'El triángulo de las Bermudas': un misterio fallido
The Triangle, o El triángulo de las Bermudas como se la llamó en España, es una miniserie de SyFy (entonces Sci-Fi) emitida en 2005. Producida por Bryan Singer y Dean Devlin, cuenta con un reparto de rostros conocidos como son Sam Neill, Catherine Bell, Bruce Davison o Lou Diamond Phillips.
El multimillonario y propietario de una compañía naviera, Eric Benerall (interpretado por Sam Neill), contrata a un equipo de cuatro expertos bajo la promesa de hacerlos ricos para descubrir por qué desaparecen sus barcos en el conocido Triángulo de las Berbudas. El equipo está formado por un periodista, un médium, un científico y una ingeniera, que juntos, tendrán que hallar las respuestas demandadas por Benerall. Con esa premisa, la serie echa a andar.
La serie narra las aventuras de ese equipo experto contratado para desentrañar los misterios del Triángulo de las Bermudas y de las respuestas que encuentran: el Triángulo de las Bermudas en realidad es un experimento fallido de los EEUU ocurrido en 1943 y que amenaza con desmoronar la realidad tal como la conocemos, borrando a la humanidad de la existencia. Al final, la historia se convierte en un popurrí de temas donde se mezclan la destrucción del mundo con conspiraciones y agujeros de gusano, demostrando la incosistencia del guión para hacer una trama así creíble. Está claro que no todo lo que bien empieza, bien acaba.
El Triángulo de las Bermudas parte del high concept, una premisa muy atractiva para enganchar al televidente, pero que como suele ocurrir, cuando se plantean respuestas a esa incógnita inicial tan atractiva, todo hace aguas. Toda la subtrama interpretada por Lou Diamond Phillips es un sinsentido, así como la resolución final del misterio, algo disparatado, o el epílogo final, totalmente innecesario. Es el gusto por acabar rizando aún más el rizo lo que convierte a El Triángulo de las Bermudas en un producto fallido. A veces lo sencillo es complejo.
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