'Horror 4': antologías al peso
De repente, la oscuridad (1970) es un thriller de terror dirigido por el inglés Robert Fuest. Hablé hace unos días por aquí de La lluvia del diablo (1975), que supuso tal descalabro para la carrera de Fuest que sólo dirigiría una película más para cine, dedicándose desde entonces a la televisión. Y de la televisión británica es de donde surge todo el talento de De repente, la oscuridad: el guion corre a cargo de Terry Nation y de Brian Clemens, autor este último de la magnífica Terror ciego (1971) con Mia Farrow como protagonista. En el reparto cuanta con Pamela Franklin, Sandor Èles y Michele Dotrice. Como curiosidad destacar un par de películas en las que participa Pamela Franklin, Suspense (1961) y La leyenda de la casa del infierno (1973). La primera adapta Otra vuelta de tuerca de Henry James y la segunda La casa infernal de Richard Matheson.
Jane y Cathy son dos jóvenes británicas que deciden pasar unos días de vacaciones en la Francia rural. Se desplazan de pueblo en pueblo montando en bici, parando al anochecer en un hostal o similar para dormir y lavar la ropa. Viajan ligeras de equipaje. La tensión crece entre ambas, pues Cathy no está contenta con cómo trascurre el viaje, especialmente cuando conoce a un joven en moto mientras toman café en un pueblo. Cuando Jane y Cathy hacen un alto en el camino para descansar, acaban discutiendo: Cathy se queda en el bosque mientras Jane continua viajando sola. Al final Jane se arrepiente y decide esperarla en el siguiente pueblo, pero Cathy no llega, así que decide volver al bosque donde la dejó descubriendo que ha desaparecido. Allí comienza su búsqueda.
Fruto del desarrollismo y la revolución industrial, surgen nuevos miedos: uno de ellos es la aversión al mundo rural, lugar de origen en muchas ocasiones pero al que no se quiere volver. La Francia rural se parece más a cualquier lugar del Mediterráneo que a la campiña inglesa. Cathy y Jane son dos mujeres jóvenes que viajan por un mundo que no conocen y con el que no se pueden entender, pues no hablan el idioma. Cuando Cathy desaparece, Jane tendrá que sortear esta dificultad e intentar hacerse enteder de la mejor manera posible. Para ello contactará con distintos personajes, desde una ama de casa hasta el dueño de un café o el gendarme, y cada uno de ellos le dará motivos para desconfiar. Lo mismo sucede con el joven de la moto, que le ayuda a buscar a su amiga Cathy y que habla inglés. En la campiña francesa Jane está indefensa: no habla el idioma, los locales parecen ocultar un secreto y su doble condición de mujer y joven la exponen a la violencia machista. Rodada en lo que parece un día idílico de verano de mucho sol y calor, ese escenario en apariencia bucólico y tranquilo se convierte en una trampa de atmósfera opresiva.
Penúltimo plano de levantarse del sofá y aplaudir muy fuerte |
En De repente, la oscuridad no hay sangre ni escenas truculentas, todo es como el propio título indica: luz hasta que llega la oscuridad. La película va más por el territorio del thriller psicológico a la manera de Hitchcock, como muy bien anunciaba su cartel a los despistados. No hay grandes sorpresas ni giros de guion, es más, se puede decir que en general el desarrollo de la trama se ve venir. Pero es que la película va por otros vericuetos, creando esa atmósfera amenazadora y opresiva que va engullendo a la protagonista. A día de hoy la película lanza un mensaje a las mujeres muy reaccionario: cuídate de que te violen. No viajes sola y no hables con extraños si no quieres que te pase algo malo. También la final girl de la película es la recatada Jane y no la sensual Cathy. Cosillas de la época. Quitando esas "cosillas" De repente, la oscuridad es una película más que entretenida, una pequeña joya del culto no muy conocida y posiblemente la mejor película de su director, Robert Fuest.
