sus caprichos. En el papel de mujer fatal, Stefan Chilton interpreta el papel de héroe. Un héroe maltratador y violento seducido por el lado más sádico. No quiere salvar a Valerie de la condesa, sólo la quiere porque causarle dolor le da placer. Pero si una cosa nos queda clara en la película es que deshacerse de un cadáver en Bélgica es fácil, demasiado fácil.





'Imágenes' (1972): Alicia cayendo por la madriguera del conejo

Imágenes es una película dirigida y escrita por Robert Altman y estrenada en 1972. Altman, que venía de filmar un par de años antes MASH y tenía una carrera en ascenso, hace en esta Imágenes lo que quiere. Es un tipo que como Kubrick, trabajó distintos géneros, como western, noir, drama, comedia y musical, pero que también se interesó por la mezcla de géneros. Esta Imágenes se puede clasificar como thriller psicológico de terror, por momentos bastante desconcertante. También bastante personal, como casi todas las películas de Altman. Cuenta también con otra estrella ascendiente de la época, Vilmos Zsigmond, como director de fotografía, que trabajaría con Altman en El largo adiós y cuya carrera incluye colaboraciones con Spielberg y De Palma entre otros. Su particular estilo es muy reconocible en Imágenes, donde tanta importancia tiene esa cámara fotográfica del marido de la protagonista. Que también cuenta con una estupenda banda sonora de John Williams. Altman estaba muy interesado en hacer del sonido una experiencia más envolvente. Y la protagonista, Susannah York, está enorme.

Imágenes narra la historia de Cathryn, una mujer ya de mediana edad y de su descenso a la locura. Un descenso que más que gradual, se muestra más como una exploración de la psique de la protagonista. A Imágenes se la compara, a pesar de que Altman inició este proyecto en los sesenta, con Persona de Bergman, Repulsión de Polanski y Giulietta de los espíritus de Fellini, todas películas de mediados de los sesenta. La película se inicia con la escena de Cathryn escribiendo un cuento infantil y cómo una llamada de teléfono de una amiga interrumpe este proceso creativo. En esa llamada, se cuela una voz que le dice que su marido, ausente en una reunión de trabajo, le está engañando con otra mujer. Se repiten las llamadas hasta que Cathryn decide descolgar todos los teléfonos de la casa. Y es que todo es simbólico en esta película. Ese gesto de desconectarse del mundo también es lo que sucede con su percepción de la realidad. Como la historia infantil que está escribiendo y que nos narra su voz en off, una metáfora que persigue unicornios y que a su vez se entreteje con la realidad de Cathryn.

La cámara omnipresente en la vida de Cathryn

A lo largo de la película vamos conociendo más sobre Cathryn, sobre su pasado, sus traumas, sus anhelos y sobre todo sus miedos. La ficción se mezcla con la realidad. Los momentos de disociación que padece Cathryn están rodados de distintas maneras. En una de las escenas en las que habla con uno de sus amantes muertos, a veces vemos a este hombre y otras Atlman sólo nos muestra una silla vacía. Como el doble que persigue a Cathryn, que a veces desaparece dejando a Cathryn contestándose a sí misma. Más simbolismo podemos encontrar en el puzzle, al que le faltan piezas y que Cathryn es incapaz de terminar. La joven Susannah, hija de uno de sus antiguos amantes, la propia casa de campo y su geografía, con el valle, las montañas, el lago, la pequeña cascada, el bosque... La narración muchas veces se convierte en un relato de hadas posmoderno, con la protagonista persiguiéndose a sí misma en en un laberinto borgiano infinito.

Rodada en Irlanda los paisajes son una chulada

Además, Imágenes cuenta con una factura técnica y una realización sobresalientes. Hay picados, contrapicados, zooms in, zooms out, transiciones entre escenas memorables... Y todo está al servicio de la historia, no del lucimiento del director. Es la particular forma que tiene Altman de contar audiovisualmente el descenso de Alicia por la madriguera del conejo. Si el flujo de conciencia, la inclusión de los monólogos interiores, supuso una revolución en las manera de narrar literarias y el surgimiento del Modernismo, la manera en la que Altman narra es un intento por capturar la complejidad de la psique de una mujer enferma, con toda su complejidad y su profundidad. Igual por eso no es una película fácil de ver si estamos acostumbrados a otro tipo de narrativas, pero si entras, Imágenes es una gozada. Otro tipo de terror setentero.










