Desafío total es una de las últimas grandes producciones en usar efectos especiales analógicos. Aunque incluye alguna escena con efectos digitales, como la de los esqueletos en los rayos X, la película dirigida por Paul Verhoeven destacó por ser la última superproducción hecha por artesanos. Rob Bottin, el responsable de los efectos especiales, había trabajado con Carpenter en La niebla y La cosa, y venía de hacer Robocop con Verhoeven, que lo fichó para Desafío Total. Gracias a su labor la película consiguió un Óscar, el único que ganó. Las maquetas, el maquillaje, las marionetas, el animatronic... fue la última gran película en recurrir a estos elementos, Terminator 2 y The Abyss marcarían la supremacía del CGI y los efectos digitales.

El argumento de la película está basado en el relato del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick Podemos recordarlo por usted al por mayor. A finales del siglo XXI, Douglas Quaid, interpretado por Arnold Schwarzenegger, es un obrero de la construcción que sueña con ir a Marte de vacaciones. Como su mujer no comparte su entusiasmo por este viaje, decide acudir a Total Recall, una compañía especializada en implantar falsos recuerdos. Las cosas no salen como espera, el implante de falsos recuerdos es un fracaso y Quaid desubrirá o creerá descubir que en realidad es Hauser, un agente secreto al que quieren eliminar. El alto grado de paranoia de Philip K. Dick es aprovechado por Verhoeven, que deja abierto a la interpretación del espectador decidir si lo que ve es una fantasía alucinada de Quaid o es real.
La película, merced a esos grandes efectos especiales, ha envejecido muy bien, dejando escenas que aún hoy día son memorables. Arnold Schwarzenegger sacándose el localizador por la nariz o quitándose la máscara, cuerpos explotando en un Marte sin atmósfera, la mutante con tres tetas, el tiroteo en las escaleras mecánicas... Además, la minuciosidad con la que están construidas las maquetas que recrean Marte permiten a Verhoeven rodar unos planos que son una auténtica genialidad. Mención especial para la banda sonora, que los futboleros recordarán por ser banda sonora de los partidos de Canal +.
Qué te ha pasado en la cara cuñaaaaaooooo
Arnold Schwarzenegger estaba en uno de los mejores momentos de su carrera, sino en el mejor. Después de Conan, Depredador y Terminator, Schwarzenegger era garantía de taquillazo. En Desafío total es el protagonista y la estrella absoluta de la película, además de meter mucha mano en la producción de la misma. En el reparto destacan una entonces semidesconocida Sharon Stone interpretando el papel de espía/mujer de Quaid, el héroe de la resitencia de V, Michael Ironside, como Richter, Ronny Cox en el papel de antagonista (otra vez)... incluso un joven Dean Norris, famoso hoy día por su papel de cuñao en Braking Bad, con un pegote mutante en la cara.

Desafío total es una película muy gamberra que difícilmente se podría volver a rodar hoy día. A caballo entre dos épocas, no sólo en lo referente a los efectos especiales, sirve de cierre de una etapa. El humor negro, el lenguaje, la violencia e incluso el gore, están presentes en la película de Verhoeven. En el remake de Len Wiseman, aunque con unos buenos efectos digitales, resulta una película bastante plana en comparación. ¡Larga vida Desafío total, la última superproducción de los artesanos!