'El Anticipador y otros cuentos de mente': una de antologías viejunas
El Anticipador y otros cuentos de mente es uno de esos libros de relatos que se leen fácil. A pesar del débil hilo conductor de la antología, "cuentos de mente, lecturas para el ejercicio mental", que cuente con poco más de ciento cincuenta páginas de extensión lo hace una lectura asequible y divertida. Lo mismo sucede con la selección de relatos y autores, que va desde Hawthorne a Perutz, pasando por Lord Dunsany y otros autores más desconocidos. Pese a lo aleatorio de la selección los relatos son entretenidos, no lo suficientemente conocidos en general, pero que en el peor de los casos resultan una amena lectura.
El Anticipador y otros cuentos de mente cuenta con una breve introducción y once relatos, algunos traducidos del inglés, otros del francés y el polaco... además de contar con algunas ilustraciones originales. ¿Quién es el o la antologista? Ni idea. Antes de cada relato se incluye una ilustración, una breve biografía del autor y a veces datos del traductor e ilustrador. Como curiosidad, es un libro financiado por Faes Farma, una empresa farmacéutica que fabrica entre otros medicamentos para tratar la depresión, y que parece ser el motivo que está detrás de este libro. De hecho, las últimas páginas del libro son el prospecto de uno de estos medicamentos. Al parecer la edición de estos libritos debió de ser parte de la obra social de esta empresa, cosa que además de curiosa, yo agradezco.
El libro comienza con El asesinato de Mr. Higginbotham, un relato de Hawthrone bastante entretenido. Continua con Un subterráneo llamado Moebius, de A. J. Deutsch, que tuve la oportunidad de leer en The Platform Edge y que me parece uno de los mejores relatos de la colección. Un tren con todos sus pasajeros desaparece del sistema para aparecer y desaparecer a su antojo. El siguiente relato es La luna ría de Leo Perutz, mi favorito de la colección. Una historia de viejas maldiciones familiares pasadas por el tamiz de Perutz. Los tres chistes infernales de Lord Dunsany y El Rubens robado de Jacques Frutelle también son algunos relatos incluidos en esta antología que me gustaron. El primero sobre tratos con el demonio y el segundo uno más clásico de detectives y misterio. También hay lugar para la ciencia ficción en La vida de los hombres de André Maurois, que no pasa de mra curiosidad. El libro concluye con Junto a las aguas de Babilonia, un relato entretenido, muy en la línea de la ficción posapocalíptica que se estilaba en los sesenta pero escrito treinta años antes, que tiene como autor a Stephen Benet.
Por un euro, lo que costaba una cerveza hace unos años, pude disfrutar de este librito, El Anticipador y otros cuentos de mente, que me tuvo entretenido las tres horas que duró un viaje de Salamanca a Segovia. Tiene el mismo regusto de esas antologías de Bruguera completamente aleatorias y locas, capaces de incluir pequeñas joyas del fantástico como auténticos bodrios. En ese sentido, este El Anticipador y otros cuentos de mente está más equilibrado: hay un poco de todo, pero siempre dentro de unos límites. Y por un euro. ¿Quién lo iba a decir de un libro financiado por una farmaceútica y publicado por una editorial que se dedica a las sopas de letras y los sudokus?
Hawthorne, N. y Otros (1993). El Anticipador y otros cuentos de mente. Zugarto.
23 de marzo de 2022, 13:31
Me alegra que por lo menos te haya entretenido
Un abrazo.
24 de marzo de 2022, 7:59
Este libro gana en cuanto a antologías improbables a una que encontré de un certamen de literatura fantástica patrocinado por la Caja de Ahorros de Leon (y que me arrepiento de no haberme llevado). Bueno, y de la enigmática publicidad de medicamentos en las revistas de relatos de Historias para no dormir, pero esas son más conocidas.
Comparado con el cuidado que tienen las antologías actuales, donde el recopilador sí es una figura reconocida y que expone el criterio que ha segido a la hora de elegir tal o cual relato, estas se quedan como colecciones de guerrilla, donde conviven textos de dominio público con otros disponibles en el fondo editorial.
Ahora, después de una recesión económica, una pandemia y un conato de guerra nuclear, la farmacéutica esta ya puede financiar antologías a fondo perdido porque se ha debido poner millonaria a base de vender antidepresivos XD.
24 de marzo de 2022, 13:03
Rocío: La verdad es que estos libros no piden pan. Baratos, cortitos y muy entretenidos.
Renaissance: Fíjate que lo de las cajas de ahorros no me sorprende tanto. En Salamanca siempre patrocinaban concursos literarios. Pero que una farmacéutica saque esto... Además el libro está fechado en 1993 pero incluye una dirección de correo electrónico, lo cual es raro xD. No sé, probablemente sea una publicación de hace unos años que incluye un copyright anterior vete tú a saber por qué.
Este tipo de libros tienen un no sé qué de aventura interesante, porque nunca sabes qué te vas a encontrar. A mí este por un euro me ha cundido bastante, a pesar de lo random de los relatos.
Yo lo que espero es que las compañías de aceite y de harina empiecen a publicar antologías de horror, que les está entrando un buen dinero. Eso por no hablar de las eléctricas. Ya veo lo de "antología patrocinada por Endesa" xD.