'Horror Stories' de Edith Nesbit: el desencanto victoriano

Hablar de Edith Nesbit no es hablar de una escritora olvidada, pero sí está ubicada en un nicho que es el de la literatura infantil. Quizás por eso, el dedicarse a un género considerado -por imbéciles- menor, otra parte de su obra, como estos relatos de terror que recoge la editorial Penguin, han pasado más desapercibidos. Quitando su relato Man-Size in Marble, que sí suele incluirse en antologías del género, no suele hacerse mucho hincapié en esta otra faceta como escritora de Nesbit. Un relato que fue traducido al español como De mármol, tamaño natural e incluido en una recopilación que publicó Siruela en los ochenta, La Eva fantástica, un libro adelantado a su tiempo y que merece mucho la pena leer porque contiene auténticas joyas.


En este Horror Stories, el título no engaña, Naomi Alderman recopila catorce historias de terror de Edith Nesbit. No están todos los relatos que escribió pero sí los más representativos de esta escritora victoriana incluyendo el citado Man-Size in Marble, una versión oscura del mito de Pigmalión. Pero también está The Shadow, con esa presencia/sombra que presagia el horror cósmico y Expediente XThe Violet Car, quizás uno de los primeros relatos sobre coches fantasma (chúpate esa, Stephen King), The Five Senses y The Three Drugs, sobre científicos locos, The Ebony Frame, sobre ese subgénero tan victoriano de los objetos malditos... Sí es verdad que hay un par o tres de relatos que tampoco aportan mucho, y que la introducción de página y media de Alderman tampoco ayuda demasiado a contextualizar la obra de Nesbit, pero en conjunto, Horror Stories es una buena aproximación a su obra de terror.


Aunque comparte lugares comunes con otros autores y autoras de la época, sí hay algo característico de estos relatos, y es cierta tristeza, del tipo que da paso al desencanto. No llega a afilar el cuchillo y a explorar otros territorios, como la sordidez y lo macabro, pero sí se queda en este desencanto, creando una atmósfera melancólica que impregna todos sus relatos. Sin llegar a menciones explícitas de su vida personal, sí que asoman aristas de ese cansancio vital que arrastraba la autora.


En castellano estamos de celebración porque hace unos años La Biblioteca de Carfax tradujo nueve relatos de Nesbit que publicó bajo el título de Relatos sombríos. Es verdad que es una muestra más reducida que la edición de Penguin en inglés, pero también es un buen acercamiento a su obra. En inglés, aparte de este libro de Penguin y de las varias versiones gratuitas de kindle que circulan por ahí, también es posible hacerse con un ejemplar de la colección de Wordsworth Tales of Mistery & The Supernatural por un par de euros/libras. Además de la labor de la British Library y sus Tales of the Weird, cuyas antologías incluyen algunos de los relatos de Nesbit. También hay varias biografías sobre su vida, ya que no hay que olvidar que fue una de las primeras mujeres socialistas y feministas. 


Mención aparte merece la portada de este Horror Stories que podría ser uno de los primeros casos de portada de Schrödinger: es tan horrorosa que es bonita y fea a la vez. O no. O sí. O qué sé yo. 


Nesbith, E. (2016). Horror Stories. Penguin.
Nesbith, E. (2017). Relatos sombríos. La Biblioteca de Carfax.
Nesbith, E. (2006). The Power of Darkness. Wordsworth Editions.
Galvin, E. (2018). The Extraordinary Life of E. Nesbit. Pen and Sword History.
Foix, J. A. M. (1989). La Eva fantástica. Ediciones Siruela.




'Sabella' de Tanith Lee: los vampiros espaciales

Tanith Lee escribió mucho y publicó más: casi noventa novelas y cientos de relatos que se mueven y a veces mezclan géneros en apariencia tan dispares como el erótico y la fantasía. Con cerca de casi veinte series, recopilaciones y antologías, la cosa se complica un poco más con la obra de Tanith Lee si atendemos a las distintas ediciones de su obra, sobre todo a este lado del charco y al otro, lo que puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza si buscas un libro en concreto. Aparentemente desaparecida en la década de los noventa, a veces es más fácil acceder a su obra anterior aunque no haya sido reeditada que a sus últimos libros, con la excepción de la serie Piratica. Porque Tanith Lee, a pesar de ganarse la vida dándole a la tecla, es una escritora que escribe más por necesidad vital que material, aunque las dos vayan de la mano. Como Stephen King, que hace décadas que no escribe por dinero (o no sólo), escribe porque necesita hacerlo.

Sabella fue publicada en 1980 y es una novela muy breve cuyo argumento se podría resumir como: vampiros en el espacio. Esto en apariencia, porque a pesar de su brevedad hay bastante sustancia. Sabella está dividida en tres partes y cada una de estas en dos capítulos, en una estructura que recuerda a El señor de la noche pero mucho más lineal en la narración, siempre con la misma protagonista. Narra la historia de una mujer joven, Sabella, en un futuro distante donde la humanidad (una supuesta Federación con base en la Tierra) se ha expandido por el universo. Sabella, primero con su madre y después sola, vive en una casa en Nuevo Marte (Novo Mars en el original). Pero Sabella es diferente a los demás habitantes del planeta porque es una vampira, bebe la sangre de hombres jóvenes mientras tiene sexo con ellos. Sexual, atractiva, rubia pero teñida de negro, con gafas de sol y vestida con ropas oscuras, Sabella podría ser la protagonista de Los viajeros de la noche y/o Jóvenes ocultos. O una versión femenina y sexual de Blade.

