Digging Up the Marrow es una película de Adam Green, que además de escribir y dirigir, también protagoniza interpretándose a sí mismo. Durante la producción de un documental sobre monstruos, es contactado por un hombre que dice poder demostrar que los monstruos son reales. Este personaje está interpretado por Ray Wise. Aparentemente ha descubierto una sociedad secreta de monstruos que viven bajo tierra. Él conoce una de las entradas a este inframundo. Adam Green, al principio escéptico, acabará subyugado por esta historia y querrá saber más y más para demostrar que los monstruos son reales. La película tiene un tono humorístico que ha veces se pasa de frenada y cae en la comedia involuntaria. Es como que se queda a medio camino entre ciertos toques de comedia y la parodia, sin decantarse por ninguna de las dos. Además de unos monstruos bien hechos con las cuatro perras de presupuesto, a destacar los cameos de actores y directores, entre los que cabe destacar a Don Coscarelli. Ya con eso, la peli gana un minipunto. Luego está la interpretación de Ray Wise, que haciendo de Ray Wise no hay quién lo supere y se come con patatas a Adam Green, que demuestra que lo suyo no es actuar.


Megan is Missing es una película de Michael Goi, director y cámara de muchas series y películas para televisión que encontró en este formato la manera de debutar en el cine. La película, que utiliza imágenes de televisión y grabaciones de una de las protagonistas, narra la historia de dos amigas, Amy y Megan, de catorce años. Amy es la chica buena, buena estudiante, todavía un poco infantil, de buena familia, y Megan es la chica mala, de familia desestructurada, activa sexualmente y muy popular. Con unos personajes tan tópicos y aparentemente llenos de clichés, Michael Goi es capaz de (re)crear un pedacito de vida de estas adolescentes. Durante una hora seguiremos a Amy y Megan, hasta que esta última desparece después de quedar con un chico que había conocido por internet. Amy cree tener información sobre ese chico, que es un pederasta y depredador sexual que utiliza internet para acechar a sus víctimas. Esto la pone en su punto de mira, y los últimos veinte minutos de la película son de este hombre haciéndole perrerías a la pobre Amy. Tampoco se muestra nada explícito o muy explícito, pero como en La chica de al lado de Jack Ketchum, casi es peor. Las críticas negativas a la película han ido sobre todo por el lado puritano, poco menos que un escándalo dar a entender que hay adolescentes sexualmente activos. Que no vean Skins o Euphoria. Aunque sólo sea por la primera hora, la película merece mucho la pena. La parte final es durilla de ver por todas las cosas que le pasan a Amy.

Howard's Mill es la más reciente de estas tres películas. Dirigida por Shannon Houchins, fue estrenada en 2021. Como en el caso de Michael Goi, Houchins, productor de muchas series, películas y documentales, elige este formato para debutar como director de cine en la que hasta ahora es su única película. Sobre la base de la realización de un documental sobre una desaparición, la historia va creciendo y creciendo. Una mujer desaparece junto a una vieja granja abandonada. La policía sospecha del marido. Un grupo de documentalistas realizan un documental para esclarecer los hechos, pero descubren una serie de desapariciones e incidentes relacionados con esa granja que se remonta mucho tiempo atrás. La película, que a nivel de realización luce muy bien y demuestra lo mucho que se puede hacer por poco dinero, a nivel argumental podría dar para cuatro películas más, cinco series y dos videojuegos. Porque hay ciencia ficción, menciones a extraterrestres, leyendas indias, secuestros, misteriosas luces, viajes en el tiempo... Me gusta especialmente cómo a nivel narrativo se hace partícipe al espectador de la investigación sobre los sucesos ocurridos en Howard's Mill. Vamos descubriendo, a la vez que los personajes, las supuestas ramificaciones de la historia.

En esta entrada no hay hilo temático que una a estas tres películas. Cada una es diferente de la otra. Digging Up the Marrow (2015) es una gamberrada de Adam Green, un director de género conocido por la saga Hatchet y una película que a mí particularmente me gustó mucho, Bajo cero. Megan is Missing (2011) podría relacionarse con Lake Mungo, por intentar mostrar esa realidad poliédrica de dos adolescentes, aunque a nivel narrativo no tenga tantas capas. Y es una película con un tramo final duro, precisamente por haber empatizado tanto con una de sus protagonistas. Si Digging Up the Marrow iba más por el lado del terror y Megan is Missing del true crime, Howard's Mill opta por, partiendo del true crime, desplazarse a la ciencia ficción. Tres películas, dos de la pasada década y una de la actual, que muestran lo vivo que sigue este subgénero.