El primer hombre de Roma es la primera novela de la saga Roma de la aclamada escritora australiana Colleen McCullough. En el primero de los siete libros que componen la serie. En total, suman más de 5000 páginas.

McCullough recrea, gracias a una gran documentación, el ascenso de Cayo Mario, considerado como el principio del fin de la República. El siglo I a. C. es un siglo de guerras civiles y de descomposición de las instituciones romanas. Personajes como Mario, Sila o Julio César son la expresión de este nuevo signo de los tiempos.

La novela, que como digo está profusamente documentada, narra el triunfo político de Mario y el comienzo de la carrera política de Sila. Este dualismo, el jugar a los espejos con estos dos personajes, es una de los aciertos de la novela, y también una de sus fallas. Cada uno encarna a uno de los dos bandos en disputa, los optimates y los populares. El sesgo de la novela a favor unos y no de otrosd, presentando a Mario como honorable y a Sila como depravado, es claro. Son personajes con muchos matices, por eso no se entiende que en esa escala de grises haya que decantarse por uno u otro.

El primer hombre de Roma es una novela complicada para el lector o lectora que se acerca por primera vez al género. No es una lectura ligera. Hay un montón de nombres y de sucesos que, si bien no has de conocer en profundidad, sí te deben sonar para no perderte. También hay que recordar que no es un tratado de historia, es una novela, y como tal, se toma las licencias que la autora cree convenientes. Una buena lectura para simultanear y/o complementar con SPQR: una historia de la antigua Roma de Mary Beard.