Sabella acude al funeral de su tía Cassi, una conversa al nuevo cristianismo en un mundo sin religión. En ese viaje conocerá a Sand Vincent, un hombre joven por el que se sentirá atraída y al que terminará asesinando. Su hermano Jace le dará caza, y Sabella iniciará la huida en un viaje que la llevará a desentrañar su propio origen y su propia identidad. Y para eso, sin destripar la trama, es importante que ésta esté ambientada en Nuevo Marte. Es verdad que Tanith Lee sólo da algunas pinceladas sobre ese universo que construye, pero es suficiente. Como sucede en muchas novelas novelas de Philip K. Dick o de Stephen King, la trama da giros inesperados e introduce más temas, lo que en una novela tan breve como Sabella parece un suicidio artístico, pero al contrario de lo que sucede con Dick y King, aquí Tanith Lee sale bastante airosa: no es sólo que la historia encaje, que sea una narración cerrada, es también la prosa etérea, a veces más lírica, otras menos, lo que hace de Sabella una espléndida lectura.

Sabella o la bruja Avería

Esta Sabella llevó en algunas ediciones el subtítulo de or the Blood Stone, la piedra de sangre, que es el amuleto que lleva la protagonista colgado al cuello. Unos días después de su primera menstruación, a los once años, vagando por las ruinas de Nuevo Marte, las ruinas de una raza extinta, Sabella encontró esta piedra. En teoría se la tendría que entregar a las autoridades de la Federación, que la mandarían a la Tierra, pero Sabella prefiere quedarse con la piedra. Con esta piedra y tras su primera regla comienza su transformación. Cada vez que bebe sangre, la piedra, como un indicador de batería, se va tornando roja. El mismo año, 1980, vería la publicación de Kill the Dead, el segundo libro de esta saga, y también la edición ómnibus Sometimes, After Sunset.

Tanith Lee escrutando los misterios del alma

No hay mucho gótico en la ciencia ficción, y poco bueno salvo Horizonte Final, la mejor -y casi única- película de casas encantadas en el espacio. En Sabella hay sexo, violaciones, música, marcianos, beatos cristianos y sangre, mucha sangre. Como sucede con la mayoría de la obra de Tanith Lee, de momento no está disponible en castellano. Ojalá alguna editorial se anime pronto con la traducción de Sabella. De momento, a mí me ha dejado con ganas de más Tanith Lee. En inglés está disponible una reciente reedición de DAW Books, que están reeditando la obra de Lee en inglés. Y siempre se puede cazar alguna copia de segunda mano por un par de euros/libras. El que está más difícil de conseguir es Kill the Dead, el segundo libro de la serie. De momento salió en versión libro electrónico hace unas semanas, aunque sólo está disponible en Estados Unidos. Así que toca esperar.


Lee, T. (2020). Sabella, DAW Books.
Lee, T. (1987). Sabella, Unwin Paperbacks.



 

'El libro de los cráneos' de Robert Silverberg: lo que pasa en Arizona se queda en Arizona

Robert Silverberg  es uno de los grandes autores de ciencia ficción, lleva publicando libros desde mediados de los cincuenta y su obra es, como en la mayoría de casos cuando se trata de escritores populares, muy extensa. Obviando el cuarteto Asimov, Clarke, Heinlein, Dick, Robert Silverberg forma parte de esa segunda generación de autores clásicos de la ciencia ficción, los Frederik Pohl (lo que me reí con Pórtico y Mercaderes del espacio), Brian W. Aldiss, John Wyndham, Theodor Sturgeon y compañía. Y como estos, con mayor o menor fortuna ha sido traducido al castellano. Quizás el mayor incoveniente sea la cantidad de obras, que entre tanto título donde elegir, a veces es difícil acertar. 

El libro de los cráneos, publicado en 1972, es un libro atípico que podría enmarcase más en el thriller y la novela psicológica que dentro de la ciencia ficción. Silverberg, como otros autores que se dedicaron a los géneros populares, saltó de uno a otro e incluso llegó a hacer alguna incursión dentro de la novela erótica. Si no se ha hecho, estaría bien que alguien recogiera las aportaciones al género erótico de los autores y autoras de ciencia ficción, terror y fantasía del siglo XX. 

El libro de los cráneos es el viaje de cuatro estudiantes en busca de la inmortalidad. Cada uno de ellos es un prototipo de una clase y/o minoría: tenemos a Oliver, el hombre hecho a sí mismo que proviene de un pequeño pueblo de Kansas, a Timothy, el rico heredero de una de las familias aristocráticas de Nueva Inglaterra, Eli, el judio intelectual, neurótico y acomplejado, y a Ned, el católico homosexual y poeta bohemio. Eli, filólogo experto, traduce un libro (del catalán) que asegura que es posible alcanzar la inmortalidad. Para ello, necesita a otros tres voluntarios que le acompañen en su viaje: un cuarteto tiene que presentarse ante la orden de los cráneos, uno tiene que morir voluntariamente y a otro hay que sacrificarlo para que dos de esos integrantes del cuarteto alcancen la inmortalidad. La mayor parte del libro es un road trip en coche atravesando Estados Unidos desde la costa este hasta el desierto de Arizona, donde se encuentra la orden de los cráneos. Construida desde la perspectiva de estos cuatro personajes, saltando de uno a otro en cada capítulo, Silverberg nos muestra los anhelos de cada de ellos, sus virtudes y sus miserias en esta aspiración a la inmortalidad. Uno de los mayores aciertos del libro es dejar a la voluntad de los lectores si esa inmortalidad existe o no: ¿la orden de los cráneo está formada por seres inmortales o no es más que otra secta? El salto de fe que tienen que dar los personajes también es compartido por el lector. También es una obra que está atravesada por la crisis de la época, recogiendo el cinismo y cierta desesperanza de la sociedad estadounidense, agotada tras la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate. Esta visión más sombría cristalizaría en una de las mejores obras de Stephen King, El misterio de Salem's Lot, el reverso tenebroso y pesimista del Drácula de Stoker.