Trampa para turistas es una película de terror dirigida por David Schmoeller. Está escrita por Schmoeller y J. Larry Carroll, que trabajó como guionista en un montón de series animadas y procedimentales durante los ochenta. Esta película fue el debut en la gran pantalla de Schmoeller, que junto a El amo de las marionetas (1989) suponen los grandes hitos de su carrera. Que El amo de las marionetas diera lugar a una saga de dieciséis películas que llega hasta nuestros días es algo digno de estudio. En el reparto no hay grandes nombres, pero sí actores y actrices con tablas en la televisión.
La película comienza bastante frenética. El coche de Woody y su novia Eileen ha pinchado. Tienen una rueda de repuesto en el maletero, pero esta está deshinchada, así que Woody se la lleva en busca de un área de servicio. Después de varios kilómetros, Woody encuentra una especie de atracción/área de servicio abandonada, donde se adentra para ser asesinado. Mientras Woody es asesinado, sus amigos, que viajan en otro coche, encuentran a Eileen junto al coche con la rueda pinchada y deciden ir en busca de Woody. Su coche se avería justo en el mismo área de servicio. Mientras Jerry intenta arreglarlo, Eileen, Becky y Molly se van a dar un baño desnudas a una pequeña laguna. allí las descubre el señor Slauson, que las invita junto a Jerry a visitar su museo de maniquíes y muñecos de cera. Uno a uno comienzan a desaparecer cuando un misterioso enmascarado con poderes telequinéticos los va asesinando. Cómo no, la final girl no podría ser otra que Molly, la joven que a diferencia de sus amigas, no tiene novio y es más recatada.
Cuando ves el ticket de la compra |
Trampa para turistas es un slasher típico de la época con algunos elementos distintivos. Bebe de La matanza de Texas (1974), con esa dicotomía entre lo rural y lo urbano, donde lo rural es primitivo y amenazador y lo urbano es algo corrupto y fuera de lugar. La zona de descanso de Slauson, con un lago para bañistas, área de servicio y museo con figuras, entró en declive cuando inauguraron la autopista. Así, Slauson sobrevive aislado del mundo en su pequeña propiedad, aunque lejos de ser el clásico asesino enmascarado, aquí se mezcla eso con Psicosis (1960) y la Nueva Ola. Sí, el asesino es alguien enmascarado, pero también tiene doble personalidad y poderes telequinéticos, además de tomarse su tiempo en capturar y asesinar a sus víctimas para convertirlas en maniquís. Y por si fuera poco, también es ventrílocuo. Está claro que lo de Schmoeller dirigiendo diez años después El amo de las marionetas no fue casualidad.
Mari Carmen y sus muñecos |
Recuerdo hace años una entrevista a Jeff Tweedy, el cantante y compositor de Wilco, diciendo que las pequeñas diferencias entre Estados que apreciaba cuando salía de gira por EEUU se habían diluido, ahora el país era una sucesión ininterrumpida de franquicias, las mismas en todas partes. Un poco lo mismo que sucede en nuestro país, con locales vacíos y el pequeño comercio desapareciendo. Una expresión artística de rechazo a ese proceso de globalización y desregulación son películas como Trampa para turistas, también en línea con una moral muy conservadora que marcaría a casi todos los slashers venideros. A pesar de lo cual, es una película muy entretenida. Yo por si acaso, antes de parar en un área de servicio, consulto las reviews de Google, no vaya a ser que... Que en el último videoclip de Wilco haya moñeco es inquietante.
