Subhumanos (1977) es una película de terror dirigida por Gary Sherman y escrita por Ceri Jones, basada en una historia del propio Sherman. Es la primera película dirigida por Sherman, que llegaría a dirigir otra joya del culto como Muertos y enterrados (1981) y una secuela, Poltergeist III (1988), muy entretenida. Subhumanos cuenta en su reparto con Donald Pleasence, uno de esos secundarios inolvidables al que pudimos ver en La gran evasión (1963), pero también en el cine de género como Phenomena (1985), Halloween (1978) y 1997: Rescate en Nueva York (1981).

Alex y Patricia son una joven pareja que al bajar del metro encuentra a un hombre desmayado en las escaleras. Alex quiere seguir su camino pero Patricia insiste en ayudar a ese hombre. Buscan en su cartera información sobre alguna posible enfermedad y parten en busca de un empleado para notificarle el suceso. Este los remite a un agente de policía, al que acompañan a las escaleras sin hallar al hombre. Lo misterioso del caso es que era el último metro y esas escaleras eran la única salida posible, así que: ¿adónde ha ido ese hombre? El inspector Calhoun, personaje interpretado por Pleasence, lee el informe del incidente por la mañana y habla con Alex y Patricia. Gracias a eso averiguará la identidad del hombre desaparecido, un importante cargo del gobierno, y tirará del hilo para descubrir lo que ha pasado con él. Entre medias, un conflicto con los servicios secretos, el MI5, que no están interesados en que Calhoun investigue el caso, y el misterio de los desaparecidos en los alrededores de esa estación de metro. Calhoun descubre que en 1892 unos trabajadores quedaron atrapados en esos túneles y fueron dados por muertos.


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Subhumanos no pasaría de ser una simpática película de los setenta si no fuera por cómo está contada su historia y por Donald Pleasence, que se come la pantalla él solo. Hay una evidente crítica social, con Calhoun, un inspector de policía orgulloso de ser clase trabajadora, que se enfrenta al MI5, unos señores pijos y estirados. Aún así Calhoun no entiende a jóvenes como Alex, estudiante universitario de pelo largo. Y por supuesto está el hecho de que los trabajadores sepultados en los túneles del metro fueron dejados a su suerte por parte de la compañía, que entró en bancarrota para no pagar su posible rescate. Entre todo esto está Calhoun, el personaje interpretado por Donald Pleasence, un inspector de policía perspicaz y borrachín que se niega a cerrar el caso por muchas presiones que reciba.

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Después de vista, me vienen a la cabeza la novela corta/relato largo de Elizabeth Engstrom Cuando la oscuridad nos ama y la película de Christopher Smith Creep (2004). Especialmente ésta última, que retoma la idea de un asesino escondido en los túneles del metro de Londres pero desprovista de todas las capas que sí tiene Subhumanos. Además, cuenta con algo con lo que es difícil de competir: Christopher Lee hace un pequeño cameo. Los setenta en Londres son prostíbulos, calles sucias y estaciones de metro vacías. Vamos, lo mismo que ahora. Si alguna vez os adentráis por ese laberinto al que llaman metro, huid cuando alguien grite eso de "mind the doors".