El salto de fe más famoso del cine

El libro de los cráneos es una buena manera de acercarse a la obra de Silverberg. Quizás no es el mejor ejemplo de novela de ciencia ficción del autor, porque aunque algo de ello hay, se mueve más por otros terrenos. Pero es una novela corta, que se lee rápido y, sobre todo, muy entretenida. Su obra más reconocida es una de las más recientes, Roma eterna, que además es la primera de las suyas que leí. El libro de los cráneos en España fue publicada en los setenta por Destino, en los ochenta por Ediciones B y 2003 por La Factoría de Ideas. No esdifícil conseguir una copia barata del libro, tanto en castellano como en inglés.

Silverberg, R. (1999). The Book of Skulls, Gollancz.
Silverberg, R. (2003). El libro de los cráneos, La Factoría de Ideas.
Silverberg, R. (2006). Roma eterna, Minotauro.




'La juguetería mágica' / 'The Magic Toyshop' de Angela Carter: el arte de perder

La figura y la obra de Angela Carter siempre han ocupado un lugar importante dentro de la literatura, junto a compañeras de generación como Margarte Atwood y Joyce Carol Oates, o escritoras un poco anteriores como Ursula K. Le Guin. Y como estas escritoras, los temas sobre los que trata su obra son parecidos: la identidad, el género, el feminismo, el deseo sexual...

La juguetería mágica es la segunda novela de Angela Carter, publicada en 1967. En ella se narra la historia de Melanie, una adolescente de quince años. Tras la muerte de sus padres, Melanie y sus hermanos pequeños, Jonathon y Victoria, se verán obligados a abandonar la casa familiar y mudarse a Londres para vivir junto a su tío Phillip, su tía Margaret y los hermanos de ésta, Finn y Francie. El lugar donde vive el tío Phillip es una juguetería, y en nada se parecerá a su antiguo hogar: la casa es fría, oscura y sin las comodidades de las que disfrutaban antes.

La juguetería mágica que, por argumento, podría parecerse más a una novela decimonónica realista, con un dramón detrás, acaba convertida en una novela donde la fantasía, lo extraño y sobre todo el terror es lo más importante. Tomando las formas de ese realismo, mezclándolo con una visión muy particular del folclore tradicional, Angela Carter acaba dando forma esta novela que tiene bastante más chicha de lo que parece. No es un drama sobre huérfanos, al estilo Dickens, aunque también hay algo de eso. Es sobre todo, la historia de Melanie, esa adolescente de quince años, y su despertar a la vida adulta. Para ello, Carter a veces prefiere el relato más alegórico, como la primera parte del libro, ese primer capítulo que relata la aventura de Melanie y el vestido de boda de su madre, en esa suerte de rito iniciático que la lleva de niña a mujer adulta. O la violación simulada que recibe de la marioneta del ganso gigante que controla su tío. O ese final que acaba con un fuego purificador y con los personajes de Melanie y Finn mirando al futuro. Todo envuelto en un ambiente de opresión y asfixia en el que se ve inmersa Melanie, al más estilo gótico tradicional. La cuestión sobre la identidad, qué nos hace ser quienes somos y lo que perdemos en el camino, también sobrevuela el relato.

Afortunadamente casi toda la obra de Angela Carter, tampoco muy extensa todo sea dicho, está disponible en castellano. En concreto de esta La juguetería mágica hay dos ediciones, una de Minotauro de los años noventa y otra más reciente de Sexto Piso. En su idioma original tampoco hay problema en conseguir su obra.

Carter, A. (1996). La juguetería mágica. Minotauro Ediciones.
Carter, A. (2019). La juguetería mágica. Editorial Sexto Piso.
Carter, A. (2006). The Magic Toyshop. Virago Press.




 

'Nido de pesadillas' de Lisa Tuttle: el terror de lo cotidiano

Nido de pesadillas es una colección de relatos de terror escritos por Lisa Tuttle. Autora que se mueve entre géneros, sobre todo ciencia ficción y fantasía, este Nido de pesadillas publicado en 1985 recopila trece relatos de terror escritos entre los años setenta y los primeros ochenta. Como en el caso de otras autoras como Tanith Lee, ha publicado libros infantiles y juveniles, lo que le ha valido ser considerada durante mucho tiempo una autora menor.

