De la mano de los creadores de V/H/S nos llega Southbound, una película que contiene cinco pequeñas historias conectadas entre sí. La película funciona como una antología de terror, con cinco hisotrias cruzadas interconectadas entre sí pero con distinto tono cada una. Como en todo este tipo de películas, hay historias que funcionan mejor y otras peor, pero en líneas generales no hay ninguna que desmerezca el conjunto.

Recuerda a otras series de terror como Fear Itself, pero condensando cada episodio en una pequeña historia. Lo bueno de este tipo de películas es la brevedad de cada historia. Ideas que son buenas para un corto, se ven lastradas con un desarrollo mayor. En Southbound no da tiempo a perderse en disquisiciones, cada historia es breve y va al grano de lo que quiere contar.

El tono y la ambientación también son un acierto, recordando a series míticas como Cuentos de la cripta, con ese toque pulp, o a La dimensión desconocida. Apuesta claramente por la estética de los ochenta y de los noventa dentro del género.

La unidad del conjunto se establece claramente entre la primera y la última historia, uniendo los hilos que había sueltos en las demás historias. Seguramente en lo que más flojea la película es en querer dar una respuesta coherente que, la verdad, no hacía mucha falta. La reflexión sobre la culpa, algo presente en las cinco historias, no llega a empañar el resultado pero sí a distraer. Al final lo que queda es una carretera y la noche.