'The Ghost Stories of M. R. James': agárrame esos fantasmas, James

M. R. James es el típico autor del que todo aficionado/a al género ha oído hablar y del que seguro que ha leído un par de relatos. Es bastante habitual encontrarse con su obra en antologías dedicadas al fantástico, junto a otros nombres también populares como Poe, Lovecraft o Hawthorne. Lo que ya no es tan habitual es leerse un libro suyo. Así que después de ver La noche del demonio, película basada en uno de sus relatos, decidí poner solución a esto.

Montague Rhodes James (1862-1936) fue muchas cosas en su vida: anticuario, profesor medievalista experto en manuscritos antiguos, pero por lo que es recordado es por sus historias de fantasmas. Y eso a pesar de que las escribía como mera distracción de sus tareas más serias. O al menos más serias para él, que siempre le quitaba gravedad al asunto de escribir historias de terror. Provenía de una rica familia que debía su fortuna a las plantaciones jamaicanas que poseía. Educado en el Eton College primero y después en el King's Collegue, es la quintaesencia de las élites británicas, que desde entonces y hasta ahora, tan poco han cambiado: gente conservadora, clasista y con un punto sádico. Al menos al bueno de Monty le dio por escribir historias de fantasmas y no por invadir Polonia. Minipunto para Reino Unido.

James, obsesionado con su trabajo de anticuario y dedicado al estudio de viejos manuscritos, trasladó esta personalidad tan meticulosa a su otra afición, la escritura de cuentos de terror. Desarrolló su propio estilo y lo siguió a rajatabla, sin salirse nunca ni un ápice. Y este es uno de los principales problemas, aunque no exclusivo, de su obra. Su estilo es reiterativo. No es nada malo y también le sucede a otros muchos autores y autoras, pero es bueno tenerlo en cuenta. Otra cosa que puede molestar, o no, es el uso de latinajos. Es de lo que controlaba el hombre, de manuscritos antiguos, escritos muchos en latín. Y a pesar de ese estilo reiterativo salpimentado con ocasionales latinajos, los cuentos de M. R. James son muy buenos. Es precisamente ese estilo, tan preocupado es construir una atmósfera, el que convierte en brillantes muchos de sus relatos. Siempre presenta a su personaje sumido en su día a día. En una visita a unas ruinas, o una vieja librería sitio similar, encuentra un objeto maldito. A partir de entonces, la atmósfera se empieza a enrarecer y hace acto de presencia una entidad sobrenatural que busca venganza. Si a eso le sumas que los protagonistas de sus relatos, trasuntos de sí mismo, son personajes reprimidos y pomposos, le añaden un extra de opresión a la ya de por sí enrarecida atmósfera de sus historias.

Canon Alberic's Scrap-Book es el relato que preconfigura su estilo. Hay un objeto maldito, un personaje atrapado, frases en latín y libros. Lost hearts trata sobre un niño huérfano que es adoptado por un primo suyo. Y aunque todo parece ideal al principio, el niño acaba descubriendo que su primo practica la magia. Quiere alcanzar la inmortalizad practicando un viejo rito, para lo cual necesita sacrificar a niños y ofrecer sus corazones. Es algo que ya ha hecho antes. Number 13 relata la historia de un viajero inglés en Dinamarca. Descubre la superstición sobre el número 13. En el hotel donde se hospeda, no existe una habitación con ese número. O sí. Porque por la noche la casa se transforma y aparece de la nada una habitación con ese número. Este caballero inglés, dedicado que se dedica a copiar viejos manuscritos, se tendrá que enfrentar al ocupante de esta habitación número 13. la casa que cambia, maldición, dinamarca hoteles, caballero inglés. copiando manuscritos. En 'Oh, Whistle, and I'll Come to You, My Lad' el personaje se topa por casualidad con las ruinas de una vieja iglesia templaria, de donde rescata un objeto que resulta ser un silbato con inscripciones en latín. Sopla un par de veces el silbato sin saber que lo que realmente está haciendo es convocar a una entidad sobrenatural. Como en It Follows, algo comienza a acosar a nuestro personaje, que aunque en principio descreído de los temas sobrenaturales, acaba finalmente desquiciado. De este relato también hay varias películas, pero no he conseguido ninguna. Todavía. 