En Nido de pesadillas todas las protagonitas son mujeres que se enfrentan a situaciones normales del día a día donde no hay príncipe azul que las rescate. El extrañamiento, lo que aleja estos relatos del realismo puro y duro, es ese elemento terrorífico siempre presente: en Nido de bichos, es un parásito que invade el cuerpo de la protagonista, en Nido de pesadillas es un ser alado que anida en la casa de dos hermanas. Como sucede en muchos cuentos de Julio Cortázar, la otredad, esa realidad fantástica y terrorífica, invade nuestra cotidianeidad. Para ello a veces se mueve más por lo macabro al estilo Poe, como en Bienes compartidos o La memoria de la madera, en otros relatos escoge derroteros más kafkianos como en Volando a Bizancio, e incluso se atreve con Recorriendo el laberinto a introducir algún elemento lovecraftiano y, como siempre que se escribe sobre laberintos, borgiano. Es tremendamente curioso el caso de este último relato, donde una pareja va a pasar un fin de semana a la campiña inglesa para descubrir una especie de ritual celebrado en los restos de un antiguo laberinto. Si has leído a Ramsey Campbell piensas: pueblo inglés, secta, rituales... ya está, ahora sale Cthulhu y se los come a todos. Pero no, Lisa Tuttle es capaz de con ese planteamiento original llevarte por otro camino para hablarte de la pérdida y el duelo. Y estremeciéndote lo mismo o incluso más que si te tuvieras que enfrentar a los Antiguos. 

Otra característica de estos relatos en la ambigüedad, territorio por el que se mueven y que precisamente refuerzan el carácter alegórico de muchos de ellos: el querer escapar y ser otra en Volando a Bizancio, la necesidad de encajar en Nido de bichos, la culpa en Sun City, la maternidad en La otra madre, la pérdida en Recorriendo el laberinto... El terror y el horror de lo cotidiano, que bebe de muchas fuentes, pero que nos hace temblar y a veces, sólo a veces, enternecernos. Por citar a otras autoras que se mueven por estos márgenes, me vienen a la cabeza Anna Starobinets y Mónica Ojeda. Especialmente Ojeda, desde la portada hasta el título, con su libro de relatos de terror Las voladoras, explora estos territorios (d)escritos en Nido de pesadillas.

Como siempre, agradecer la labor editorial, en este caso de Nevsky Prospects, por traducir y publicar este libro de Lisa Tuttle al castellano. Una editorial a la que los aficionados a la ciencia ficción rusa, y a lo que no es ciencia ficción, estamos muy agradecidos. También son los responsables de que podamos acceder a la obra de Anna Starobinets en castellano. En el caso de Lisa Tuttle, como en otros, es una pena que su obra sea tan desconocida en nuestro idioma. Hay algo de Gigamesh (sobre todo aprovechando el tirón de George R. R. Martin), algo de Martínez Roca, este Nido de Pesadillas que nos trae Nevsky... pero sigue sabiendo a poco. En su lengua original podemos disfrutar de gran parte de su obra, aunque también ha tenido que salir Valancourt al rescate de este Nido de pesadillas.

Tuttle, L. (2015). Nido de pesadillas, Nevsky Prospects.
Tuttle, L. (1986). A Nest of Nightmares. Sphere.
Tuttle, L. (2020). A Nest of Nightmares. Valancourt Books.
Ojeda, M. (2021). Las voladoras. Páginas de espuma.
Starobinets, A. (2012). Una edad difícil. Nevsky Prospects.









 

'El cocinero' / 'The Cook' de Harry Kressing: Kafka en la cocina

Publicada por primera vez en 1965, El cocinero ha sido hasta hace poco una novela de culto bastante desconocida. Si exceptuamos algunas reediciones de mediados de los ochenta, de las cuales me he podido agenciar una de Black Swan por unos peniques, no ha sido hasta tiempos recientes que este El cocinero ha vuelto a ver la luz.

Harry Kressing es el pseudónimo de Harry Adam Ruber, este desconocido autor. Poco sabemos de él, salvo que nació en Nueva York en 1928 y murió en un pueblo de Minessota en 1990, lo que todavía confiere un aura más de misterio a la novela. Es un caso similar a La conjura de los necios, autores que por un motivo u otro (en el caso de Kennedy Toole fue su suicidio) sólo escriben uno obra de culto y desaparecen del radar. Aunque el caso de La conjura de los necios es diferente, tanto su protagonista, Ignatius J. Reilly, como Conrad Venn, el protagonista de El cocinero, comparten la misma visión cínica de la vida, aunque se comporten de manera distinta. Ambos son producto de la época en la que fueron escritos, los primeros sesenta.

El cocinero es la historia de Conrad Venn, un tipo bastante peculiar: delgado, extremadamente alto, su aspecto recuerda, como lo definen en el libro, al de un águila hambrienta. Conrad llega al pueblo de Cobb montado en su bicicleta. Este pueblo está dominado por dos familias, los Hill y los Vale, que comparten un pasado común y que esperan unirse en matrimonio: por un lado Daphne Vale, por el otro Harold Hill. Conrad entrará al servicio de los Hill como su cocinero. A través de la persuasión, la manipulación, alguna vez la violencia y sobre todo la comida, Conrad irá escalando peldaños en su posición dentro de la familia Hill y de Cobb. Porque El cocinero, a parte de muchas otras cosas, es sobre todo la historia del ascenso social de Conrad, cueste lo que cueste. Y este ascenso tiene como protagonista la comida. Conrad, a través de la comida, manipula y maneja a su antojo a todo el que se cruce con él. La comida fascina, es fuente de salud y de enfermedad, y se convierte en una obsesión para todos. 


