Minotauro es una novela de misterio y terror escrita por John Farris y publicada en 1985. A pesar de lo que la portada pueda sugerir, Minotauro es más un thriller que una novela de terror, aunque tiene algunos elementos de ésta. La obra de John Farris no es muy conocida en España. Empezó a publicar novelas de misterio a mediados de la década de los cincuenta, y su obra apenas ha sido traducida al castellano. Algunas cosas como Minotauro las publicó Vidorama, también Martínez Roca y Ágata tradujeron a Farris y lo último fue a cargo de La Factoría de Ideas a principios de los dos mil. Así que como las expectativas siempre son algo muy importante a la hora de acercarse a una obra, estad advertidas: Minotauro no es una novela de terror.

En los primeros capítulos de Minotauro se nos describe el asesinato de distintos científicos en diferentes partes del mundo por una entidad conocida como Minotauro, que es la que da título a la novela. Las primeras páginas del libro incluye una lista de personajes que, la verdad sea dicha, no es necesario consultar en ningún momento. Sí que desfilan unos cuantos personajes por la novela, pero los protagonistas sólo son unos pocos. Dividida en tres partes, la primera es la más larga y se hace un poco farragosa hasta que termina de colocar las piezas necesarias de la trama, luego ésta avanza que da gusto y la novela se lee en un suspiro.

Tras los primeros capítulos donde Minotauro asesina a varios científicos, poco a poco vamos conociendo a los dos bandos enfrentados en esta novela y el trasfondo que hay detrás de estas muertes. Minotauro mata a aquellas personas, sobre todo científicos, que poseen cierta información y ciertos materiales: hay una variedad de semilla, descubierta hace poco, que es capaz de acabar con todas las cosechas del mundo y provocar una hambruna fatal. También se ha descubierto otra semilla capaz de resistir esta nueva plaga. La posesión de estas semillas y del conocimiento que hay detrás de ellas es motivo para que Minotauro y la entidad o persona que hay detrás de él acabe asesinando. Toda esta trama se mezcla con varias subtramas: la de las luchas internas dentro de la familia de multimillonarios de origen griego que controla, entre cosas, parte del negocio de la producción de semillas, y luego están las distintas subtramas sobre venganzas que se acaban mezclando en un todo al final de la novela. Quizás, mucho pollo para tan poco arroz, ya que acaba alargando demasiado una trama que es lo suficientemente interesante por sí misma como para necesitar de estos añadidos que poco aportan.

El estilo de John Farris es directo, más propio del realismo sucio y del hard-boiled más pulp de Black Mask que de la novela de terror ochentera. También es muy explícito, tanto en escenas violentas como de alto contenido sexual, y sobre todo es muy cinematográfico, muy visual. Se parece más a una película de terror de los ochenta o a un libro de Bukowski que a cualquier bestseller de terror de la época. Pese a un inicio algo atropellado en el que cuesta situarnos un poco en la trama y al exceso de subtramas que sólo contribuyen a embarullar aún más la historia, Minotauro es un libro que engancha casi desde el comienzo y que es difícil de soltar. También, por volver un poco al cine, Farris bebe mucho del giallo italiano, con esos giros locos que te dejan patidifuso, aunque no tardamos mucho en averiguar quiénes son los que están detrás de los asesinatos ni sus motivos. El evitar sus planes es lo que mantiene vivo el interés de la novela.

En castellano es fácil conseguir una copia por pocos euros de este Minotauro de John Farris. Lo mejor es optar por un ejemplar de los que publicó Vidorama en tapa blanda. Para todo lo que ha escrito John Farris no hay mucho traducido al castellano, pero esta novela es fácil de encontrar. Minotauro es una novela muy entretenida a la que quizá le hubiera venido bien un buen recorte antes de publicarla. Partiendo de unas bases bastante trilladas que recuerdan a los techno-thrillers de Michael Crichton, con una trama que alude a experimentos y modificaciones genéticas, Farris es capaz de llevárselo a su terreno para acabar ofreciendo una novela muy resultona. También tiene su aquel que una novela publicada en 1985 nos hable del negocio y los intereses detrás del comercio de semillas, sobre todo después de lo que estamos viviendo en este 2022. Leer literatura fantástica no sirve para prevenir ningún desastre, salvo el de perder la poca cordura que nos queda, pero al menos sí que sirve para que ciertas cosas no nos pillen por sorpresa. Y para decir: ya os lo dije.

Farris, J. (1989). Minotauro. Vidorama.