M. R. James es un autor traducido al castellano frecuentemente. Es fácil hacerse con sus libros. La colección El Club Diógenes de la editorial Valdemar incluye varios de sus títulos. Yo, por evitar caer en el tedio de lo repetitivo del estilo del autor, opté por una antología, The Ghost Stories of M. R. James, publicada por la British Library. No llega a las doscientas páginas e incluye once de sus relatos más famosos. Me parece la medida justa para no sufrir un empacho de libros malditos escritos en latín y anticuarios pomposos de turismo rural. El libro forma parte de una colección sin título de la British Library dedicada a editar en tapa dura a autores como Edgar Allan Poe, Margaret Oliphant, Sheridan Le Fanu y M. R. James. Tapa dura, papel de buena calidad y buena encuadernación a buenos precios. Obviamente, que estén impresos en República Checa tiene bastante que ver con esto. A finales de este mes de junio de 2022 se publica The Whisperers and Other Stories: A Lifetime of the Supernatural, de Algernon Blackwood. Sí, lo habéis adivinado, se viene para casa. 

James, M. R. (2018). The Ghost Stories of M. R. James. British Library.
Blackwood, A. (2022). The Whisperers and Other Stories: A Lifetime of the Supernatural. British Library.



'Mary Elizabeth Counselman: Hostess of Horror and Fantasy': herencia veneno

The Women of Weird Tales es un libro publicado por Valancourt Books que recoge la aportación de cuatro autoras a la famosa revista de fantasía. Una de esas autoras es Mary Elizabeth Counselman, cuyo relato The Three Marked Pennies es uno de los más recordados y populares de la revista. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con otros autores masculinos que también vieron publicada su obra en Weird Tales, la obra de Counselman ha permanecido en el olvido. The Women of Weird Tales rescataba dos de sus relatos poniendo en valor su talento como escritora. Como con Everil Worrell, otra de las escritoras incluidas en ese libro, ha servido para que despierte cierto interés entre los aficionados al género que algunas editoriales han aprovechado para publicar de nuevo su obra. Este Mary Elizabeth Counselman: Hostess of Horror and Fantasy es precisamente eso. Armchair Fiction, que se dedica a publicar obra libre de derechos de autor o casi, publicó hace unos meses este libro que recoge diecisiete relatos de Mary Elizabeth Counselman. Y hasta ahora, salvando alguna cara edición de segunda mano, es lo único disponible de esta autora. Eso sí, en inglés y sin traducción a la vista. De otra de las autoras incluidas en The Women of Weird Tales, Greye La Spina, sigue sin publicarse ninguna reedición de su obra.

Mary Elizabeth Counselman: Hostess of Horror and Fantasy recoge diecisiete relatos de la autora, todos a excepción de uno publicados entre 1934 y 1953 en la revista Weird Tales. La edición de Armchair, que no cuenta con introducción ni prólogo alguno, incluye algunas ilustraciones que acompañaban a los relatos en Weird Tales. Como libro, es una edición en tapa blanda con un diseño gráfico cuestionable y una portada horrorosa, y faltan informaciones básicas como la fecha de publicación de los relatos y los autores/as de las ilustraciones incluidas. Pero, como suele suceder en estos casos, la editorial lo compensa con el precio. Un libro barato de una autora cuya obra, hasta el día de hoy, es inaccesible, más allá de acudir a ediciones online de Weird Tales.