Conrad, como Detritus en La cizaña, es un personaje despiadado y egoísta que sólo busca su propio beneficio, y lo hace a través de la gastronomía. Unos personajes engordan, otros adelgazas, unos enferman y otros recuperan la salud. Pero sobre todo, sus vidas giran alrededor de la comida y de Conrad. Así es como consigue convertirse en dueño y señor de la casa, primero de manera informal, y al final de manera legal. Es sobre todo este tramo de la novela el más kafkiano: los personajes se desdibujan y pracecen estar atrapados en una pesadilla. Como curiosidad, en 1970 la obra fue adaptada al cine con el título de Something for Everyone, convirtiendo a Conrad en mayordomo y eliminando el humor y el surrealismo de la obra de Kressing, y salvo por Angela Lansbury, merece el peor de los olvidos.

Conrad Cave, el cocinero

El cocinero fue publicado en castellano por la editorial argentina La Bestia Equilátera, adelantando por la izquierda a Valancourt Books, que publicaría la obra en inglés un año después. Tanto una edición como otra siguen disponibles, siendo posible conseguir alguna copia de segunda mano en inglés de alguna edición ochentera. Sabemos qué pasó cuando Harry encontró a Sally y ahora también sabemos qué pasó cuando Kafka conoció a Arguiñano.

Kressing, H (1985). The Cook. Black Swan.
Kressing, H. (2015). The Cook. Valancourt Books.
Kressing, H. (2014). El cocinero. La Bestia Equilátera.



'Matemos al tío / Let's Kill Uncle' de Rohan O'Grady: los largos veranos de la infancia

Matemos al tío es una novela de June Skinner, escritora canadiense más conocida por su pseudónimo, Rohan O'Grady. Una escritora con una carrera curiosa, pues empezó a publicar muy tarde, con más de cuarenta años, y en su haber sólo nos ha dejado cinco novelas, la más famosa de todas es esta Matemos al tío. Publicada en 1963 en Estados Unidos, cuenta con una adaptación cinematográfica llevada a cabo por William Castle en 1966.

Es difícil ubicar esta novela dentro de un sólo género: hay aventura, misterio, terror, comedia... Sigue la tradición de la literatura infantil de autores como Astrid Lindgren y Roald Dhal que se remonta a las viejas narraciones de cuentos de hadas recogidas por los hermanos Grimm y Andersen. Sus personajes infantiles, como Pippi Langstrump o Matilda pueden resultar un poco chocantes para el lector actual, como lo son los personajes de O'Grady en esta novela. Y eso sin que podamos decir que es una novela infantil, aunque tome elementos de ésta. 

Matemos al tío es la historia de Barnaby Gaunt, un niño que acaba de quedarse huérfano y que se dirige a una remota isla de Canadá para que su tío, su único pariente vivo, se haga cargo de su tutela. El problema es que Barnaby es el heredero de diez millones de dólares y su tío, que no es la persona amable que aparenta ser, le quiere asesinar. Sylvester Murchison-Gaunt es el tío de Barnaby, una figura que no hace acto de aparición hasta el último acto de la novela pero que es una presencia que siempre está planeando sobre la isla y sobre Barnaby. Comprenderá, junto a Christie MacNab, la única menor y su amiga, que la única solución para evitar ser asesinado por su tío es adelantarse a sus planes y asesinarlo primero.

A través de Barnaby y Christie conocemos a los demás protagonistas de la isla, la mayoría de los cuales son ancianos que han perdido a sus hijos en la guerra. Las únicas excepciones son Albert Coulter, sargento de la policía montada del Canadá, la autoridad en la isla, y Desmond, el idiota abandonado por su propia familia y que vive de la caridad de los isleños. Barnaby se aloja en la casa de los Brooks, que lo adoptan pensando que es la reencarnación de su hijo Dicksie, mientras Christie lo hace en casa de la señora Nielsen, cabrera y panadera de la isla. También será a través de estos protagonistas y sobre todo del humor como O'Grady logre no dejar títere sin cabeza. El sargento Coulter es una persona muy recta y ejemplar pero está enamorado de la esposa del reverendo. Sylvester, el antagonista, es un héroe de guerra, los niños planean un asesinato...

Matemos al tío consigue lo que no consiguió Spielberg en Parque Jurásico: que no odies a los niños protagonistas. Y mira que O'Grady te da razones, pero Barnaby y Christie son los protagonista de esos veranos largos, casi infinitos, de nuestra infancia, pero tienen un toque de humor negro que hace que los adores. Es como si Daniel el mochuelo, el protagonista de El camino de Miguel Delibes, fuera protagonista de una película de Tim Burton. Yo al menos no me quejo: en mis veranos en Lumpiaque iba a buscar caracoles con mis tíos atravesando la senda de los elefantes. Y había un monstruo en el desván de casa.

Reeditada por Bloomsbury en 2010 a raíz de un artículo en The Guardian, hacerse con una copia en inglés de esta novela es fácil y barato. Igual de fácil aunque no tan barata es la edición en castellano, preciosa en todos los sentidos, de Impedimenta. Para mí este Matemos al tío es una de las lecturas que más he disfrutado este año y que me ha quitado horas de sueño hasta que he conseguido acabarla.

O'Grady, R. (2010). Let's Kill Uncle. Bloomsbury Publishing PLC.
O'Grady, R. (2014). Matemos al tío. Editorial Impedimenta.