Entre finales de los sesenta y comienzos de los setenta tiene lugar en EEUU y otros países occidentales el despertar con resaca del sueño hippie. No había arena bajo los adoquines de París y sí muchos problemas que se acumulaban sin resolverse. El amor libre y las drogas dieron paso a la revolución conservadora. También llegaría el sida y otras enfermedades en los ochenta, además del problema de salud pública que suponen las drogas. Y los hippies de los sesenta se convirtieron en cargos de la administración de Reagan y en padres y madres de otros movimientos reaccionarios. Entre ellos también hubo quien pretendió solucionar algunos problemas sociales con más violencia y muchos buscaron refugio en sectas. A principios de los ochenta surge ese satanic panic explotado por medios de comunicación y organizaciones populistas, pero el caldo de cultivo ya venía de antes. El exorcista (1973) dio lugar a un boom enorme de películas sobre temática satánica, pero la corriente de fondo ya existía.
Brian W. Aldiss (1925-2017) fue un escritor de ciencia ficción británico y uno de los representantes de la Nueva Ola de los años sesenta. Junto a J. G Ballard (1930-2009) y Michael Moorcock (1939) es uno de los autores más populares de esa generación. También uno de los más prolíficos, ya que siguió escribiendo y publicando casi hasta su muerte. Por el blog traje hace no mucho El libro de los cráneos, una mezcla de En el camino de Keruack con Miedo y asco en Las Vegas, con la guerra de Vietnam de telón de fondo.
Guy de Maupassant (1850-1893) fue un escritor, poeta y periodista francés. Aunque murió relativamente joven, a los 42 años, dejó una obra bastante abundante. Escribió seis novelas, varios libros de poesía, crónicas de viaje y periodísticas y más de trescientos cuentos. Son sus cuentos, una buena parte de ellos pertenecientes al género de terror, por los que es recordado hoy en día. Biográficamente está alejado de los primeros románticos, aunque algo de eso sigue habiendo en su obra. Su vida coincide con el desastre de la guerra franco-prusiana, que maleó e impregnó a varias generaciones de franceses hasta la I Guerra Mundial. Con Zola y el Naturalismo como estilo dominante, Maupassant adopta la sencillez y el punto de vista naturalista con la pasión y el subjetivismo del romanticismo.
André Maurois (1885-1967), nacido como Émile Salomon Wilhem Herzog, fue un escritor francés de novelas, relatos, ensayos y biografías. También es uno de esos casos en los que el escritor acaba adoptando legalmente el pseudónimo con el que escribe. Por sus apellidos ya podemos deducir dos cosas: provenía de una familia judía y alsaciana. Esta doble condición marcaría su biografía. Participó en la I Guerra Mundial donde sirvió de enlace con los oficiales británicos, y también se enroló como oficial de la Francia Libre durante la II Guerra Mundial, motivo por el cual tuvo que exiliarse en Estados Unidos. Autor en vida muy popular tanto en su país como en Reino Unido y Estados Unidos, tras su muerte esta popularidad fue cada vez a menos. Desde la década de los treinta hasta mediados de los noventa del pasado siglo se han traducido y publicado sus libros en nuestro país, aunque su época de mayor éxito comprende entre los cincuenta y los setenta.
Subhumanos (1977) es una película de terror dirigida por Gary Sherman y escrita por Ceri Jones, basada en una historia del propio Sherman. Es la primera película dirigida por Sherman, que llegaría a dirigir otra joya del culto como Muertos y enterrados (1981) y una secuela, Poltergeist III (1988), muy entretenida. Subhumanos cuenta en su reparto con Donald Pleasence, uno de esos secundarios inolvidables al que pudimos ver en La gran evasión (1963), pero también en el cine de género como Phenomena (1985), Halloween (1978) y 1997: Rescate en Nueva York (1981).