Mary Elizabeth Counselman: Hostess of Horror and Fantasy es una muy buena muestra de la obra de Counselman y de un género, el pulp horror, todavía denostado. El libro abre con el relato Cordona's Skull, donde un mago venido a menos intenta chantajear a otro mago. Es puro pulp, con un protagonista borracho y cazafortunas que ve su suerte truncada al convertirse en un cazador cazado. El siguiente relato, The Smiling Face, se centra en el tema de los celos. En una expedición en busca de una ciudad perdida en la jungla brasileña, un marido celoso acaba ordenando el asesinato de su esposa y de su supuesto amante. En Night Court un joven veterano de la Guerra Corea al que le gusta pisar el acelerador es juzgado por una corte de muertos que ríete tú de la DGT. ¿Perderá todos los puntos del carné? Mommy anticipa esa corriente del terror tan en boga en los años setenta del siglo pasado de los niños chungos. Una huérfana es adoptada por una viuda sin hijos. Lo que no sabe la viuda es que además de adoptar a la hija también se lleva en de regalo a la madre muerta de la niña. The Green Window es la historia de una maldición familiar. La habitación donde murió el patriarca de la familia tiene una ventana verde. Da igual que cambies el cristal, al final el vidrio se opaca y coge un tono verdoso. La tradición dice que cuando alguien muere en la casa, esa ventana es una ventana al futuro que muestra la siguiente muerte que tendrá lugar en la casa. Ya apunta, especielamente con ese final, a Cuentos de la cripta y Twilight Zone. The Tree's Wife es la refomulación redneck de Romeo y Julieta con tintes de folk horror. La protagonista está casada con un árbol, algo que entronca, nunca mejor dicho, con tradiciones que van desde la Antigua Grecia hasta la Edad Media y África. En The Prism el tonto del pueblo desata la locura general al afirmar que puede ver de qué color son las personas.
 
Si el universo de Everil Worrell estaba plagado de vampiros espaciales, licántropos y brujas, el de Mary Elizabeth Counselman está lleno de fantasmas, vudú, ciudades perdidas en lejanas junglas, herencias venenosas y un sentido del humor macabro y retorcido. Counselman es mucho más que un relato o dos, es la autora de una obra lúdica muy entretenida plagada de referentes que se han convertido en lugares comunes para la ficción fantástica, sobre todo en su vertiente audiovisual. Cualquiera de sus relatos podría ser susceptible de convertirse en el argumento de un capítulo de Expediente X o Black Mirror; o como The Web of Silence, en uno de Buffy, cazavampiros

Counselman, M. E. (2022). MASTERS OF HORROR VOL. THREE: Mary Elizabeth Counselman Hostess of Horror and Fantasy. Armchair Fiction.
Anderson, M. R., (2020). The Women of Weird Tales. Valacourt Books.
Worrell, E. (2020). Call Not Their Names, Independently Published.





'The Hole in the Moon and Other Tales': Margaret St. Clair y lo fantástico maravilloso

Eva Margaret Neely (1911-1995), más conocida por su nombre de casada Margaret St. Clair, es una escritora estadounidense de ciencia ficción autora de más de cien relatos y ocho novelas. Sus historias aparecieron en revistas pulp de la época, bien bajo su nombre o bien bajo pseudónimo. Aunque se mueve claramente dentro del género de la ciencia ficción, también bordea la fantasía y el terror, encajando algunos de sus relatos en eso que se ha venido a llamar new weird. El primer relato que leí de St. Clair, The Island of the Hands, es buen ejemplo de esto. Podría estar escrito por cualquier autor/a actual y no desentonaría nada, a pesar de ser un relato escrito hace más de setenta años.

The Hole in the Moon and Other Tales recoge diecisiete relatos de Margaret St. Clair publicados entre 1946 y 1979. Aunque el grueso de los relatos escogidos pertenecen a la década de los cincuenta, permiten hacerse una muy buena idea de la obra y el estilo de St. Clair. Otro punto a favor del libro es que cuenta con una introducción de Ramsey Campbell, que cuando no está imaginando horrores cósmicos a la orilla del río Mersey, edita libros dedicados a autoras como Margaret St. Clair. La introducción de este libro, teniendo en cuenta lo desconocido de la autora, es oro. Sucede constantemente con estas escritoras, es poco lo que se sobre ellas. Al menos en este caso, una búsqueda por internet o este libro ayudan a hacerse una idea de quién era y qué escribía.

