Eleventh Hour, la serie creada por Jerry Bruckheimer (CSI), sigue la estela de otra de las grandes series contemporáneas: Expediente X. El fenómeno desatado por Expediente X fue tal que muchas intentaron seguir su camino. Sólo hay que recordar Fringe, que si bien acabó desarrollando toda una mitología detrás de su historia, el comienzo recordaba descaradamente a Expediente X.

Eleventh Hour, estrenada en 2008 por la CBS, es un remake de una serie británica de título homónimo estrenada un par de años antes. Si la segunda, como buena serie británica, no pasó de una temporada de cuatro episodios, la versión estadounidense tuvo que conformarse con una única temporada de 18 capítulos antes de ser cancelada.

La serie narra la historia de Jacob Hood, un científico asesor del FBI, y Rachel Yooung, agente del FBI encargada de la seguridad de Hood. Los dos se dedican a investigar casos donde la ciencia tiene un peso importante. Si Fringe, estrenada el mismo año, se decantaba más por la fantasía y la ciencia ficción, Eleventh Hour basaba sus casos en especulaciones científicas reales, aunque también había elementos sobrenaturales que lo acercaban a Expediente X.

La serie fue cancelada al final de la primera temporada tras dejar tras de sí 18 interesantes capítulos. Quizá si le faltó algo, fue una trama serializada que enganchara al espectador. Al ser procedimental, a caso por capítulo, no dio tiempo a encariñarse mucho con los personajes. No es Bones, ni El mentalista, tampoco Expediente X o Fringe, pero cumple su propósito, que es entretener.