Hazte así que tienes algo en la boca
La novela 'Drácula', de Bram Stoker, ha inspirado durante el siglo XX y lo que llevamos de XXI muchas obras, tanto en cine como en teatro. En el cine, el arquetipo de vampiro inspirado en la novela de Stoker ha dado lugar a grandes clásicos: 'Nosferatu' de Murnau, 'Dracula' de Tod Browning y Bela Lugosi o las películas de la Hammer con Christopher Lee, que han ayudado a asentar el mito del vampiro, ya presente en la liyeratura gótica, en la cultura popular.

La compañía cinematográfica inglesa Hammer Productions se dedicó a realizar entre 1955 y 1979 películas de terror y de ciencia ficción. Es en estas películas de terror donde destaca un director, Terence Fisher, y dos actores, Christopher Lee y Peter Cushing, que trabajarían en multitud de películas juntos y que en 'Dracula' llevarían el mito de Stoker a otro nivel.
En clases de Bricomanía
El guión, escrito por Jimmy Sangster, reduce personajes, cambia la relación que entre ellos tenían en la novela de Stoker y concentra la acción en Centroeuropa (no veremos a Drácula pasear por las calles de Londres), lo que se demuestra todo un acierto en una película cuya duración no va más allá de los 82 minutos. Sí es cierto que a veces se notan demasiado las elipsis del guión en ciertas acciones que llevan a cabo los personajes y, si no hemos leído la novela o conocemos otras versiones, nos pueden llevar a pensar que nos hemos perdido algo.
Echando la siesta
Le debemos a la Hammer, entre otros, la popularización del gore como subgénero dentro del terror. Hay que recordar que en la película de Tod Browning nunca se ve a Drácula morder a nadie. En el 'Dracula' de la Hammer vemos la sangre en technicolor, lo que supuso una revolución en la época.
También, junto a la sangre, está presente otro elemento que siempre se ha ocultado o soslayado en otras versiones: el erotismo. 

La banda sonora de James Bernard demuestra ser otro acierto más de la película, con esos acordes estridentes que suben varios tonos en algunas escenas, paradigma que ha llegado hasta nuestros días.

En el terreno de la interpretación, Christopher Lee como Drácula y Peter Cushing como Van Helsing clavan sus papeles, convirtiendo sus personajes en prototipos y ejemplo para otras producciones del género. Todavía hoy es difícil imaginarse otro Drácula sin la cara de Lee.