Robinson Crusoe es una de las películas más atípicas dentro de la filmografía del genio aragonés Luis Buñuel. Perteneciente a su etapa mexicana, es la primera de sus películas rodada en color. Esta adaptación de la novela de Daniel Defoe se aleja del surrealismo (aunque está presente) de muchas de sus obras y la hace homologable a cualquier producción de Hollywood de la época. Dan O'Herlihy, protagonista de la cinta, fue nominado como mejor actor en los premios Óscar.
La dificultad de adaptar la obra de Defoe estriba en la falta de interacciones de Robinson con otros personajes. Buñuel opta por la voz en off para hacernos partícipes de los pensamientos de Robinson, ya que si no, parecería casi una película muda. Además, la introducción del gato y sobre todo la del perro ofrecen otra posibilidad de interactuar a Robinson. Esta primera parte de la película se centra en la soledad y angustia de Robinson. Para la segunda parte, la historia avanza mediante una elipsis temporal situándonos en la parte más interesante de la novela, cuando conoce a Jueves, ya que es la que ofrece mejores posibilidades narrativas. Aquí se explora la relación de Robinson, no ya consigo mismo, sino con los otros, representados sobre todo por Jueves.
Buñuel opta por incluir otros temas ajenos a la novela, algunos muy en boga en la época como el fantasma freudiano del padre. Robinson desobedece a su padre y se embarca en busca de dinero y aventuras. Es ese acto de desobediencia el causante de su actual situación. La película tiene dos momentos claramente surrealistas: las visiones de Robinson cuando cae enfermo y las visiones de Robinson borracho, en las que se mezcla sueño y realidad. Es en la primera de esas visiones donde Robinson ve a su padre, lo que sirve a Buñuel para explorar la relación paternofilial entre ambos. En esa visión, el padre niega el agua a su hijo sediento en una especie de castigo por haber sido desobedecido.

No hay épica en Robinson Crusoe, muchas veces no pasa nada, como en las películas neorrealistas. La verdadera épica está en la exploración de la soledad y de la soledad que lleva a cabo Buñuel.