Alex y Patricia son una joven pareja que al bajar del metro encuentra a un hombre desmayado en las escaleras. Alex quiere seguir su camino pero Patricia insiste en ayudar a ese hombre. Buscan en su cartera información sobre alguna posible enfermedad y parten en busca de un empleado para notificarle el suceso. Este los remite a un agente de policía, al que acompañan a las escaleras sin hallar al hombre. Lo misterioso del caso es que era el último metro y esas escaleras eran la única salida posible, así que: ¿adónde ha ido ese hombre? El inspector Calhoun, personaje interpretado por Pleasence, lee el informe del incidente por la mañana y habla con Alex y Patricia. Gracias a eso averiguará la identidad del hombre desaparecido, un importante cargo del gobierno, y tirará del hilo para descubrir lo que ha pasado con él. Entre medias, un conflicto con los servicios secretos, el MI5, que no están interesados en que Calhoun investigue el caso, y el misterio de los desaparecidos en los alrededores de esa estación de metro. Calhoun descubre que en 1892 unos trabajadores quedaron atrapados en esos túneles y fueron dados por muertos.
Cara de un inglés en Mallorca después de tomar el sol 73 horas seguidas |
Subhumanos no pasaría de ser una simpática película de los setenta si no fuera por cómo está contada su historia y por Donald Pleasence, que se come la pantalla él solo. Hay una evidente crítica social, con Calhoun, un inspector de policía orgulloso de ser clase trabajadora, que se enfrenta al MI5, unos señores pijos y estirados. Aún así Calhoun no entiende a jóvenes como Alex, estudiante universitario de pelo largo. Y por supuesto está el hecho de que los trabajadores sepultados en los túneles del metro fueron dejados a su suerte por parte de la compañía, que entró en bancarrota para no pagar su posible rescate. Entre todo esto está Calhoun, el personaje interpretado por Donald Pleasence, un inspector de policía perspicaz y borrachín que se niega a cerrar el caso por muchas presiones que reciba.
Ser inglés es un estado mental que te deja tal que así |
Después de vista, me vienen a la cabeza la novela corta/relato largo de Elizabeth Engstrom Cuando la oscuridad nos ama y la película de Christopher Smith Creep (2004). Especialmente ésta última, que retoma la idea de un asesino escondido en los túneles del metro de Londres pero desprovista de todas las capas que sí tiene Subhumanos. Además, cuenta con algo con lo que es difícil de competir: Christopher Lee hace un pequeño cameo. Los setenta en Londres son prostíbulos, calles sucias y estaciones de metro vacías. Vamos, lo mismo que ahora. Si alguna vez os adentráis por ese laberinto al que llaman metro, huid cuando alguien grite eso de "mind the doors".
Antártida es el primer libro de relatos de la escritora irlandesa Claire Keegan. Publicado por primera vez en 1999, es el primero de los cuatro libros publicados hasta el momento por la autora. Va a uno por década. En 2007 publicó otra colección de relatos, Walk the Blue Fields, en 2010 vio la luz su relato largo/novela corta Foster y el pasado 2022 se estrenó en la ficción histórica con Small Things Like These. Una bibliografía muy corta para una autora bastante bien considerada y con muy buena prensa.
Antártida lo forman quince relatos escritos por Keegan y ambientados en Irlanda y el sur de EEUU. De los varios autores con los que se la compara quizás el más próximo sea Raymond Carver y su realismo sucio minimalista. Otro de la misma cuerda es Richard Ford. Con esos referentes, ya podéis imaginar por dónde van los tiros: historias que capturan pequeños pedazos de vida sin ahorrarse los detalles sórdidos y escabrosos y en los que a veces tienes la impresión de que no pasa nada. Pero en todos hay una corriente de fondo que te lleva por delante, como se lleva por delante a los protagonistas de los relatos.
Por los relatos de Keegan desfilan personajes de clase trabajadora: un pescador, una campesina, un niño gitano... Todos tienen en común vivir en el lado de los perdedores, y todos sufren algún hecho dramático en sus vidas. El libro abre con Antarctica, el relato que da título a esta colección. En él una mujer casada y aburrida de su matrimonio y vida familiar decide tener una aventura amorosa. Aprovechando un viaje de compras a la ciudad, acaba ligando en un bar con un hombre con el que se va a la cama. Sisters narra la vida de Betty, mujer soltera de campo que cuando muere su padre recibe la visita de su hermana pequeña Louisa. Louisa se fue muy joven a vivir a Inglaterra y ahora regresa a la casa familiar alterando la vida de su hermana Betty. En You Can't Be Too Careful un pescador que alquila su barco a un viejo conocido acaba conociendo el terror a manos de este cuando le confiese, en plena borrachera, que ha asesinado a su mujer. Passport Soup es el drama de un matrimonio ahogado en la culpa tras perder a su hija.