'Elixir negro' de Elizabeth Engstrom: el vampiro que llevamos dentro

Estoy teniendo bastante suerte este año con mis lecturas. Cuando eres un poco desordenado en lo que lees, como es mi caso, a veces se cruzan libros en mi camino que sería mejor olvidar. También esa falta de expectativas y hasta cierto punto de prejuicios, lleva aparejada tremendas sorpresas, como este Elixir negro de Elizabeth Engstrom. Si pensamos en autores de terror del último tercio del siglo XX se nos vendrán a la cabeza los nombres habituales, empezando por el rey del chiringuito, Stephen King, y siguiendo por su corte, de la cual forman o formaron parte Dean Koontz, Jack Ketchum, James Herbert, Clive Barker, Peter Straub, Ramsey Campbell y otros más. Pero si vamos más a lo concreto, a novelas de vampiros, hay que hablar de la reina: Anne Rice. O no. Compitiendo directamente con Stephen King en cuanto a popularidad, siempre ocupó un relevante espacio en los estantes dedicados al género con sus vampiros moñas. Sin embargo Elizabeth Engstrom es una autora bastante desconocida y poco reivindicada hasta la pasada década, en la que Valancourt Books reeditó algunos de sus trabajos. Entre ellos está este Elixir negro, publicado en 1988 y traducido al castellano por Teresa Camprodón para Martínez Roca en 1992. Será junto a su primera novela, Cuando la oscuridad nos ama, lo único de la obra de Engstrom que nos llegará a los aficionados hispanohablantes. Al menos de momento. Ojalá se anime alguna editorial a traducir su obra al castellano. Trata temas y géneros variados, no sólo el terror. También hay espacio para el misterio y la fantasía. ¡Si hasta tiene un libro para escritores sobre cómo escribir escenas de sexo!

Elixir negro es la confesión de Angelina Watson, una joven que cree ser vampiro. Angelina es una adolescente de dieciséis años que a la muerte de su madre decide vagabundear para encontrarse a sí misma. No sería diferente de otras novelas que tienen como núcleo este viaje, real y metafórico, si no fuera porque Angelina es un vampiro. O cree serlo. Engstrom intercala entre cada capítulo de esta confesión en primera persona de Angelina, los pensamientos de otros personajes que se va encontrando ésta por el camino. Así tenemos múltiples perpectivas de los acontecimientos, algo que a la larga se va a revelar importante, porque tampoco hay un narrador fiable. Angelina, esa joven menuda y delgada, nos da ganas de protegerla, y al principio creeremos su versión de los hechos. En uno de sus primeros incidentes con dos vagabundos, que planean violarla y asesinarla, es Angelina la que acaba asesinando a uno de los vagabundos y bebiendo su sangre. La versión del otro vagabundo a la policía omite el hecho de que querían violarla, asesinarla y deshacerse de sus restos. Nosotros como lectores nos ponemos de parte de Angelina porque sabemos lo que le querían hacer. Pero conforme avanza la novela es más difícil defender lo que hace Angelina y, sobre todo, es difícil creer todo lo que nos cuenta. La verdad es un constructo social y nosotros sólo conocemos la versión de Angelina. Las distintas visiones de cada acontecimiento suministradas por otros personajes nos ayudan a construir esa idea de verdad para saber lo que realmente está aconteciendo.

De mayor quiero este bastón

Como novela de vampiros Engstrom no nos ahorra ningún detalle macabro, pero también hay una parte metafórica en la novela, a veces evidente, otras no tanto, que merece la pena considerar. Elixir negro es también una novela sobre madurar y/o hacerse adulto, términos que a veces se suelen confundir como sinónimos. ¿Cuánta gente adulta conocemos que son unos inmaduros? Así pues, Elixir negro es el despertar a la vida adulta de Angelina. Un despertar en todos los sentidos. Y como buena adolescente, Angelina no sabe lo que quiere hacer de su vida. Trata de ser un ama de casa, pero no funciona. También prueba a ser una mujer independiente, con igual resultado. Sólo cuando abraza su propia naturaleza, en este caso la vampírica, es feliz, se encuentra a sí misma. Además, esto de manera literal, pues mantiene un diálogo con esa parte oscura a la que llama Ella, que no es otra cosa que una parte de sí misma. También lleva aparejado un precio, pues este encontrarse, reconocerse y aceptarse de Angelina la cambia no sólo por dentro, sino también por fuera.

La otra lectura de la novela, en este caso clara y explicada por la propia autora, es el de las adicciones. Angelina es adicta a la sangre y eso la convierte en un monstruo, quizás no para ella misma, pero sí a ojos de los demás. Esta doble perspectiva, el cómo nos percibimos a nosotros mismos versus cómo nos perciben los demás forma parte del juego que propone la novela. Angelina, como Engstrom con el alcohol, se deja guiar por sus adicciones en un camino de autodestrucción que acabará con ella. Como en el caso de Dexter Morgan y su pasajero interior: alimentar al monstruo nunca trae nada bueno.

Si os gustan los vampiros clásicos con una vuelta de tuerca, este Elixir negro de Elizabeth Engstrom es la respuesta. Partiendo de los principios del género es capaz de subvertirlos y crear una novela potente a la par que interesante, porque la lectura se pasa volando. Y al menos en mi caso me deja con ganas de más. De momento yo sólo soy adicto al colacao y a los libros.

Engstrom, E. (1992). Elixir negro. Ediciones Martínez Roca.
Engstrom, E. & Hendrix, G. (2019). Black Ambrosia (Paperbacks from Hell). Valancourt Books.




