Angélica Gorodischer (1928-2022) fue una escritora argentina de fantasía y ciencia ficción. Empezó a publicar relatos a mediados de los sesenta, formó parte activa del boom de la ciencia ficción de los setenta y firmó su mejor obra, Kalpa Imperial, en 1983. Publicado en su Argentina natal en dos volúmenes por la escasez de papel, Kalpa Imperial es un libro difícil de clasificar. Traducido al inglés por Ursula K. Le Guin a principios de los dos mil, dio a conocer al público anglosajón la obra de Gorodischer. Y creo que todavía no han terminado de entender nada.


Gorodischer no es muy conocida a este lado del atlántico, quizás por el hecho de ser mujer y escribir fantasía, una fantasía además que no entra en las categorías habituales. Contaba una de las editoras de Tanith Lee en los noventa el problema de las portadas, sobre todo en los setenta y ochenta. Las portadas no estaban destinadas al público lector, sino a los distribuidores y vendedores. Si es fantasía, un bárbaro en la portadas; si es ciencia ficción, una nave espacial; si es terror, algo que dé miedo... Esto suponía para Tanith Lee un doble problema porque su obra tampoco encajaba en categorías tan estancas. Y es lo que le ha pasado a la obra de Gorodischer: escribía fantasía y su obra fue publicada en editoriales dedicadas al género, así que ha dejado de existir o se considera una autora menor. Y para el público anglosajón entra en la categoría de realismo mágico, porque una autora latinionamericana que escribe fantasía sólo cabe en ese cajón.

¿Qué es por tanto Kalpa Imperial? Gorodischer no lo oculta, la influencia central de su libro es Italo Calvino, más en concreto, Las ciudades invisibles. Publicada en 1972, la obra se estructura alrededor de las narraciones fantásticas de Marco Polo a Kublai Khan. Así, Kalpa Imperial son una sucesión de historias sobre un viejo imperio y las dinastías y personajes que lo han gobernado. Como en Las ciudades invisibles de Calvino, Gorodischer utiliza el universo de fantasía de Kalpa Imperial para hablar del momento actual. Porque Kalpa Imperial es una obra que habla de la Época. En concreto, de la  época en la que está escrita la obra. Puedes leer Kalpa Imperial como una obra de fantasía y quedarte en la superficie, y no pasa nada porque se disfruta igual, o puedes adentrarte en todas las capas que se ocultan detrás de la obra de Gorodischer y disfrutar el doble. 


De las narraciones o relatos que componen Kalpa Imperial he disfrutado muchísimo el de Retrato de la Emperatriz. Es como El príncipe de Maquiavelo pero versión humanista. La emperatriz es el retrato del gobernante deseado, el que dibuja la época en la que está escrito Kalpa Imperial, que todavía es la del humanismo. Frente a la barbarie, frente a esos hombres que han dejado de ser hombres y son peores que las bestias, dedicados a la matar y ser matados, están la igualdad y la comunidad, están la ternura y la esperanza. Kalpa Imperial es un bello canto a la humanidad.


¿Qué sucedería si la obra de Mariana Enriquez no fuera publicada por una editorial de prestigio como Anagrama? Pues cabe pensar que su obra dejaría la centralidad y pasaría a ocupar un pequeño nicho en los márgenes de la literatura. Así sucede con Gorodischer y Kalpa Imperial, una obra inteligente, llena de humor e ingenio, que es sistemáticamente despreciada y olvidada. En el mundo anglosajón das una patada y te salen tres autoras victorianas olvidadas, una que escribía en revistas pulp y dos más que se dedicaban a la ciencia ficción. En la literatura en español no tenemos esa suerte; hay menos de todo, y sobre todo andamos escasos en cuanto a fantasía. De lo que no andan escasas las literaturas escritas en castellano es en calidad. Kalpa Imperial es buen ejemplo. Como dicen los personajes del relato Así es el sur, "no está todo dicho". Siempre hay esperanza.


Gorodischer, A. (1983). Kalpa Imperial. Alcor.