Los vampiros, a pesar de su larga tradición en cierto tipo de literatura, tienen su gran novela fundacional en el Drácula de Stoker. Lo mismo sucede con los zombis y George Romero o el Frankenstein (Fronkonstin) de Mary Shelly. Sin embargo, a la hora de pensar en un personaje como la momia, no hay mucho que rascar. En el cine ha tenido más recorrido con las películas de la Universal y la Hammer, además de la más reciente La momia de Brendan Fraser, pero como personaje literario brilla por su ausencia. Por eso esta novela de Anne Rice es una rara avis.

Lo primero qe hay que aclarar es que no estamos ante una novela de terror. Tiene su dosis de fantasía y terror, pero sobre todo es un drama romántico. Ambientada a principios del siglo pasado, La momia entronca con la tradición romántica y la revisión del mito que hizo la Universal en los años treinta.

Está dividida en dos partes, una de presentación del personaje (Ramsés II) ambientada en Londres, y otra de resolución de la trama ambientada em Egipto. La primera parte es muy lenta, y la segunda se pierde en un folletín rosa. No tengo nada en contra del género, pero frases como «derriba la puerta» o «rompe el sello de mi virginidad» cuando está narrando escenas de sexo, a parte de bastante moñas, a mí me sacan completamente de la narración.

Si con las Crónicas vampíricas, al menos en los primeros libros, Anne Rice sí que daba en la tecla y combinaba muy bien todos estos elementos (misterio, fantasía, terror, erotismo, romanticismo...), en La momia se excede en algunos (romanticismo) y es muy parca en otros (terror). Como resultado, La momia es una novela fallida, a la que tampoco ayuda en nada su extensión. Habrá que seguir esperando esa gran novela sobre la momia.