Wayward Pines: El paraíso es el primer libro de una trilogía que inspiró la serie de televisión estrenada el verano pasado por FOX. Escrito por Blake Crouch, la cadena de televisión FOX compró los derechos de la obra. La serie, que empezaba con un magnífico episodio piloto que recordaba mucho a Perdidos, fue perdiendo fuelle en todos los sentidos: malas críticas y una historia que no iba a ninguna parte. Tras ser cancelada  por FOX, la cadena la recuperaría medio año más tarde anunciando una segunda temporada para el verano de 2016.

La novela empieza con el accidente de Ethan Burke, agente de los servicios secretos que se encaminaba a Wayward Pines para investigar los extraños hechos que suceden en la localidad. Sin dinero, sin documentos que acrediten su identidad y totalmente desorientado, se dará cuenta de que no todo es lo que parece en Wayward Pines. A partir de aquí, de un planteamiento inicial muy atractivo y que engancha, la novela se desinfla. Es en gran medida lo que le pasó a la propia serie de televisión: una vez descubierto el giro argumental, la historia pierde interés. También es el momento en el que la serie de despega del libro, al menos un poco, para explorara y buscar su propia identidad: no lo consigue.

La primera parte de la novela, la que se centra en el desconcierto de Ethan Burke, el protagonista, sobre las cosas que están sucediendo a su alrededor, es la más entretenida, pero desafortunadamente lo que sigue a esa primera parte baja mucho el nivel. La novela es una de estas obras escritas para ser adaptadas, casi más un guión novelazado que una novela propiamente dicha. Sucede sobre todo en la literatura juvenil, donde la búsqueda de un nuevo Harry Potter o unos Juegos del hambre ha supuesto una avalancha de títulos imitando estas dos obras. Wayward Pines: El paraíso es una novela que no consigue despegarse de esa sensación, de la búsqueda de un nuevo Perdidos.

Hay ejemplos contrarios a los sucedido con Wayward Pines: El paraíso, como el caso de The 100. La novela de Kass Morgan sirvió para inspirar la serie de televisión de título homónimo. The 100, la serie, supera en todo a la novela. Wayward Pines, la serie de televisión, tiene otra oportunidad este verano. La novela no pasa de entretenida; la serie, podría ser mucho más.