'La biblioteca de Turpín': un acercamiento a la lectura
Casi con total seguridad, una de mis primeras lecturas fue el suplemento dominical de El País dirigido a los pequeños de la casa, El Pequeño País. Hace unos escuché que en los 90 era posible vivir dentro del grupo PRISA, con El País, Alfaguara, la SER... todo un conglomerado de empresas que dirigen y (con)forman lo que se lee, lo que se escucha y lo que se ve. Mi primer contacto con el mundo del cómic está marcado por este hecho. En El Pequeño País conocí a Astérix, El pequeño Spirou, Goomer, Gardfield, Leo Verdura, Marco Antonio, 13, Rue del Percebe... También fue el espacio donde conocía a Indiana Jones, Regreso al futuro... Si hay algo nostálgico para mí, no es leer uno de estos libros sobre la EGB o similares, es releer mi colección de El Pequeño País. En una de estas relecturas he redescubierto La biblioteca de Turpín, la obra de Max para el suplemento de El País.
La biblioteca de Turpín, una obra encargada a Max para El Pequeño País, se publicó por entregas en este suplemento a lo largo de 1989. Posteriormente, en 1990 se recogió la totalidad de la obra en un único volumen publicado por Altea. En 2006 La Cúpula volvió a reeditar la obra, siendo fácilmente accesible desde entonces. Yo sigo conservando mis ejemplares de El Pequeño País donde viene publicada.
La trama era bastante sugerente, sobre todo si tenemos en cuenta que iba dirigida a un público infantil. Cris y Óscar son dos primos que una noche se cuelan en un caserón donde vive un personaje huraño, Turpín, y su perro robótico Holi. Turpín inventó una tinta que permite viajar al interior de los libros que están escritos por ésta, pero por desgracia perdió la fórmula en uno de sus viajes, guardada en el forro interior de un sombrero. Cris y Óscar viajarán a través de distintos libros buscando el sombrero donde se oculta la fórmula de la tinta.
La obra de Max está planteada muy inteligentemente, siendo para muchos lectores un acercamiento a la lectura y a obras clásicas de la literatura. Visitan a Sherlock Holmes, La guerra de los mundos, El mundo perdido, Alicia en el País de las Maravillas... Toda esta parte didáctica está acompañada de las propias aventuras de los personajes en cada libro, lo que hace de su lectura algo muy entretenido.