Robert Silverberg  es uno de los grandes autores de ciencia ficción, lleva publicando libros desde mediados de los cincuenta y su obra es, como en la mayoría de casos cuando se trata de escritores populares, muy extensa. Obviando el cuarteto Asimov, Clarke, Heinlein, Dick, Robert Silverberg forma parte de esa segunda generación de autores clásicos de la ciencia ficción, los Frederik Pohl (lo que me reí con Pórtico y Mercaderes del espacio), Brian W. Aldiss, John Wyndham, Theodor Sturgeon y compañía. Y como estos, con mayor o menor fortuna ha sido traducido al castellano. Quizás el mayor incoveniente sea la cantidad de obras, que entre tanto título donde elegir, a veces es difícil acertar. 

El libro de los cráneos, publicado en 1972, es un libro atípico que podría enmarcase más en el thriller y la novela psicológica que dentro de la ciencia ficción. Silverberg, como otros autores que se dedicaron a los géneros populares, saltó de uno a otro e incluso llegó a hacer alguna incursión dentro de la novela erótica. Si no se ha hecho, estaría bien que alguien recogiera las aportaciones al género erótico de los autores y autoras de ciencia ficción, terror y fantasía del siglo XX. 

El libro de los cráneos es el viaje de cuatro estudiantes en busca de la inmortalidad. Cada uno de ellos es un prototipo de una clase y/o minoría: tenemos a Oliver, el hombre hecho a sí mismo que proviene de un pequeño pueblo de Kansas, a Timothy, el rico heredero de una de las familias aristocráticas de Nueva Inglaterra, Eli, el judio intelectual, neurótico y acomplejado, y a Ned, el católico homosexual y poeta bohemio. Eli, filólogo experto, traduce un libro (del catalán) que asegura que es posible alcanzar la inmortalidad. Para ello, necesita a otros tres voluntarios que le acompañen en su viaje: un cuarteto tiene que presentarse ante la orden de los cráneos, uno tiene que morir voluntariamente y a otro hay que sacrificarlo para que dos de esos integrantes del cuarteto alcancen la inmortalidad. La mayor parte del libro es un road trip en coche atravesando Estados Unidos desde la costa este hasta el desierto de Arizona, donde se encuentra la orden de los cráneos. Construida desde la perspectiva de estos cuatro personajes, saltando de uno a otro en cada capítulo, Silverberg nos muestra los anhelos de cada de ellos, sus virtudes y sus miserias en esta aspiración a la inmortalidad. Uno de los mayores aciertos del libro es dejar a la voluntad de los lectores si esa inmortalidad existe o no: ¿la orden de los cráneo está formada por seres inmortales o no es más que otra secta? El salto de fe que tienen que dar los personajes también es compartido por el lector. También es una obra que está atravesada por la crisis de la época, recogiendo el cinismo y cierta desesperanza de la sociedad estadounidense, agotada tras la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate. Esta visión más sombría cristalizaría en una de las mejores obras de Stephen King, El misterio de Salem's Lot, el reverso tenebroso y pesimista del Drácula de Stoker.

El salto de fe más famoso del cine

El libro de los cráneos es una buena manera de acercarse a la obra de Silverberg. Quizás no es el mejor ejemplo de novela de ciencia ficción del autor, porque aunque algo de ello hay, se mueve más por otros terrenos. Pero es una novela corta, que se lee rápido y, sobre todo, muy entretenida. Su obra más reconocida es una de las más recientes, Roma eterna, que además es la primera de las suyas que leí. El libro de los cráneos en España fue publicada en los setenta por Destino, en los ochenta por Ediciones B y 2003 por La Factoría de Ideas. No esdifícil conseguir una copia barata del libro, tanto en castellano como en inglés.

Silverberg, R. (1999). The Book of Skulls, Gollancz.
Silverberg, R. (2003). El libro de los cráneos, La Factoría de Ideas.
Silverberg, R. (2006). Roma eterna, Minotauro.