No soy muy fan de las adaptaciones cinematográficas de videojuegos. Como no suelo jugar mucho a videojuegos, me pierdo en las adaptaciones. O directamente éstas son como un videoclip de hora y media. Salvo Resident Evil y Silent Hill, no ha habido ninguna que me llamara demadiaso la atención; hasta que he visto Dead Rising: Watchtower. Ya adelanto que nunca he jugado a Dead Rising.

El protagonista de la película es Chase Carter, un ambicioso reportero. Después de un apocalipsis zombi, el brote es controlado gracias a Zombrex, una medicina que ayuda a que los infectados no acaben convertidos en zombis. Carter se encuentra entrevistando a unos supervivientes del brote cuando se declara uno nuevo. No están claras las intenciones e intereses del gobierno y de la empresa que desarrolla la medicina. Carter se tendrá que ocupar de desvelar todos los interrogantes de este nuevo brote.

La película utiliza algunos recursos narrativos que, aunque ya se han visto antes, no dejan de ser todo un acierto. Introducir nueva información a través de informativos de televisión es algo que ya hizo Verhoeven en Robocop y en Starship Troopers. En Dead Rising: Watchtower este recurso funciona como alivio cómico, guiño al juego (el entrevistado en los informativos es el protagonista del primer videojuego) y como recurso narrativo para dar información al espectador. Además mezcla acción y comedia a partes casi iguales. No es una comedia de terror pero poco le falta. Al final gana no tomándose demasiado en serio.

No me ha dado la sensación de ser una sucesión de videoclips, como sucede con otras películas del género; las secuelas de Resident Evil son un paradigma en esto, distintas escenas videocliperas unidas por un débil hilo argumental. Dead Rising: Watchtower aprovecha muy bien los recursos de los que dispone y no hace trampa. El final deja la puerta abierta a una secuela, pero cierra la trama de la película.