Umberto Eco, nacido en Alessandría en 1932, doctorado en la Universidad de Turín en Filosofía y Letras y profesor universitario en varias universidades italianas, empieza a escribir narrativa muy tarde, en 1980, y es precisamente esta obra su ópera prima.

El nombre de la rosa es una obra compleja y polémica, con distintos niveles de lectura, ya que se puede leer como novela policíaca, histórica, filosófica, de ideas... y con una estructura que consta de dos prólogos, una narración en días, subdivididos a su vez en las horas canónicas, y de una especie de epílogo.

Especial importancia tienen los distintos filtros narrativos; la voz narrativa del joven Adso se ve sometida a valoraciones del mismo Adso anciano que escribe la historia. Dicho texto "original" de Adso es registrado por Mabillon. a su vez citado por el abate Vallet, del que Eco toma prestada su historia.

Contaminación de géneros:
  • Es una novela de ideas
  • Es una novela policíaca
  • Es una novela histórica
  • Es una novela semiótica
  • Es una novela filosófica
En última instancia, es todo eso y más, pero sobre todo, es una obra posmoderna. Al final, la reflexión sobre el peligro de los totalitarismos, es típica del Posmodernismo: tener una verdad absoluta nos hace esclavos, tener varias nos hace más libres, ya que no existen contradicciones en la realidad heterogénea, sino múltiples aspectos de la realidad diferentes.

¿Cómo pudo tener tanto éxito? Influyeron muchos factores, pero quizás el más importante sea el de los distintos niveles de lectura. Puede interesarle a un mediavalista o a un amante del género policíaco, a un escritor o a un semiólogo. Lo que está claro es que se disfruta, y mucho, de su lectura.