'Están vivos': la era Reagan vista por Carpenter
Estrenada en 1988, con Están vivos John Carpenter cerraba su década prodigiosa. Debido al perfeccionamiento y abaratamiento de los efectos especiales digitales, comenzaba el declive de los viejos artesanos del cine. El cambio de paradigma, supuso el declive de ciertos directores, entre ellos Carpenter, que siempre quedó asociado al cine de los ochenta. Carpenter, que ya había ido a la contra en esa década, quedó finalmente relegado a a un lugar secundario dentro de la industria, con la que nunca se había llevado bien.
Están Vivos es la cinta más abiertamente política de Carpenter y una de esas pequeñas joyas olvidadas del cine izquierdista de Hollywood, que aunque hoy en día pueda sonar raro, existió. En plena década de la reacción, en los últimos años de mandato de Reagan, Carpenter critica las políticas desreguladoras y neoliberales de las últimas administraciones conservadoras, a las que culpa de la miseria y desprotección de los trabajadores.
John Nada, el apellido no es casual, es uno de los miles de trabajadores pobres que se han quedado en paro y que vaga en busca de un trabajo, el cual tampoco lo sacará de pobre. Gracias a otro trabajador, Frank Armitage, encontrará refugio en un campamento de chabolas junto a una vieja iglesia. Cuando una noche el campamento es destruido por la policía, Nada huye. Al regresa por la mañana, descubre entre los escombros unas gafas de sol que le permiten ver lo que de verdad ocurre a su alrededor. Toda la propaganda y alienación a la que está sometido, de repente se muestra tal cual es. Así, Nada descubre una conspiración alienígena, que con la ayuda de la élite económica humana, utilizan al planeta y a sus habitantes como esclavos.
Si en otras películas las invasiones extraterrestres se utilizaban como metáfora del enemigo interno, comunista para más señas, que quería destruir América, Carpenter subvierte el mensaje: el enemigo ya está aquí y utiliza el American Dream para esclavizar a la nación. Como recuerda el personaje de Armitage: la regla de oro es que los que tienen el oro hacen las reglas. Las gafas son el instrumento para desenmascarar las mentiras que nos cuentan, ya que si el conflicto no se ve, no existe. La visión que proporcionan las gafas politiza a aquel que las lleva puestas.
Aunque no tan divertida y gamberra como Golpe en la pequeña China, Están vivos es una sátira mordaz y ácida contra el consumismo y el capitalismo salvaje que devora recursos y personas. Carpenter parece decirnos que "si ellos están vivos es porque nosotros dormimos"; ¿despertamos?
21 de marzo de 2016, 14:36
Al contar con un trasfondo crítico más evidente, quizá no quede al mismo nivel que podían estar sus producciones más abiertamente fantásticas como La niebla o La cosa, pero se arriesgó tanto en este terreno como lo hicieron en su día producciones como Los ladrones de cuerpos. Naturalmente, comparto más el estilo de sátira económica de Carpenter que las paranoias anticomunistas, aunque reconozco que muchos elementos, como las gafas y el diseño de los alienígenas es muy deudor del cine de los cincuenta.
Lo de los efectos digitales, según tenga el día, ha dado sus buenas cosas o todo un rebote de los de "antes esto era mejor". Por un lado, a producciones pequeñas les sirve para poder tener un acabado más profesional, disponer de un nivel de efectos más aceptables e incluso sacar adelante proyectos que hace años se quedarían en un cajón. Por otro, tuvimos que pasar un verdadero sarampión donde había cgi hasta debajo de las piedras. Hoy ver los efectos de La momia, Van Helsing, y hasta La amenaza fantasma (si se cuenta con una de esas teles HD donde te sacan defectos hasta en las pestañas) dan un resultado mucho más flojo que el que pueden ofrecer producciones que dependían únicamente de latex y marionetas.
23 de marzo de 2016, 13:03
Otras de sus películas son mucho más redondas, pero 'Están vivos' también tiene su punto, quizá por la crisis en la que estamos inmersos. Es de quitarse el sombrero la habilidad de Carpenter para, usando las mismas convenciones del género, darle la vuelta al mensaje. Es lo que más me gusta de la película.
El CGI se fue de madre en los voventa xD. Ahora da unos resultados asombrosos, pero sigue fallando en incorporar ciertos efectos/texturas a la imagen real. Por lo que sea, no acaba de dar el pego como lo hacían los viejos efectos. Ha abaratado costos permitiendo que proyectos irrealizables sean posibles, pero aún hay cosas que no están al alcance del CGI.