'La enviada' de Bernard Taylor: cuando sumar resta
La enviada es una novela escrita por el británico Bernard Taylor en 1975 y publicada un año después. También es la primera novela de Taylor y quizás la más exitosa, a pesar de que ha seguido escribiendo y publicando hasta hace unos años. Todo sea dicho, a un ritmo bastante pausado, sobre todo si lo comparamos con Stephen King, que va a varias novelas por año. Junto con King, Taylor forma parte de ese boom de escritores de terror de los setenta. En el caso de esta novela, Taylor todavía es deudor de libros como La semilla del diablo / El bebé de Rosemary y El exorcista.
La enviada narra la historia de un matrimonio con cuatro hijos que viven en un pequeño pueblo inglés. Alejados de la gran ciudad, llevan una vida apacible y hogareña. Él es ilustrador, además de éxito, y ella, después de abandonar su carrera de actriz al dejar Londres, escribe y publica relatos también con éxito. Ambos son felices juntos y se dedican al trabajo que les apasiona y a criar a sus hijos a los cuales adoran. Un día van de excursión a un lago donde ella, Kate, entabla conversación con una joven embarazada. De regreso a casa, reciben la visita de esta extraña mujer, a la que acaban invitando a cenar. Cuando por firn parece que se va a marchar a su casa, se pone de parto. El teléfono está desconectado, así que hay que salir en busca de un médico. Esto da igual porque a su regreso ya ha dado a luz a una niña. Por la mañana, la mujer desaparece dejando abandonada a su hija. El matrimonio, después de avisar a la policía y de acoger a la bebé en su casa, la acaba adoptando, dando comienzo así a todos su problemas. Uno a uno, todos sus hijos acabarán muriendo en misteriosos accidentes.
Pese a que el misterio no es tal, pues desde el principio queda claro quién es la responsable de las misteriosas muertes de los hijos del matrimonio, Taylor se las apaña para construir una atmósfera que se va enrareciendo por momentos. La muerte de un hijo puede ser un accidente, la muerte de dos una desgracia, pero ya tres comienza a ser sospechoso. No sólo se refleja cómo les afecta a ellos como matrimonio perder a tres hijos, sino que también se refleja en la pequeña comunidad en la que viven. De las muestras de cariño y solidaridad con las primeras muertes se pasa al rechazo y la hostilidad, lo que fuerza a la pareja a abandonar el pueblo en el que viven e instalarse en Londres con sus dos hijas. Recordamos que empezaron con cuatro, tres niños y una niña, a la que hay que añadir a un segunda niña, la hija de la mujer desconocida a la que adoptan. Es en Londres, con el matrimonio destrozado por la pérdida de tres de sus hijos, cuando comienzan los problemas entre ellos. Él es la voz de la razón, que quiere abandonar a su hija adoptada a la que responsabiliza de la muerte de sus otros hijos, y ella es el corazón, la madre, el instinto, incapaz de reconocer la amenaza. Esta parte, como la propia relación que existe entre ellos, ha envejecido tirando a mal, pero hay que recordar que la novela fue escrita hace casi cincuenta años.
De Bernard Taylor no hay mucho traducido al castellano salvo esta La enviada, y aprovechando el tirón de ésta, Macabro amor, su segunda novela. Ambas fueron publicadas por Pomaire, editorial que también nos trajo Carrie de King, Tiburón de Benchley y Holocausto de Marasco, tres clásicos setenteros. Aunque la copia que leí es una editada por Círculo de Lectores un año después. En cualquier caso, misma traducción. En un Re-Read de Salamanca, junto a otros libros, me salió por dos euros. De Taylor tengo ganas de leer The Reaping, que hasta que lo editó otra vez Valancourt gracias al Paperbacks from Hell de Hendrix, era muy difícil hacerse con una copia asequible. La versión cinematográfica de 1980, titulada en castellano ¡O una maldición del infierno!, mejor evitarla. Expediente 39, La huérfana y La enviada del mal son versiones libres de este subgénero de niño/a que sale rana y que empezó a finales de los sesenta. El culmen es Este chico es un demonio.
Taylor, B. (1978). La enviada. Círculo de Lectores.
30 de marzo de 2022, 21:39
Los sesenta han hecho más por el antinatalismo que Thomas Ligotti llenando páginas xD.
A Burnt Offerings le pasa algo parecido en cuanto al reflejo del matrimonio, que está muy ligado a la percepción general que se tenía en la época.
En todo caso, es curioso como en muchas novelas de terror de esa época tratan la figura del niño como algo negativo, en una forma de invertir los valores tradicionales o la seguridad de la familia...cosas que si me he fijado mucho más en relevturas posteriores que cuando las leí en la adolescencia, donde me quedaba con el "niño diabólico. Meh".
1 de abril de 2022, 5:45
Al que tenga idea de tener hijos los sesenta y los ochenta con su obsesión por el niño diabólico le quitan las ganas xD. Y sin recurrir a las marionetas, como hace Ligotti.
¡Cómo me gusta Burnt Offerings! ¡Y lo que disfruté de la peli gracias a tu post! Acabo de terminar Aquí vive el horror sobre Amityville y ni punto de comparación. Marasco le da cien vueltas. La relaciones de pareja en la literatura reflejan la época en la que están escritas. En La enviada hay unas cuantas cosas que a día de hoy chocan bastante.
A mí también me pasó algo parecido, que al leer muchas de estas novelas de adolescente me parecieron un poco meh por el tema, que a mí lo del niño poseído o diabólico ni fú ni fa. Ahora es cuando le veo otras lecturas. Que muchas de estas novelas tampoco tienen mucho subtexto al que agarrarse xD.