Los premios y el reconocimiento de Claire Keegan han hecho que su obra, tan reducida, esté traducida a varios idiomas. La editorial Eterna Cadencia es la responsable de traducir y publicar su obra en castellano. Si te gusta Raymond Carver, Anton Chéjov, Richard Ford o Flannery O'Connor seguramente disfrutarás con este Antártida. Es un libro donde no hay ni una concesión a la fantasía, pero el terror de unas vidas miserables lo impregna todo.
Keegan, C. (1999). Antarctica. Faber & Faber.
Keegan, C. (2011). Antártida. Eterna Cadencia.
Lo de las secuelas en el cine no es una cosa de ahora, sino que viene de atrás. En el cine moderno es a partir de los setenta y sobre todo los ochenta cuando se crean muchas de las franquicias que han llegado hasta el día de hoy. Si creciste en los ochenta y principios de los noventa como es mi caso, es casi imposible no recordar a Indiana Jones, Star Wars o Regreso al futuro, además de Robocop y Terminator. Dentro del género de terror esto fue incluso más acusado con sagas como Pesadilla en Elm Street, Aullidos, Viernes 13 y Halloween. Desde Tiburón pasando por Alien y La matanza de Texas, el público demandó secuelas de sus películas favoritas y la industria se encargó de suministrárselas. Incluso se recuperaron clásicos como Psicosis, de la que llegaron a realizarse tres secuelas y un remake. Todo esto empieza a declinar a finales de los ochenta, cuando todas estas franquicias y el género pierden el favor del público. Durante los noventa se siguieron estrenando películas de terror y secuelas, pero el dinero y el público que movían no tenían nada que ver con lo sucedido en las dos décadas anteriores. Como no podría ser de otra forma, muchas de las secuelas estrenadas contaban con presupuestos inferiores y eran un intento de hacer dinero y rentabilizar una saga invirtiendo lo mínimo posible, lo cual llevaba a unos resultados muchas veces cuestionables. Sin embargo, a veces también significaba más libertad creadora y más riesgos, con obras más preocupadas por explorar territorios nuevos que por replicar el éxito de la película original. Así, hay secuelas como Halloween III: el día de la bruja y Poltergeist III que intentan abrir caminos nuevos en sus respectivas franquicias, y otras como El exorcista III que intentan reformular lo mismo de siempre adaptado a los nuevos tiempos.
Venus es una película de terror dirigida por Jaume Balagueró y protagonizada por Ester Expóxito. Escrita por el propio Balagueró y por Fernando Navarro, adapta el relato de Lovecraft Los sueños de la casa de la bruja. Venus es la segunda película, tras Veneciafrenia de Alex de la Iglesia, del sello de terror The Fear Collection, nacido de la colaboración de la productora española Pookepsie Films, Amazon Prime y Sony.
No hay dudas sobre el horror cósmico que impregna la cinta, pero sí sería bastante discutible decir que se trata de una adaptación de Lovecraft. Entiendo eso más como un reclamo comercial, porque al final el género de terror salvo contadas excepciones es algo muy de nicho. Lovecraft es como los Beatles, y si al final tienes que competir por una audiencia no muy grande, Lovecraft te puede dar un empujoncito extra. Por tanto, si te adentras en esta película por primera vez, espera horror cósmico, pero no esperes una adaptación lovecraftiana. Puede ser que el material original trabajara sobre el relato Los sueños de la casa de la bruja, pero de eso han quedado cosas muy superficiales, como la casa de la bruja, los sueños de la protagonista y el horror cósmico de brocha gorda.
