El proyecto de la bruja de Blair fue una de esas películas que se recuerdan más por todo lo externo que la rodeaba que por la película en sí. Una vez que le quitas ese envoltorio, queda una película normalita, disfrutable pero nada memorable. Los dos directores y creadores de la película, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, no han tenido carreras cinematográficas muy destacables después del hit que supuso su primera película. Este último, Sánchez, ha sido el más activo. Su última película hasta el momento es Exists.

Sánchez, fanático de las leyendas urbanas sobre bigfoots, dio rienda suelta a su obsesión en Exists. También vuelve a utilizar la técnica narrativa del metraje encontrado, como en su debut. No será el único parecido con su ópera prima, El proyecto de la bruja de Blair, ya que también hay un grupo de jóvenes que se pierden en un bosque. Y hasta aquí los parecidos.

Uno de los principales fallos de la película es la falta de una mitología detrás de la leyenda del bigfoot. Da muy poca información sobre una leyenda urbana que ya, a priori, resulta poco atractiva. Salvo aquella serie de finales de los ochenta, Harry y los Hendersons, el bigfoot siempre ha sido una figura muy de serie B. No es algo malo, pero no ha conseguido trascender mucho más allá de un pequeño círculo de apasionados.

Otro de los fallos, pero en este caso más explicable por el género en el que se mueve la película, es el nulo desarrollo de los personajes.
Todo un compendio de clichés y tópicos conforman unos personajes planos y nada interesantes, haciendo que la implicación del espectador con estos sea nula. Total, sólo son carnaza para un bigfoot cabreado. Carnaza con cámara incorporada, porque si te haces selfies en el baño también puedes grabar tu propia muerte.

Exists es una película que no destaca ni para bien ni para mal. A ratos es entretenida y tiene el plus de abordar una leyenda urbana poco común, pero poco más.