Leaving D. C. es un caso de película Juan Palomo: la película está dirigida, escrita e interpretada por Josh Criss. Leaving D. C. es una cosa pequeñita, tiene una localización y un actor, con una breve aparición de otro personaje a mitad de película, y la voz del sheriff a través del teléfono; eso es todo.


Josh Criss interpreta el papel de Mark Klein, un trabajador cansado de vivir en la gran capital, que decide comprar una casa donde Cristo perdió el mechero en medio de un bosque. Sin vecinos, sin ruidos ni tráfico, Mark documenta su mudanza y nueva vida en un videoblog para su grupo de gente del trabajo y su amiga especial, también compañera de trabajo. Entiendo que esto de la cultura corporativa debe de ser una cosa habitual en EEUU. La primera noche, a Mark lo despiertan unos ruidos cerca de su ventana, por lo que a la noche siguiente decide dejar una grabadora mientras duerme. Aquí viene la magia de Josh Criss: parte del metraje es Mark enseñándonos la pantalla de su ordenador y su programa de edición de sonido. ¡Y funciona!


A la película le ayuda su brevedad, ya que no llega a los ochenta minutos. Noche tras noche se sucede la misma situación y Mark, lejos de huir, decide documentar todo lo que ocurre. La tensión se va elevando hasta que todo concluye en un final bastante anticlimático que tampoco desmerece el viaje hecho. Yo que me he tenido que mudar varias veces en los últimos años por culpa de vecinos ruidosos, firmo lo de Mark. La solución son unas buenas ventanas de Climalit, Mark.

 

Fantasma tocando la flauta. Literal.

The Houses October Built (2014) y The Houses October Built 2 (2017) también son casos de películas Juan Palomo: están escritas y dirigidas por Bobby Roe, que también tiene un papel secundario como actor. A diferencia de Leaving D. C., son películas más grandes, con más reparto y localizaciones, especialmente la segunda. Básicamente una, Leaving D. C., no tiene presupuesto, y la otra roza el millón. Que tampoco es mucho, pero se nota.

The Houses October Built narra el viaje de cinco amigos de la infancia en el que documentan las casas del terror de Halloween que visitan. Estas casas son todo un fenómeno en EEUU y surgen como setas en las semanas previas a Halloween. Este grupo de amigos, que viajan en caravana a través del país, buscan documentar la experiencia más extrema. A lo largo del viaje empiezan a ser perseguidos y acosados por un grupo que dice ofrecer la experiencia más bestia en cuanto a casas de terror.  

La película parece que va a romper en algún momento y a ofrecer un festival gore/slasher que nunca llega. Los villanos, por llamarlos de alguna manera, tienen pintas similares a Los renegados del diablo de Rob Zombie. La caracterización de algunos de ellos, como la mujer con la máscara de porcelana, diseño exclusivo para la película, están muy chulos. El contraste que se genera entre lo que realmente ofrece la película y lo que parece insinuar, puede llegar a ser frustrante. 


The Houses October Built 2 (2017) es la misma película pero con un dron. No está todavía documentado el daño que han hecho los drones al cine. Si por algo destaca la película, además de por los planos aéreos, es por las localizaciones, algunas bastante impresionantes para su bajo presupuesto.

¿De qué va The Houses October Built 2? Ahora el grupo de amigos, famosos después de la experiencia del año anterior, se han convertido en "aficionados" que cobran por probar estas atracciones. Sólo en EEUU puedes ser experto en probar casas del terror. ¡Dios bendiga América! Prácticamente se repite el mismo esquema, con la única salvedad de que la prota de la primera película quedó un poco traumada después de la experiencia del año anterior.

Así como las Hell House LLC de Stephen Cognetti ya van por la quinta entrega, con algún que otro bache por el camino y ampliando el universo de la primera entrega, la por ahora única secuela de The Houses October Built puede calificarse como de totalmente innecesaria y aburrida. Todo parece indicar que no habrá tercera parte.