Jurassic World, como con otras tantas secuelas de películas de los ochenta y noventa, tiene un alto componente generacional. La fui a ver con mi hermano cuando la estrenaron en el cine, y los siete años que nos llevamos, se notaron en la valoración de la película. Jurassic Park fue un auténtico pelotazo a todos los niveles. Revolucionó la forma de hacer cine con el desarrollo de unos efectos digitales magníficos para la época y su combinación con los efectos analógicos, gracias a lo cual la película ha envejecido muy bien. También fue un éxito económico importante. No sólo en cuanto a público, también en ventas de merchandising. Fueron unos años en los que nos invadieron los dinosaurios. Por eso la cuestión generacional y el factor nostalgie es tan importante al valorar esta película. Yo estaba dispuesto a perdonarle ciertas cosas; mi hermano no.

La cuarta película de esta saga de dinosarios es en buena parte deudora de la primera parte, aunque se distancia de ella en algunos aspectos. Es deudora de la primera por la trama y los guiños que le hace: otra vez estamos en la misma isla y otra vez hay problemas en el parque. Otra vez hay dos niños sueltos y otra vez hay que ir a buscarlos. Un tiranosaurio por aquí, unos velocirraptores por allá... Son muchas las similitudes, es algo que tampoco tratan de ocultar. Y los guiños son muchos y variados. Hasta llegan a visitar la sede del antiguo parque. Pero la película incluye más escenas de acción, como la segunda parte.

La película también tiene sus cosas, como cuando los niños hacen de MacGyver arreglando uno de los todoterrenos, pero en general no desvían demasiado la atención de la trama. También añaden un elemento original: los velociraptores entrenados por Owen, el personaje de Chris Patt. En la tercera entrega también intentaron innovar con los velociraptores, pero fue tal el despropósito de la película que quedó en el olvido.

Jurassic World es una digna sucesora de Jurassic Park, convirtiéndose en la mejor segunda película de la saga. Tampoco estaba difícil. Ahora falta que se alejen de la fórmula dinosaurios+parque+algo sale mal. El director de la siguiente película es el español Juan A. Bayona. Aunque todavía no se ha desvelado nada de la trama (algunos rumores apuntan al uso militar de los velociraptores como trama principal), Bayona ha declarado que será más oscura. Con Steven Spielberg de productor me cuesta creerlo. Esperemos que la próxima película transite por otras coordenadas.