Raymond Chandler es el autor de uno de los detectives de ficción más famosos, Philip Marlowe. Junto con Sam Spade, personaje de Dashiell Hammett, Marlowe es el paradigma y arquetipo de detective de novela negra: un tipo solitario, irónico, con un punto cínico que le hace desconfiado, honrado a carta cabal y observador de la sociedad corrupta que le rodea. Como Spade, fue interpretado en el cine por Humphrey Bogart, otro paradigma dentro del género.

En Asesinato bajo la lluvia y otros relatos nos encontramos con cuatro relatos, todos menos el último, publicados en los años treinta en la revista de género negro por antonomasia, Black Mask. Los dos primeros protagonizados por John Dalmas y los últimos por Philip Marlowe. Durante la década de los treinta, Chandler decide cambiar de vida y hacer carrera literaria,. Antes lo había intentado y había fracasado, ahora volvía a intentarlo eligiendo la novela negra como género.

Como el propio Chandler reconocería, "canibalizaría" sus relatos para desarrollar, a partir de estos, sus novelas más conocidas. Así, en el primer relato que da nombre al libro, Asesinato bajo la lluvia, sería aprovechado por el autor para escribir El sueño eterno, su primera novela. Cada relato es un borrador de futuras novelas en el que Chandler prueba distintas voces narrativas, todas de características similares. Poco a poco irá emergiendo la personalidad de Philip Marlowe.

Chandler es junto a Hammett y Highsmith, uno de los máximos representantes dentro del género de novela negra, marcado por la crisis que hubo después de la I Guerra Mundial y por la Gran Depresión. La denuncia de la corrupción moral y política en la que vivían es una parte determinante y sustancial dentro del género.

Resulta curioso descubrir que estas narraciones fueron recibidas en su momento con mucha condescendencia por parte de los representantes del establishment de la literatura. Publicadas en papel barato o pulp y destinadas al gran público, los que deciden qué es literatura y qué no lo es las situron en la periferia de ésta. Hoy, están en el centro. No es el único género con el que pasaría (y pasa) algo similar.