'Uncanny Stories / Cuentos extraños' de May Sinclair: el terror modernista

May Sinclair fue el pseudónimo que utilizó la escritora británica Mary Amelia St. Clair para publicar sus libros. Nacida en 1863 viviría a caballo entre dos épocas: la victoriana y el período de entreguerras europeo. Es también el eslabón literario que une éstas, que va de George Eliot a Virginia Wolf. Cultivó la novela, la poesía, el periodismo, los relatos... y dentro de estos, publicó dos colecciones de relatos sobrenaturales. La primera de éstas lleva por título Uncanny Stories

Se interesó mucho por la filosofía, la psiquiatría, la psicología, el psicoanálisis y el espiritismo, lo que viene a ser el pack completo de la época. Sólo hay que recordar a otros escritores de la época como Conan Doyle. También fue una activista política del movimiento sufragista feminista del que formó parte de una manera activa. Fue una renombrada novelista y poeta en vida, participando y en cierta manera anticipando el movimiento Modernista. Como Joyce, Faulkner (por el que sentimos devoción en este pueblo) y Woolf, haría uso de lo que se ha venido a denominar flujo de conciencia, o stream of conciousness en ingles, siendo además la primera en describir esta técnica con ese nombre. Y a pesar de todo esto, su vida y obra han estado bastante olvidadas. Apenas una nota a pie de página en el capítulo Modernismo.


Como tantas y tantos otros tuvo que ganarse la vida escribiendo, convirtiéndose en escritora profesional y periodista. Su obra está marcada por su biografía: cuatro de sus cinco hermanos murieron jóvenes debido a una enfermedad congénita, de padres separados pasó su vida junto a su madre... Todo esto aparece en su obra. Las relaciones materno-filiales, los personajes que mueren jóvenes, adulterios, relaciones tóxicas... En The Intercessor el fantasma de una niña se aparece en la casa familiar en busca del cariño de su madre, que ansía de manera desesperada y angustiosa. Una madre que está casada con un adúltero y alcohólico que la ha dejado nuevamente embarazada. Otra constante en su obra es la racionalización de lo sobrenatural, sobre todo debido a sus conocimientos del psicoanálisis. Así, sus personajes parecen convivir con lo sobrenatural y no tener miedo. En el miedo está el rechazo, la no aceptación, y sólo cuando dejamos de tener miedo, encontramos la paz.


Del barco de Chanquete, no nos moverán

El estilo de May Sinclair sintetiza las dos tradiciones que le tocó vivir: la victoriana y el modernismo. Sus relatos sobrenaturales recogidos en este Uncanny Stories son buena muestra de ello. Depende de la mezcla, pero suele haber algo del gótico victoriano, en la tradición de las Bronte, y también algo, generalmente bastante, de modernismo. Esto en cuanto al contenido, porque en cuanto a la forma es enteramente modernista. Llama la atención la unión de estas dos tradiciones: por un lado una de carácter popular, y otra más elitista. May Sinclair fue una escritora experimental. Tampoco podemos olvidar la época en la que vivió, con el surgimiento de las Vanguardias queriendo desprenderse y elevarse de lo popular. En ese contexto, May Sinclair fue capaz de conjugar estos dos mundos, estas dos visiones en apariencia tan distintas, y crear algo nuevo y original.


Gato con su mascota humana

En inglés es fácil hacerse con una copia de segunda mano baratita de este Uncanny Stories. Además, la edición de Wordsworth incluye el relato de The Intercessor como bonus. Por no mencionar las versiones digitales que te puedes descargar gratis. En castellano está la cosa más difícil. En 2008 la editorial Alba publicó Vida y muerte de Harriett Frean. Cuentos extraños que inluía una novela y este Uncanny Stories traducido, pero actualmente está agotado y la segunda mano a veces puede ser una jungla. ¡Qué pena que la colección de Tales of Mistery and the Supernatural de Wordsworth Editions haya quedado reducida a sólo un puñado de títulos! Si os gusta la prosa de Virginia Woolf y las historias de fantasmas de Henry James, puede ser buena idea echarle un ojo a este Uncanny Stories de May Sinclair.


Sinclair, M. (2006). Uncanny Stories. Wordsworth Editions.

Sinclair, M. (2008). Vida y muerte de Harriett Frean / Cuentos extraños. Alba Editorial





'Weird Stories' de Charlotte Riddell: pagar facturas y tomarse la vida menos en serio


Charlotte Riddell es una escritora británica de familia anglo-irlandesa. Nacida en 1832 cerca de Belfast, la hoy capital de Irlanda del Norte, se crio en Irlanda pero tras la muerte de su padre en 1855 se mudó a Londres para perseguir su carrera literaria. Y como le suele suceder a la mayoría de artistas, pasó hambre. Entre eso y un marido un poco tarambanas, vivió bastantes preocupaciones materiales que luego trasladaría a su obra.

Al igual que Dolores, que se llamaba Lola, Charlotte Riddell en realidad se llamaba Charlotte Eliza Lawson Cowan, pero siempre publicó su obra con el apellido de casada. Una obra, como nos recuerda Wikipedia, muy extensa: llegó a publicar más de cincuenta libros, además de numerosos artículos periodísticos, género en el que también fue una de las primeras mujeres pioneras. Este Weird Stories, publicado por primera vez en 1882, recoge seis de sus historias sobrenaturales. Tampoco es que escribiera muchas más de este tipo, pero sí es su única colección publicada en vida.