Lucía es una bailarina de discoteca que roba un alijo de pastillas y que cuando es descubierta y tiene que huir herida se refugia en casa de su hermana, con la que hace años que no tiene relación. Su hermana Rocío vive junto a su hija pequeña Alba en el extrarradio de Madrid en un viejo edificio llamado Venus, prácticamente vacío salvo por tres vecinas más. Algo ocurre en ese edificio, una presencia que acecha a Rocío y a Alba, pues cuando Lucía llega, se las encuentra en las escaleras con la intención de abandonar la casa. Al día siguiente Rocío desaparece, dejando a Lucía al cargo de Alba. Además, los narcotraficantes a los que ha robado el alijo de pastillas inician su búsqueda, dejando a Lucía atrapada junto a su sobrina Alba en el edificio Venus.
Algo que hacen muy bien Navarro y Balagueró es armar un guion muy consistente. Por un lado tenemos la trama del narcotráfico, por otro la del horror cósmico y por último la historia familiar de Lucía. Así, de la coctelera sale una mezcla de thriller, terror y drama con el toque social marca de la casa. Venus comienza como thriller y drama y va derivando hacia el terror con un tercer acto alocado y divertidísimo donde Ester Expóxito brilla con luz propia convertida en protagonista absoluta y reina del film. Al igual que la historia va virando del realismo hacia el fantástico, Lucía inicia su viaje de empoderamiento y transformación. Ya hubiese querido Mia Farrow dar las hostias que suelta Ester Expóxito en Venus.
De Jaume Balagueró recuerdo sus primeras películas con mucho cariño, Los sin nombre (1999), Dakness (2002) y Frágiles (2005), en un momento en el que el panorama nacional era un erial para el género de terror y fantástico. Además, me gusta la mezcla de costumbrismo y terror con ambiciones internacionales que despliega en sus trabajos. Se pueden hacer películas en nuestro país muy localistas pero con vocación universal. Y además es algo que suele mezclar con un discurso social, como Paco Plaza. El otro día vi Mantícora, de Carlos Vermut, y aunque me gustó bastante la película, no deja de ser una historia gafapaster con unos protagonistas insufribles. Una película, Mantícora, malasañera. Venus es más vallecana y no tiene pretensiones de gran película: es un divertimento muy bien dirigido y con un apartado técnico más que correcto. La semilla del diablo y La centinela buscan piso en el extrarradio Madrid.
Meddling Kids es una novela de terror del historietista y escritor catalán Edgar Cantero. No sé si escrito en inglés, pero es el idioma en el que primero se publicó la novela en 2017, incluida en la lista de Best Sellers del New York Times. Ha habido que esperar hasta 2021 para que Insólita tradujera al castellano la novela, que sorprendentemente mantiene el título en inglés de Meddling Kids.
Horrorstör es una novela de terror escrita por Grady Hendrix. Hendrix es junto a Paul Tremblay y Stephen Graham Jones uno de los escritores de género de terror más reconocido y exitoso en términos de ventas. Si las pasadas décadas conocieron el auge de la fantasía, especialmente el de la fantasía épica, en el terror, Stephen King sigue siendo el rey omnipresente. Se escriben cosas muy interesantes, pero a nivel de ventas no hay un fenómeno comparable al que describe Gradix en su Paperbacks from Hell.
El rostro de la muerte es una película de terror dirigida por Alfred Sole, con guion del propio Sole y de Rosemary Ritvo. Con un reparto sin rostros conocidos, donde casi todos vienen de hacer televisión, El rostro de la muerte es una de esas películas convertidas en one-hit wonder del culto. Alfred Sole, que desarrollaría casi toda su carrera en el departamento de diseño de producción, no volvió a repetir éxito como director.
Así me imagino a todos mis caseros |
Mi cara de ir a trabajar los lunes |