Muchos de los relatos de St. Clair incluidos en este libro están dotados de una complejidad y de una capacidad para generar extrañeza asombrosos. Hay unos pocos, sobre todo los primeros, que sí que caen en lugares comunes, pero otros muestran la habilidad de St. Clair para tejer su propio estilo y discurso. En Rocket to Limbo una mujer decide contratar los servicios de una agencia para deshacerse de su marido. Lo que no sabe es que su marido ha tenido la misma idea. Los problemas de pareja se solucionan yendo a una agencia y comprando un billete sólo de ida. Piety juega con el choque cultural de unos exploradores humanos en otro planeta. Descubren que los indígenas, aunque no tran avanzados tecnológicamente, han conseguido alcanzar la inmortalidad. Lo que no saben es que ese término significa algo completamente distinto en su cultura, quedando los terrícolas como unos míseros materialistas y mercachifles. En The Hierophants una astronauta se encuentra con una forma de vida a la que rendían culto los antiguos venusianos. Como en Alien, hay una nave abandonada con una misteriosa forma de vida dentro, sólo que el encuentro con esta forma de vida tiene un sentido más místico, de comunión y posterior pérdida de la gracia. Child of Void es uno de los relatos más extraños de St. Clair. El narrador es un adolescente que comienza contando cómo está harto del ser que vive en uno de los dedos de su pie. Luego recuerda el momento en que se mudó con su madre y su hermano a una granja en medio de la nada y el posterior encuentro con una forma de vida alienígena. Hathor's Pets es otro relato sobre un encuentro con otra inteligencia. Como en Child of Void, estos seres no están verdaderamente interesados en la humanidad, a la que ven como nosotros vemos a un gato. World of Arlesia anticipa la cultura audiovisual y las experiencias narrativas inmersivas. Un joven matrimonio van al cine a ver una nueva película. Ésta, destaca por ser especialmente inmersiva, utilizando el tacto y el olfato. El giro del argumento es que la película en realidad se trata del plan de unos seres extraterrestres para conquistar nuestro mundo, transformando a los espectadores mientras la están viendo. Continued Story abunda en esta idea de las nuevas narrativas. Un hombre visita una misteriosa tienda de juguetes junto a su mujer. Como los precios son muy caros, roba tres kits: uno para él, otro para su mujer y el último para los dos. Cada kit contiene una narrativa. Por ejemplo, el primero lo transporta a la luna, donde es perseguido a tiros por un misterioso hombre. Y siempre se siente observado. Parece como si St. Clair nos hablase de los streamers actuales y sus gameplays, donde ellos/as son los protagonistas de una narración y nosotros/as los espectadores. Como en los videojuegos actuales, hay una narrativa embebida, determinada por las propias mecánicas del juego, y una narrativa emergente que surge precisamente de esas mecánicas, que las complementa. Al jugar, nos contamos una historia. O se la contamos a los demás. 

Margaret St. Clair poniendo ojitos a la última peli de Robert Eggers


The Hole in the Moon and Other Tales es un libro al que le tenía muchas ganas y al que he llegado con muchas expectativas. Después de encargarlo en la librería y esperar por él más de seis meses sin suerte, lo encargué a otra librería, en este caso de Estados Unidos. Ha sido la única manera de hacerme con el libro, y sospecho que con el aumento del precio del papel y de los costes asociados a la edición, no va a ser reeditado. Por el momento es la única manera de acceder a los relatos de St. Clair. Las expectativas, que eran altas, se han cumplido. En estos diecisiete relatos St. Clair se mueve entre lo cotidiano y lo fantástico. Es capaz de utilizar diferentes voces y diferentes narradores, y temáticamente está a otro nivel. Además, que fuera nudista y praticara la wicca le da puntos extra.

St. Clair, M. (2019). The Hole in the Moon and Other Tales. Dover Publications.