Después de la experiencia como guionista de Star Trek: Voyager, la mejor serie del universo trekkie, Bryan Fuller se estrenó como productor y creador con esta Dead Like Me. Y duró dos telediarios, porque los continuos problemas con el estudio, MGM Television, acabó con la renuncia de Fuller a los pocos episodios. La serie continuó sin él, sumando un total de veintinueve capítulos repartidos en dos temporadas y una posterior película lanzada al mercado de DVD en 2009.


Dead Like Me es la historia de Georgia, que después de morir a causa del impacto de una tapa de retrete residuo de una estación espacial, pasa a formar parte de un grupo de parcas que se dedican a la recolección de almas. El argumento de la serie ya da bastantes pistas sobre lo que podemos encontrar en ella: humor negro, dramedia y un poco de fantasía, aunque no mucha. Porque lo importante es la vida que se abre para Georgia, personaje interpretado por la actriz Ellen Muth, después de muerta. Se podría decir que estaba muerta en vida y que ahora, muerta, es cuando empieza a vivir. Y lo hace rodeada de otros personajes como ella, que se dedican a la recolección de almas. El líder y figura paterna de este grupo es Rube, interpretado por Mandy Patinkin, que les facilita unas notas con las iniciales de la persona que va a fallecer, la hora y el lugar del deceso. La teoría es que deben "tocar" a estas personas momentos antes de su muerte para que no sufran y acompañarlas en su transición al más allá, que para cada uno toma una forma diferente. La gracia del asunto está en averiguar a quién corresponden las iniciales que les ha pasado Rube en la nota y en llegar al sitio en el que tendrá lugar la muerte a tiempo.

Estoy harto de que hagan rimas con mi apellido

La fantasía, aunque presente, no es lo importante de la serie. Hay lo que hoy se llamaría lore, un trasfondo, pero que nunca se molestan en explicar en demasía más allá de la premisa y un par de pinceladas más. Algunas de estas pinceladas más importantes tienen que ver con estas parcas: su cuerpo es percibido por los vivos de manera diferente al que tenían cuando estaban vivos, y nunca, bajo ninguna circunstancia, pueden entablar contacto y confesar quienes son a nadie que conocieran de su anterior vida. Esta regla es la que más juego dará durante la serie, con Georgia tratando en varios momentos de volver a establecer un vínculo con su familia. Lo cual no deja de ser paradójico si tenemos en cuenta que cuando estaba viva pasaba olímpicamente de sus padres y su hermana pequeña.

Lo mejor de la serie es su humor negro y no tomarse demasiado en serio. Un par de años antes, en 2001, HBO estrenó Six Feet Under, una serie con una temática en apariencia similar a Dead Like Me. Pero la serie de Alan Ball siempre mantiene un tono trascendental, de estar contando las grandes verdades de la vida, mientras que Dead Like Me es más prosaica y se conforma con hacer pasar un buen rato, lo cual no es poco. Siempre que la cosa se pone muy seria, aparece el humor para relajar. Esta combinación es parecida a la que utiliza una serie actual como Ted Lasso, de buenismo bien sin pasarse de frenada.


Los títulos de crédito también son un buen resumen del tono de la serie, con esa música y esa realización que recuerdan a otra serie de Showtime estrenada un par de años después, Dexter. Y también la voz en off de la protagonista, del que Veronica Mars es buen ejemplo. Recurso al que volvería Fuller en Pushing Daisies. La voz superpuesta nos permite adentrarnos en los pensamientos de Georgia pero también funciona en el otro sentido: es Georgia rompiendo la cuarta pared y dirigiéndose directamente al espectador. Aunque no hay un arco narrativo como tal, tampoco se puede considerar una serie episódica. Los personajes, especialmente Georgia, van evolucionando y madurando en cada capítulo.

Christine Willes en Reaper

Emitida en Estados Unidos por el canal Showtime, Dead Like Me llegaría a España de la mano de Cuatro, que en esa primera época, cuando empezó a emitir, se hizo con un buen catálogo de series. Vale, fue responsable de cosas como Alerta Cobra y Anatomía de Gray, pero también de House, Entre fantasmas, Medium, Los simuladores y las últimas temporadas de Perdidos. Cuatro también ha sido el hogar de Mentes Criminales y Homeland, las otras dos series de Mandy Patinkin. Y de Humor amarillo. Nunca olvidemos Humor amarillo.


Dead Like Me no es la mejor serie del mundo, pero tampoco lo pretende en ningún momento. Su cancelación tampoco dejó demasiadas líneas abiertas, en todo caso te deja con ganas de más. La película de 2009 vino, en teoría, a remediar eso. Pero sin parte del elenco principal y adoptando otro tono, se aleja bastante de lo que sería el canon de la serie. Así que hay que conformarse con estas dos temporadas de una serie que vino y se fue sin hacer mucho ruido. Ahí sigue para el que le quiera echar un ojo.