Matemos al tío es una novela de June Skinner, escritora canadiense más conocida por su pseudónimo, Rohan O'Grady. Una escritora con una carrera curiosa, pues empezó a publicar muy tarde, con más de cuarenta años, y en su haber sólo nos ha dejado cinco novelas, la más famosa de todas es esta Matemos al tío. Publicada en 1963 en Estados Unidos, cuenta con una adaptación cinematográfica llevada a cabo por William Castle en 1966.

Es difícil ubicar esta novela dentro de un sólo género: hay aventura, misterio, terror, comedia... Sigue la tradición de la literatura infantil de autores como Astrid Lindgren y Roald Dhal que se remonta a las viejas narraciones de cuentos de hadas recogidas por los hermanos Grimm y Andersen. Sus personajes infantiles, como Pippi Langstrump o Matilda pueden resultar un poco chocantes para el lector actual, como lo son los personajes de O'Grady en esta novela. Y eso sin que podamos decir que es una novela infantil, aunque tome elementos de ésta. 

Matemos al tío es la historia de Barnaby Gaunt, un niño que acaba de quedarse huérfano y que se dirige a una remota isla de Canadá para que su tío, su único pariente vivo, se haga cargo de su tutela. El problema es que Barnaby es el heredero de diez millones de dólares y su tío, que no es la persona amable que aparenta ser, le quiere asesinar. Sylvester Murchison-Gaunt es el tío de Barnaby, una figura que no hace acto de aparición hasta el último acto de la novela pero que es una presencia que siempre está planeando sobre la isla y sobre Barnaby. Comprenderá, junto a Christie MacNab, la única menor y su amiga, que la única solución para evitar ser asesinado por su tío es adelantarse a sus planes y asesinarlo primero.

A través de Barnaby y Christie conocemos a los demás protagonistas de la isla, la mayoría de los cuales son ancianos que han perdido a sus hijos en la guerra. Las únicas excepciones son Albert Coulter, sargento de la policía montada del Canadá, la autoridad en la isla, y Desmond, el idiota abandonado por su propia familia y que vive de la caridad de los isleños. Barnaby se aloja en la casa de los Brooks, que lo adoptan pensando que es la reencarnación de su hijo Dicksie, mientras Christie lo hace en casa de la señora Nielsen, cabrera y panadera de la isla. También será a través de estos protagonistas y sobre todo del humor como O'Grady logre no dejar títere sin cabeza. El sargento Coulter es una persona muy recta y ejemplar pero está enamorado de la esposa del reverendo. Sylvester, el antagonista, es un héroe de guerra, los niños planean un asesinato...

Matemos al tío consigue lo que no consiguió Spielberg en Parque Jurásico: que no odies a los niños protagonistas. Y mira que O'Grady te da razones, pero Barnaby y Christie son los protagonista de esos veranos largos, casi infinitos, de nuestra infancia, pero tienen un toque de humor negro que hace que los adores. Es como si Daniel el mochuelo, el protagonista de El camino de Miguel Delibes, fuera protagonista de una película de Tim Burton. Yo al menos no me quejo: en mis veranos en Lumpiaque iba a buscar caracoles con mis tíos atravesando la senda de los elefantes. Y había un monstruo en el desván de casa.

Reeditada por Bloomsbury en 2010 a raíz de un artículo en The Guardian, hacerse con una copia en inglés de esta novela es fácil y barato. Igual de fácil aunque no tan barata es la edición en castellano, preciosa en todos los sentidos, de Impedimenta. Para mí este Matemos al tío es una de las lecturas que más he disfrutado este año y que me ha quitado horas de sueño hasta que he conseguido acabarla.

O'Grady, R. (2010). Let's Kill Uncle. Bloomsbury Publishing PLC.
O'Grady, R. (2014). Matemos al tío. Editorial Impedimenta.