Con la publicación en 1844 de Los tres mosqueteros Alexandre Dumas nos regaló una fabulosa aventura y uno de los personajes más famosos de la literatura universal: D'Artagnan (para los que nacimos en los ochenta «D'Artacán»). Dumas, autor romántico y de novela histórica, escribió algunas de las novelas más leídas de todos los tiempos, como El conde de Montecristo o las dos continuaciones de Los tres mosqueteros. Novelista, periodista y dramaturgo, su producción total supera las 300 obras, convirtiéndose en uno de los más prolíficos y populares autores que han dado las letras francesas.

La historia de Los tres mosqueteros es la historia de D'Artagnan, un joven gascón que parte hacia el París de Luis XIII para convertirse en mosquetero del rey y labrarse un porvenir. Muy pronto conocerá a sus compañeros mosqueteros, Athos Porthos y Aramis, y se verá envuelto en las intrigas de la corte, creándose un gran enemigo: el cardenal Richelieu, el gran antagonista de la historia.

La novela ha tenido multitud de adaptaciones al teatro y al cine, convirtiendo la obra y personajes de Dumas en referentes universales. La película clásica que pasa por canon para las demás es la de 1948, dirigida por George Sidney y con Gene Kelly como protagonista. Otra muy recordada fue la adaptación de Disney en 1993, esta vez con un joven Charlei Sheen como D'Artagnan. Unos años antes, en 1991, Disney se atrevió con Robin Hood, en lo que aprecía una estrategia por recuperar los viejos clásicos de capa y espada. Más recientemente, en 2011, tuvimos que sufrir la versión de Paul W. Anderson. Para toda una generación en nuestro país, la serie de D'Artacán y los tres mosqueperros fue el primer contacto con la obra de Dumas.

Publicada en folletines en el periódico Le Siècle, Los tres mosqueteros está escrito en una prosa ágil y dinámica, donde predominan la acción y los diálogos. Aunque a veces se le coloque la etiqueta de "literatura popular", en tono peyorativo y de manera despectiva, no cabe duda de que estamos ante una gran novela. No sólo está bien escrita, sino que es tremendamente divertida. Mal que les pese a algunos.