La mayoría de los relatos están ambientados en viejas casas que, cómo no, están encantadas. A pesar de ser un lugar común, Riddell destaca por dos cosas que, en muchos casos, van unidas: su humor y las preocupaciones materiales. Así, en Old Mrs Jones, la familia Tippens se muda a una nueva casa, y Riddell no se ahorra ni un detalle en describirnos las preocupaciones, sobre todo de la señora Riddell, en las reformas que necesita la casa. Mientras una presencia ominosa crece, el marido sólo piensa en pagar facturas. O el desasosiego e intranquilidad del protagonista de Nut Bush Farm por hacer rentable su nueva granja. Por no mencionar las aventuras del empleado chupatintas en The Open Door por conseguir unos ingresos extra. Estas preocupaciones por el dinero, por llegar a fin de mes, por poder tener algo que llevarse a la boca, acerca a los personajes y le resta gravedad a la narración, perdiendo en solemnidad pero ganando en humor. Sin olvidar el elemento fantástico, sobrenatural, siempre presente: hay fantasmas, asesinatos, traumas, testamentos robados...

Charlotte en El club de la comedia

La recuperación de esta obra de Charlotte Riddell se la debemos a la editorial Victorian Secrets (sí, habéis leído bien), que en 2009 publicó Weird Stories con una breve introducción de Emma Liggins. Liggins, profesora de Literatura en la MMU especializada en la época victoriana. También hace un par de años vio la luz Haunted Houses: Two Novels by Charlotte Riddell, publicado por la British Library en su colección Tales of the Weird. Y en castellano, editado, traducido y anotado por Andrés Iriarte, con prólogo de Pilar Pedraza, está disponible desde 2020 La vieja señora Jones y otros cuentos de fantasmas. publicado por Reino de Redonda. En inglés y/o en español, si no leéis a Riddell es porque no queréis.

Riddell, C. (2009). Weird Stories. Victorian Secrets.
Riddell, C. (2020). La señora Jones y otros relatos de fantasmas. Reino de Redonda.
Riddell, C. (2019). Haunted Houses: Two Novels by Charlotte Riddell. British Library.



'El señor de la noche': Tanith Lee y Las mil y una noches

Publicado en 1978, hubo que esperar hasta 1986 para disfrutar de este libro de Tanith Lee, publicado por Martínez Roca y traducido por Albert Solé. Este El señor de la noche es el primero de una serie de autodenominadas novelas llamada Cuentos de la tierra plana, que desafortunadamente no tuvo continuación en castellano. La carrera profesional de Tanith Lee empezó a principios de los setenta y abarca géneros muy diversos, llegando a escribir tanto novelas infantiles como eróticas, aunque sobre todo es recordada con su obra fantástica. Quizás debido a esto, el gran número de libros escritos y la diversidad de géneros entre estos, hace que no sea tan fácil acceder a la obra de Tanith Lee. Por un lado, porque en apariencia hay mucho donde elegir, y por otro porque no se ha reeditado tanto como otros autores. Y esto en inglés, porque en castellano, lamentablemente, sólo se han traducido unos pocos libros suyos.


Aunque a veces definida como novela, El señor de la noche es un conjunto de relatos. Su originalidad es la manera en la que están organizados: cuatro libros divididos en dos partes cada uno y cada una de estas partes a su vez subdividida en tres. Este tríptico está formado por unos relatos que aunque pueden ser leídos individualmente, forman parte de una saga. El libro, El señor de la noche, alude en su título a Azhrarn, el Príncipe de los demonios. A veces de manera directa, otras de manera indirecta, Azhrarn siempre está presente en la narración. El señor de la noche son las leyendas, los mitos, recogidos en forma de sagas, de Azhrarn. Desde el inicio del mundo hasta su final, y otra vez un nuevo comienzo, Lee nos sumerge en su mundo de fantasía.

Al oeste en Philadelphia crecía y vivía...

La prosa de Tanith Lee es hipnótica, cargada de poesía, sensual y llena de colores. No sólo es el fondo que ha elegido darle al libro, la narración enmarcada dentro de otra narración, que es lo que recuerda a Las mil y una noches, también es la forma: un estilo decadente cargado de imágenes, como Baudelaire en un fumadero de opio. En ese sentido, evoca a los simbolistas franceses. Es como si se hubiese tatuado a fuego el soneto de Rimbaud Voyelles y lo utilizase de brújula. También, y salvando mucho las distancias, su prosa se puede comparar a la de Ursula K. Le Guin, especialmente en su serie de fantasía Terramar. Ese gusto por lo oriental influye en ambas escritoras y en su obra. La principal diferencia es que en el caso de Tanith Lee su prosa está cargada de imágenes y de mucha sensualidad. No es de extrañar que también escribiera novela erótica. Y tampoco hay que olvidar que Las mil y una noches, salvo que se trate de alguna versión censurada, también incluye varios relatos eróticos. Es quizás el motivo por el que nunca me había acercado a su obra, ya que mi idea preconcebida era que se parecía más a Anne Rice que a Ursula K. Le Guin. Sí, hay romance y hay sexo, pero ni remotamente parecido a las ñoñerías de Rice, afortunadamente.


Es una pena que su obra sea tan desconocida, particularmente en nuestro idioma. Este El señor de la noche no tiene nada que ver con la fantasía que se escribía a finales de setenta y primeros ochenta, tan deudora para mal de la obra de Tolkien, y me ha dejado con ganas de más Tanith Lee (ya vienen de camino unos cuantos libros adoptados). Me gusta imaginarme a Tanith Lee como una especie de Lord Byron viviendo las aventuras de Lawrence de Arabia mientras alguien canta de fondo: Les calèches de l'amour... mènent toutes à vous Altesse...