Sobre adaptaciones se podrían escribir varios libros y no llegar a ninguna conclusión. En el caso de los cómics, son multitud los que han dado el salto a nuestros televisores; a veces mejor y a veces peor. Preacher, el cómic de Garth Ennis y Steve Dillon, se ha convertido en una serie de AMC algo polémica precisamente por su adaptación. Siempre habrá puristas que digan «esto en el cómic no aparecía», pero no se trata de seguir la obra como un storyboard, sino de que ésta sea fiel en espíritu al original, algo subjetivo difícil de valorar. Aquí es donde creo que AMC acierta, optando deliberadamente por convertir la primera temporada de Preacher en un preámbulo que sirve como presentación de los personajes y el mundo del cómic. En el cómic la acción comienza in media res, en la serie se opta por un prólogo como preámbulo a la historia principal.

Cualquiera que se haya acercado a la obra de Garth Ennis comprenderá las vicisitudes que ha tenido que pasar una obra como Preacher, llena de un humor negro muy bestia y políticamente incorrecto, para convertirse en serie de televisión. Durante años la HBO fue la única cadena que se planteó el desarrollo de la serie, aunque finalmente acabó abandonando el proyecto. Tuvo que pasar una década para que llegara AMC con el dinero y las ganas para convirtir el proyecto en realidad.

¿Y de qué va Preacher? Jesse Custer, un predicador que ha perdido la fe, es poseído por una poderosa criatura, Génesis, mezcla de ángel y demonio, que le otorga extraños poderes. Custer se convierte en un poderoso ser que emprende la búsqueda de dios para obtener respuestas a sus dudas. Esta primera temporada ha servido de presentación de personajes, centrándose en la trinidad Custer-Cassidy-Tulip, trío protagonista del cómic, que son los que emprenden ese road trip en busca de dios.
Lo visual, teniendo en cuenta que la obra viene del cómic, es una parte en la que han puesto especial cuidado. Lo mismo se puede decir del tono, muy bestia en el cómic, que se ha respetado en la adaptación televisiva. Preacher ha sabido captar el espíritu del original; que se parezca más o menos a éste es lo de menos, lo importante es que como obra autónoma funciona.