La televisión británica siempre tiene pequeñas joyas ocultas. Dead Set es una de ellas. Emitida por el canal británico E4 a finales de 2008, consta de una única temporada de cinco capítulos, cada unos de 45 minutos de duración. En España la emitió Canal + en el verano de 2009.

Si en 2002 Danny Boyle revitalizó el género zombi/infectado con su película 28 días después, Charlie Brooker le daría una vuelta de tuerca y, al más puro estilo Romero, utilizaría a los zombis de Dead set como metáfora para una crítica social ácida. El argumento de la serie es provocador: mientras unos concursantes de un reality show, Gran Hermano, están encerrados en el estudio donde se desarrolla dicho concurso, se desata un apocalipsis zombi.

Charlie Brooker, más conocido por Black Mirror, ya apuntaba maneras en Dead Set. La crítica social, unida a un humor ácido y bastante gamberro, ya estaban presentes en esta miniserie. Si Black Mirror le permitió explorar en cada capítulo temas diferentes, en Dead Set se centró en la alienación producida por la televisión, muy especialmente por la telebasura. El final es un final sin concesiones, como corresponde a la crítica realizada. El individualismo, la alienación, el voyeurismo y el exhibicionismo propios de una sociedad decadente no pueden tener un final feliz.

Quizás menos interesante que Black Mirror por centrarse en un sólo tema, Dead Set es una serie altamente disfrutable, no sólo para los amantes del género zombi, para los que supone una renovación refrescante, sino también para los aficionados a las buenas series de televisión. Los cinco capítulos saben a poco, pero por eso son breves e intensos y no defraudan.