La cartuja de Parma es un clásico, o como diría Italo Calvino: «es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir». Ha ejercido y sigue ejerciendo una influencia particular en todo tipo de escritores. Junto con Rojo y negro, es una las novelas más conocidas del escritor francés Stendhal. Después de varios años de falta de inspiración, Stendhal escribe La cartuja de Parma en un breve arrebato creador. Fue publicada en 1839, pocos años antes de la muerte del autor, y es considerada su última gran obra. Originalmente pensada en tres tomos, las imposiciones del editor obligaron a Stendhal a recortar la historia dejándola en dos tomos, algo que se nota en la parte final, donde la acción se precipita debido a esos recortes.

La novela mezcla varios géneros y estilos, algunos contrapuestos, como el Realismo y el Romanticismo. La propia experiencia de Stendhal salpica la obra. Entre viajes y diferentes estancias, Stendhal pasó más de dieciséis años en Italia, a la que le unía un amor profundo por su historia y por sus gentes. Gran conocedor del paisaje y del paisanaje, incorporaría su propia historia a la ficción, salpicada de recuerdos y experiencias del propio Stendhal, que destaca como gran observador de su tiempo.

Stendhal narra la historia de la Italia de principios del siglo XIX, en plena reacción después de la derrota de Napoleón. Sin ser un relato preciso y exhaustivo de la realidad histórica, de la que Stendhal no se preocupaba mucho, sí es un fiel retrato de la sociedad de su tiempo. Observaciones que hoy nos parecerían verdades de Perogrullo, como señalar que el dinero es la medida de todas las cosas, entonces no eran fáciles de ver en una sociedad que, como la nuestra, estaba en pleno cambio de época. El Antiguo Régimen no terminaba de morir.

En La cartuja de Parma caben las aventuras picarescas, el romance, la crónica de sociedad y la histórica, caben el Realismo y el Romanticismo; es una obra a caballo entre dos épocas. Asesinatos, amores, envenenamientos, intrigas políticas, encarcelamientos y fugas, La cartuja de Parma es la Italia histórica, la Italia vivida y la Italia imaginada por Stendhal.