Lupin III es una de las series de anime más míticas y valoradas por los aficionados. Estaba basada en el manga de Kazuhiko Kata, que consta de doce volúmenes. Este manga dio pie a las tres series de anime, pero también a seis películas de anime, una serie de televisión, un musical, bandas sonoras, varios videojuegos y obras de teatro y un par de películas de acción real. Lupin y el corazón púrpura de Cleopatra es la segunda de ellas.

El creador de los Studio Ghibli, Hayao Miyazaki, dirigió vasrios capítulos de la serie de anime y alguna de sus películas, El castillo de Cagliostro. Además de la multitud de obras derivadas del manga origunal, Lupin III también ejerció una poderosa influencia en otros mangas y animes, como Cowboy Bebop, o en directores de cine como Steven Spielberg, que alabó El castillo de Cagliostro diciendo que era la película con la mejor persecución de coches de la historia.
Dentro de este universo de Lupin III, la película Lupin y el corazón púrpura de Cleopatra es una obra menor. Ambientada en la actualidad, Lupin III tendrá que llevar a cabo un robo y acabar con el malo de turno. Para ello, contará con aliados, que no son otros que los compañeros que aparecen en el manga o el anime. La película intenta ser fiel al espíritu original, pero hay ciertos elementos, como el del humor, que no terminan de funcionar.

La película recibió malas críticas. Si para Spielberg El castillo de Cagliostro era un ejemplo de escena de perseución de coches en el cine, la persecución que aparece en Lupin y el corazón púrpura de Cleopatra entre un Fiat 600 y un Hummer es todo un despropósito. Todo en la película parece tener un aire cómico. El problema, es que no es esa la intención. La coreografía de las peleas no está mal hecha para reírse. Es como si hubiesen hecho Shaolin Soccer en serio y no para reírse. Algo falla. Eso, unido al excesivo metraje de la cinta, de más de dos horas, convierte una película para pasar el rato en un soberano tostón.