El fenómeno OVNI es como el satanic panic: histeria colectiva que se origina en un país y que propaga la infección al resto del mundo. Con el comienzo de la aviación a finales del siglo XIX empiezan a multiplicarse los casos de avistamientos de objetos en el cielo. Algo, por otra parte, que ya se había dado en el pasado. Habría que esperar a la Guerra Fría y al comienzo de la carrera espacial, que salvo en el caso de la Luna, esa nueva frontera de la que habló Kennedy, encabezó la Unión Soviética. Los años cincuenta en EEUU fueron los años de otra histeria, la de la caza de brujas, donde cualquiera era susceptible de ser comunista. Esto, inevitablemente, se trasladó a los cielos surcados de satélites comunistas: comienzas los avistamientos ovnis, comienza la alerta. También comienza a codificarse cada vez más en la ficción cómo son estos avistamientos y los encuentros. Todo, por supuesto, alimentado por la conspiranoia: ya saben, elementos infiltrados en el gobierno o directamente el gobierno, nos ocultan información. 


Especies asesinas (1982) es una película dirigida por Alan Rudolph y protagonizada por Robert Urich y JoBeth Williams. En un pueblo del Medio Oeste aparece ganado muerto y mutilado. Robert Urich interpreta el papel de un policía de Nueva York, Ruben Castle, de vacaciones con su hija en este pueblo. Allí conoce a Harriet Purdue, la sheriff local, con la que iniciará una relación sentimental y a la que ayudará a investigar los extraños casos de ganado mutilado.


Como en las novelas de King, la película retrata muy bien el ambiente del pueblo y la atmósfera que se va esparciendo. Está el terrateniente local, el director del periódico, la sheriff... Curioso el papel de JoBeth Williams como sheriff. Hay que recordar que estamos en 1982. Que en un pueblecito del Medio Oeste americano hayan elegido a una mujer como máximo representante de la ley es raro. Pero en la película se plantea como un hecho consumado y asumido. Luego el desarrollo de ese personaje ya sí es más típico y tópico acorde a los tiempos. Pero no deja de ser notable y reseñable.


La película desarrolla ese ambiente de histeria colectiva. Se llegan a citar como culpables de la mutilación del ganado a los satanistas. A un caso real, el de ganado mutilado, se lo envuelve de misterio que desemboca en conspiración: ¿son los aliens? ¿son experimentos secretos gubernamentales? ¿son los satanistas? Más allá de la respuesta que da la película, creo que juega muy bien con ciertos elementos presentes en esta fenomenología ovni, desembocaría una década después en la sublimación de todo esto que supone Expediente X.


The McPherson Tape o UFO Abduction (1989) es El proyecto de la bruja de Blair (1999) antes de El proyecto de la bruja de Blair, la genialidad de Dean Alioto, su director y guionista. Si Encuentros en la tercera fase (1977) preconfigura cómo debe representarse un encuentro de este tipo en el cine, The McPherson Tape prácticamente codifica lo que será un subgénero como el del metraje encontrado. Sí, ya había otros antecedentes, pero aquí se encuentra todo, absolutamente todo.

Aunque la película se estrena en 1989, los hechos que se relatan en la misma se sitúan en 1983. Los hermanos McPherson acuden a la casa de su madre para celebrar el cumpleaños de la pequeña de la familia. Uno de estos hermanos es el que se encarga de grabar todo el encuentro, sin cortes, hasta el final. Es decir, que lo que vemos en pantalla es una sola toma sin cortes, el tiempo de la película es el mismo que el de la historia que narra. En poco más de una hora, los McPherson serán testigos de la llegada de unos alienígenas en una nave espacial. Descubiertos por estos visitantes de otro mundo, serán perseguidos por estos hasta su desaparición. Los fenómenos y experiencias que padecen y que están recogidos en la cinta de vídeo, único testimonio de lo sucedido, son los fenómenos y experiencias que veremos en Expediente X unos años después. Aquí se aprovecha mucho Alioto de la baja resolución con un grano y una falta de definición que ayudan a que nos imaginemos lo que los personajes están viendo. Es darle una vuelta a eso de sugerir en vez de mostrar: aquí enseñan, pero no se ve. 


Alien Abduction (1998) es la joya de Dean Alioto. Una película de hora y media que aprovecha todo lo aprendido en The McPherson Tape una década antes. El proyecto de la bruja de Blair debe casi todo a Alioto. Un año después revolucionaría todo. Incluso hay en día aparece como verdadero el folclore inventado y esparcido en internet para promocionar la película. Pero antes, está Alien Abduction (1998).

La película, a diferencia de The McPherson Tape, tiene cortes. La película, supuestamente grabada por uno de los hermanos McPherson, introduce cortes con entrevistas a supuestos profesionales, que dan su opinión sobre las imágenes que estamos viendo y que supuestamente están destinadas a un programa de televisión sobre el caso de los McPherson: ¿abducidos? ¿fake? ¿asesinato?

La historia se desarrolla durante la cena de Acción de Gracias en la casa materna. También, al contrario que en The McPherson tape, se intenta desarrollar un poco más a los personajes. La madre tiene un evidente problema de alcoholismo, el mayos de los hermanos es el patriarca de la familia y ejerce como tal. También se presenta un nuevo conflicto, esta vez racial, cuando una de las hermanas les presenta a su novio negro. E incorpora un elemento nuevo: las armas de los alienígenas. Sí, esos rayos láser rojos son una parte importante de la película. 

Es 1998 y el fenómeno de Expediente X ya comienza su declive. Todos los tropos del género, que aprendimos con la serie, están en la película: los aparatos electrónicos que dejan de funcionar, las luces, los alienígenas bajitos, cabezones y de ojos grandes... Tanto The McPherson Tape como su remake Alien Abduction son pequeñas joyas de este subgénero OVNI. Quién nos iba a decir que unas décadas después esa histeria y, por qué no decirlo, esa tontería, calarían en nuestra sociedad en forma de teorías de la conspiración de lo más peregrinas. Que una cosa es que te generen fascinación este tipo de fenómenos y otra bien diferente es que te los creas. Yo, como me dijo un amigo, cuando alguien empieza con teorías de éstas, yo respondo con una pregunta: "¿pero de verdad crees en la Luna?". Y no falla, siempre se hace el silencio.