'Lost', segunda temporada
Entre la primera y la segunda temporada hay una cierta unidad narrativa que se rompe en las sucesivas temporadas. También exite una coherencia interna en el relato: Lost es una historia fundamentalmente de misterio. Como en la anterior temporada, siguen jugando con el espectador, dando más datos e introduciendo elementos y personajes nuevos, pero conservando el mismo tono y estilo.
Con la voladura de la escotilla, descubren dos cosas: a Desmond, uno de los secundarios más carismáticos de la serie, y la Iniciativa Dharma. Desmond es junto a Linus, que también aparece por primera vez en esta temporada, uno de los personajes más queridos por los fans de la serie. La escotilla, que conduce a un búnker, descubre a los protagonistas la existencia de la Iniciativa Dharma. Es uno de los momentos más importantes de la serie porque amplía el universo de la isla. Si hasta entonces todo apuntaba a una isla casi deshabitada del Pacífico, descubrimos que es más grande y hay más gente. Esto se les acabaría yendo de las manos en temporadas venideras, con gente entrando y saliendo de la isla a placer y ésta convertida en el Marina d'Or de los misterios.
Seguimos conociendo más de los personajes de la isla gracias a los flashbacks que nos permiten echar un vistazo a sus vidas pasadas. También vemos ampliado nuestro conocimiento de "los otros". Dejan de ser sobrenaturales (en el sentido de que se parecen más a espíritus de la jungla) para hacerse humanos. Unos humanos muy misteriosos, pero humanos al fin y al cabo. Además de conocer a su líder, también se nos revela el destino de los pasajeros de cola. Aquí empieza uno de los problemas de Lost: la mayoría de secundarios, salvo contadas excepciones, duraban dos telediarios. Así pasó con los pasajeros de cola Ana Lucía y Libby, asesinadas por Michael, y el Sr. Eco, que aún sobreviviría unos capítulos en la siguiente temporada. Y también se le empiezan a ver los costurones al guión. La trama de Walt, que se nos remarca que es un niño especial, y la búsqueda por parte de su padre, Michael, al final no conducen a nada. ¿Y qué es eso de pulsar el botón cada 108 minutos? Ya empezaron con el rollo del destino y el misticismo que tanto perjudicaría a la serie después. Y John Locke, que es un peñazo de tío, el cansino.
Lost seguía siendo una serie fresca y adictiva, pero ya empezaba a dar muestras de agotamiento. Era imposible salir bien de responder a los misterios con más misterios. La bola de nieve que se había ido formando ya era gigante. Aún así, las dos primeras temporadas pueden verse como un todo desligado de lo que vendría después. Quién quiere respuestas teniendo una isla tan especial.
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