Hablar de Astérix son palabras mayores. Personaje creado por Renné Goscinny y Albert Uderzo, vio la luz a finales de 1959 en la revista francesa Pilote, y desde entonces sus historias cómicas han acompañado a varias generaciones de lectores. Las bibliotecas municipales o escolares, regalos de cumpleaños o de Reyes, colecciones de kiosko... es casi imposible no haberse tropezado con algún álbum de Astérix.

El papiro del César es el trigésimo sexto álbum de la colección y el segundo después de Astérix y los pictos con guionista y dibujante nuevos. El estilo de Jean-Yves Ferry y Didier Conrad sigue la línea clásica de los álbumes de Goscinny y Uderzo, aunque con un dibujo más estilizado, similar al de la última época de Uderzo en solitario.

Julio César edita su libro La Guerra de las Galias, pero omite el capítulo referente a los irreductibles galos por consejo de su editor, Bonus Promoplús. Doblepolémix, periodista freelance, se hace con el papiro del capítulo eliminado y huye a la aldea gala. Hay jabalíes, romanos, poción mágica, banquete final... Todos los elementos y personajes característicos de Astérix están presente en esta nueva aventura que, como en muchas otras, se nutre de la actualidad (Wikileaks y el caso Julian Assange, referencias a Twitter e internet...) para construir su historia.

Sigue siendo este segundo álbum de Jean-Yves Ferry y Didier Conrad un álbum continuista respecto a otros de la serie, como cogiéndole la medida a Astérix. A partir de ahora, de lo que se trata es de que impriman su propia personalidad a la serie, de la que ya hay algún detalle en este álbum, sin traicionar el espíritu original de Astérix. Otras series languidecen lentamente a lo largo de los años empeñadas en repetir los mismos esquemas hasta la saciedad. Esperemos que con Astérix no suceda lo mismo. ¡Están locos estos romanos!