'Hidden': la importancia de mantener la calma
Siempre ha habido películas que nos han mostrado una visión postapocalíptica del mundo y de nuestra sociedad, pero desde hace unos años, consecuencia de la crisis económica, cada vez son más los que se apuntan a rodar películas ambientadas en un futuro distópico. Desde pequeñas productoras a grandes estudios, ya nadie le hace ascos a un género que hasta hace no mucho, se consideraba poco amable para el gran público.
Hidden es el debut cinematográfico de los hermanos Matt y Ross Duffer, donde se encargan de escribir el guión y dirigir la película. Cuentan para ello con dos intérpretes conocidos: Alexander Skarsgard, conocido por su papel en True Blood, y Andrea Riseborough, que ha aparecido en películas como Oblivion.
La película narra la historia de una familia oculta durante 301 días en un pequeño refugio. A través de diversos flashbacks, sabremos que ha habido una epidemia y que han huido de lo que ellos llaman breathers ocultándose bajo tierra en un refugio. Lo que en un principio parece la típica película de infectados, donde los supervivientes de la pandemia se atrincheran y resisten en un refugio, se revela en el tercio final como falso, dando un giro argumental de 360º: los supervivientes en realidad son los infectados, que huyen de los no-infectados, que quieren acabar con ellos y con la infección.
Como muchas de las películas que lo fían todo a ese giro final, puede gustar más o menos, pero sí que hay que reconocerles a los hermanos Duffer el factor sorpresa que supone ese giro. Si te cabreas, la infección te transforma en un violento zombi. Vamos, que un atasco de tráfico con este virus es una potencial festival de casquería y zombis. No se preocupan de explicar el origen del virus, que no deja de ser una excusa argumental para contarnos una historia de drama familiar y supervivencia.
La primera parte de la película, el comienzo del día 301 de unos padres y su hija pequeña en el refugio, es bastante convincente, con el padre tratando de convercer a su mujer y a su hija de que deben dar gracias por seguir vivos y con la madre mostrando su desacuerdo: no se trata sólo de sobrevivir, también hay que vivir. La segunda parte incluye más acción, y hasta cuierto punto es un poco más loca. Se nos desvela el secreto de por qué están escondidos, qué les ha pasado. Los apenas 85 minutos que dura no se hacen largos, convirtiendo a Hidden en una película de tarde de domingo y manta muy agradable.
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